Josué 1
Moisés se murió, pero Josué vive. Moisés no pudo entrar la tierra prometida de Canaán, Josué guiaría al pueblo de Israel a la tierra que Dios prometió. Todo lo que tenemos en el Antiguo Testamento es un ejemplo para nosotros. Toda la historia de Israel es un tipo de una realidad para nosotros, es una foto de una verdad espiritual. El Antiguo Pacto está lleno de tipos o símbolos. Un tipo es algo bajo el Antiguo Pacto que representa una verdad bajo el Nuevo Pacto. Un tipo es una foto o un ejemplo o un símbolo de una verdad espiritual. El Antiguo Testamento está lleno de tipos. 1 Cor. 1 a 12 dice esto:
¨1Co 10:1 Mas no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron a través del mar; 1Co 10:2 y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar; 1Co 10:3 y todos comieron el mismo alimento espiritual; 1Co 10:4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la Roca espiritual que los seguía, y la Roca era Cristo. 1Co 10:5 Pero Dios no se agradó de muchos de ellos; por lo cual quedaron postrados en el desierto. 1Co 10:6 Pero estas cosas fueron ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 1Co 10:7 Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantaron a jugar. 1Co 10:8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. 1Co 10:9 Ni tentemos a Cristo, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 1Co 10:10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor. 1Co 10:11 Y todas estas cosas les acontecieron como ejemplo; y están escritas para amonestarnos a nosotros, sobre quienes los fines de los siglos han venido. 1Co 10:12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.¨
Dios levantó a Moisés para ser el líder de su pueblo escogido. Mientras eran esclavos en Egipto y sufriendo, los hijos de Israel clamaban a Dios para salvación. Dios escuchó a sus gritos, y con mano fuerte sacó su pueblo de Egipto, cruzando el Mar Rojo. Pero después de esto vino el tiempo en el desierto, de lo cual fue profetizado a Abraham cuando Dios confirmó su pacto con el padre de Israel. Abraham mató los animales, y los cortó, y puso una fila a la izquierda, y otra fila a la derecha, y Dios le hizo dormir, mientras Dios pasó solo en medio de las filas de los animales, diciendo, Yo mismo voy a cumplir mi pacto. Y una de las promesas de este pacto era la herencia de Canaán, la tierra que fluye con leche y miel. Pero Dios también reveló a Abraham que sus descendientes serían esclavos en una nación ajena por 400 años, hablando sobre su esclavitud en Egipto. Y después del tiempo cumplido, Israel salió de Egipto con gran ganancia, cruzando el Mar Rojo, y entrando el desierto. El pueblo desobediente de más de 2 millones de personas andaba en el desierto por 40 años antes de entrar la Tierra Prometida. Durante este tiempo Dios hizo otro pacto con Israel, el pacto de Moisés, en que Dios dio los 10 mandamientos, la ley. Toda cosa en el Antiguo Testamento que es terrenal representa una verdad espiritual. Moisés es un tipo de la ley, él representa la ley. La ley no puede entrar Canaán. Canaán es una foto del cielo, Canaán espiritual, y la ley no puede salvar a nadie. La ley viene por Moisés, pero la gracia y la verdad vienen por medio de Jesucristo.
Y Josué representa a Jesús. El nombre hebreo Josué, en el griego es Jesús. Y Josué es un tipo de Jesús. Josué era el líder del pueblo que guiaba a Israel a Canaán. No podemos entrar el cielo por medio de la ley. La ley no salva. La ley mata. Jesús salva. La gracia salva. Moisés no pudo entrar a Canaán porque la ley no puede traer a nadie al cielo. Moisés subió a Monte Sinaí y recibió las dos tablas de la ley de la mano de Dios. Los 10 mandamientos no pueden salvar a nadie. Es imposible obedecer todos los mandamientos de Dios. Todos somos pecadores. Y por eso, obedecer no quita el pecado. La ley condena. La ley nos dice que hemos pecado y quebrado la santa ley de Dios. La ley nos enseña que necesitamos un Salvador. Por eso Moisés no pudo entrar a Canaán. El representa la ley.
Pero Josué entró. Josué representa a Jesús. Jesús nos trae a Canaán espiritual. Jesús nos da una entrada al cielo. Por gracia somos salvos, y no por la ley. La obediencia no quita el pecado. Pero fe en la sangre de Jesús nos da una entrada abundante a la tierra prometida.
Jos 1:1 Y aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, ministro de Moisés, diciendo:
Aprendemos una cosa muy importante aquí. Moisés era el siervo de Jehová. Era su representante en la tierra y el líder del pueblo. Tuvo responsabilidades grandes y era el mediador entre Dios y los hijos de Israel. Y Dios escogió a Josué para cumplir este oficio después de la muerte de Moisés. Y encontramos a Josué al lado de Moisés, sirviéndole, y entrenando bajo él. Cuando Moisés subió a Monte Sinaí, Josué subió también una parte con Moisés, y se quedó atrás mientras Moisés continuó más arriba. Alguien que quiere ser un líder en la iglesia puede encontrar una manera que Dios ha establecido para ascender a este oficio, servir. Servir en cualquier manera posible. Según Números 27 Josué fue escogido antes para sumir el liderazgo después de Moisés. Y leemos que él estaba entrenando para este oficio.
Jos 1:2 Mi siervo Moisés ha muerto: levántate, pues, ahora, y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.
Dios habló con Josué, dándole instrucciones y su primer deber, para guiar al pueblo a la victoria. Josué y Caleb querían entrar a Canaán en antes. Pero cuando los espías que el pueblo envió a Canaán para determinar si estuviera posible entrar, el pueblo fue miedoso y sin fe en Dios. Los espías dijeron que la gente de Canaán era grande y fuerte. Y el pueblo no confía en Dios en dar la victoria. Había una falta de fe. Pero Josué y Caleb querían entrar. Ellos tenían fe en Dios, sabiendo que Dios da la victoria. Y este es el tema principal de este libro de Josué: la vida victoriosa, lo que viene por fe en Cristo.
Tal vez dices, pero Jesús no está en el Antiguo Testamento. Jesús nació muchos años después del tiempo de Josué. Pero como leímos antes, 1Co 10:4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la Roca espiritual que los seguía, y la Roca era Cristo. Está hablando sobre el agua que salió de la roca en el desierto cuando no había agua para beber. Moisés golpeó la roca y agua salió, dando vida a Israel, la Roca era Cristo. Cristo aparece en todo el Antiguo Testamento. He escuchado otros predicadores que han dicho que aparece en cada página del Antiguo Testamento. Josué es un tipo de Jesús. Josué nos enseña la manera para tener la vida victoriosa, por fe en Jesucristo.
Y Josué quien tuvo fe en antes, queriendo entrar a Canaán, sabiendo que no importa cuán tan grande es la gente allí, que Dios da la victoria, ahora es el general que guía al pueblo de Dios a la tierra prometida.
Jos 1:3 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.
Antes Dios dijo yo os diré la tierra de Canaán. Ahora Dios dice Yo os he entregado. Es algo cumplido. Dios dio la tierra prometida. Pero la promesa sería demorada. Por la desobediencia y la maldad del pueblo, lo que Dios dio, ellos no heredarían por un tiempo. Dios lo ha hecho. Pero la gente fracasó. Dios dio el orden para expulsar a todos los moradores de Canaán, y la gente no hacía caso. Cuando el pueblo obedecía, Dios bendecía, pero cuando Israel desobedecía, Dios castigó. Las fronteras de la tierra están en versículo 4.
Jos 1:4 Desde el desierto y este Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el Mar Grande donde se pone el sol, será vuestro término.
Los heteos eran los gigantes que vieron la gente y asustaron. Los heteos era la causa de temor y mostró la falta de fe del pueblo de Israel. Pero ahora Dios dice que su pueblo escogido heredaría toda la tierra de esta gente poderosa. Y ya ha sido hecho. Os he entregado son las palabras de Jehová. Israel solamente tiene que obedecer, hacer caso a Dios. Y Dios mismo va a cumplir su promesa. Dios da la victoria. Y la victoria viene por la fe.
Jos 1:5 Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
Josué tiene muchos enemigos para enfrentar y la batalla será caloroso, con espadas resplandecientes y hombres cayendo muertos en el campo de batalla. Dios tiene palabras de consuelo para Josué. Como estuve con Moisés, estaré contigo. Y que promesa es. Porque Dios dio victoria a Moisés, de lo que Josué fue una parte, Josué se acuerda la historia y la mano fuerte de Dios en sobrevenir todo adversario, y toma consuelo.
Y leemos esta cita en el nuevo testamento. Heb 13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia; contentos con lo que tenéis; porque Él dijo: No te dejaré ni te desampararé.¨ Y aquí estamos advertidos contra deseos inordinados para las cosas de este mundo, codicia, o avaricia. Y la razón que debemos estar contentos con lo que tenemos es que Dios nos lo ha dado. Y Dios siempre nos sustenta. Buscáis primero el reino de Dios y todas estas cosas os estarán añadidas. Cuando buscamos las cosas del mundo nos ponemos ansiosos. Tal como Josué podía ser en entrar la batalla contra los pueblos de Canaán. Pero cuando confiamos en Dios, sabiendo que Él está con nosotros siempre, no estamos turbados, sino tranquilos con paz en el corazón, y es mucho mejor vivir así.
Jos 1:6 Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.
El tema principal de este libro de Josué es la vida victoriosa. Y en estos versículos tenemos la llave que abre la puerta al éxito. Para heredar las promesas era necesario que Josué trabaja. Esfuérzate y sé valiente. Dios requiere esfuerzo de Josué para conquistar a Canaán. Y ser valiente habla sobre una actitud de confianza en Dios, y no dudar. Muchas veces dudamos a Dios cuando quejamos o pensamos por qué está pasando esto. Este es el opuesto de lo que manda Dios. Y la razón dado aquí para ser valiente es que Dios va a usar a Josué para cumplir la promesa del pacto, heredar la tierra de Canaán. El mismo principio aplica a nosotros, para heredar Canaán espiritual requiere un esfuerzo. Para vivir la vida victoriosa hay que trabajar duro. La vida cristiana no es fácil. Hay que tomar tu cruz. Si quieres seguir a Jesús, toma tu cruz y sígame dijo nuestro Señor. La cruz de Cristo era la muerte. Y la cruz de muchos hermanos de nuestros hermanos, aún hoy en día, también es la muerte. Pero ciertamente la cruz de cada uno de nosotros es sufrir por la justicia. Entonces ahora viene la pregunta, ¿cómo? ¿Qué es que tenemos que hacer? ¿Qué es la llave al éxito? En versículos 7 y 8, después de repetir sus palabras otra vez mostrando la importancia de esta lucha, Dios da la clave al éxito en vivir la vida victoriosa.
Jos 1:7 Solamente esfuérzate, y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella ni a derecha ni a izquierda, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendieres. Jos 1:8 Este libro de la ley nunca se apartará de tu boca, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Obedecer la ley de Dios. Pero espera vas a decir. ¿No dijiste que la ley no puede entrar la tierra prometida? ¿No me dijiste que Moisés es un tipo de la ley y su cuerpo se cayó muerto sin heredar la promesa del pacto? ¿No dijiste que somos salvos por la gracia de Dios, y fe en Él? Sí, Sí, Sí. Pero gracia y ley son juntos. Estas duermen en la misma cama y no pueden ser separadas. Porque gracia verdadera resulta en obediencia. Y dónde hay ley sin gracia hay únicamente muerte. Santiago nos dice si tienes fe tendrás obras. Y las obras de cuales habla son obras de obediencia. Los 2 ejemplos que da son de Abraham quien ya mató a su hijo Isaac en su mente antes que Dios le hizo parar; y de Rahab aquí en el segundo capítulo de este libro de Josué, quien confiaba en Jehová Dios para dar la victoria mientras arriesgó su propia vida.
Nuestra responsabilidad, nuestro deber, es obedecer. Y mientras la obediencia no puede quitar nuestro pecado, solo la sangre de Jesús puede hacer eso, obediencia a la ley de Dios es la clave a la vida victoriosa. Y si estudiamos la ley, y si meditamos en la ley, y si obedecemos a Dios, hay una promesa adjuntada: porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. La ley y la gracia son juntas. No pueden ser separadas. Y la promesa dada a Josué era terrenal. Josué tendría victoria en la batalla, conquistando a Canaán. Y vemos en todo el Antiguo Testamento que las promesas a Israel son terrenales, buena cosecha, paz en su pueblo, una gran descendencia. Pero nuestras promesas, bajo el nuevo pacto, son espirituales. La obediencia no necesariamente nos trae una buena cosecha de yuca o maíz, pero llena nuestro corazón con la bondad de Dios.
Y por eso la pregunta que cada uno de nosotros tenemos que hacer, obedecemos la ley de Dios. ¿La ley está en nuestras bocas, enseñando a nuestros hijos la palabra de Dios? Orando con ellos. Porque no te olvides que hay tres formas de adoración para nosotros, congregacional aquí en la iglesia, familiar en la casa, y privado en nuestro cuarto solo con Dios. ¿Estás andando en pecado, turbado de corazón? No es una sorpresa que no tienes paz si no obedeces. La palabra nos dice que tener paz y gozo y contentamiento, hay que obedecer.
Jos 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.
En el hebreo tenemos una pregunta enfática, como dice Calvino. ¿No es yo que te mando? Dios usa a sí mismo para animar a Josué. Yo soy Dios. Yo estoy contigo. La promesa del pacto, el principio Emanuel, Dios con nosotros. Y lo que dijo a Abraham, aquí dice a Josué, no temas. Porque como el pueblo temía por los gigantes en la tierra de Canaán mientras Josué quedó valiente, Dios afirma que él debe continuar en este camino, porque si no desmaya, segará.
10 a 18 – Después que regresaron los espías, Josué dio el orden para entrar a Canaán. En tres días pasarían el río Jordán, para entrar en su reposo. Y las dos tribus y media están llamados a acordar su promesa para entrar y pelear para que sus hermanos también podían heredar el reposo de Dios en la tierra. Estas 2 tribus y media ya tenían su herencia en este lado del Jordán, y por eso tendrían la tentación de no cruzar con sus hermanos para pelear y ganar la tierra. Pero era su deber de ayudar a los otros a entrar en el reposo. El día de reposo, tal como el reposo en Canaán, es una foto del reposo en el estado eterno. Leemos esto en Hebreos. Nuestro reposo hoy en día no es un día cada semana, sino todos los días es un reposo espiritual. Y el reposo que tendremos en Canaán espiritual, el cielo, será el cumplimiento de la promesa de reposo, de los cuales el sábado, y el reposo en Canaán espiritual señalaban.
Y aunque estamos en una guerra mientras estamos en estas tiendas de carne, el recibir de las promesas viene por medio de fe en Jesús. Este era el error de la generación en el desierto, la falta de fe. Y este es el tema principal de lo que vamos a ver en este libro de Josué. La fe en Jesús trae la victoria. Dudar y quejar es el opuesto de fe. Si nosotros queremos la vida victoriosa, si queremos el reposo en la tierra, debemos parar de quejar como la generación incrédula en el desierto, y confiar en Dios, quien es capaz de cumplir su promesa, si nosotros le dejamos.
Josué 2
Condición, conversión, confesión
Rahab era una prostituta, en el estado más bajo de la sociedad, un gran pecador. Esta era su condición. ¿Cómo una mujer así todavía hoy en día es conocida por los cristianos en todo el mundo? Por la fe. Rahab tuvo fe en la sangre de Jesús para quitar su pecado. Ella es una de solamente 2 mujeres en la lista de los héroes de la fe en Hebreos 11. Santiago también la alaba. Aunque su condición era mala, su conversión era grande. Dios le convirtió por fe en Jesús, fe que tenía obras. Y Rahab probó su fe por su confesión, ¨Porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.¨
Josué mandó 2 espías para averiguar si la gente de Jericó habían hecho fortalezas para proteger la ciudad, para ver si la conquista de esta ciudad sería problemático y qué impedimentos estos moradores de la tierra habían hecho que resultaría en un deber más duro de capturando la tierra. Cuando los espías entraron la tierra buscaron un lugar fuera del camino popular, una senda con menos gente, donde podían cumplir su deber sin ser visto. Buscaron un lugar escondido.
Encontraron la casa de la prostituta, Rahab. Pero hubo un problema. Alguien les había visto. Ellos eran extranjeros, y mientras Israel había conquistado 2 reyes hace pocos meses la ciudad sería en un alto estado de alerta. El rey fue notificado que había enemigos adentro de las puertas de la ciudad, y tomó acción. Cuando los mensajeros del rey entraron la casa de Rahab, ella escondió a los espías en los manojos de lino. Estaban puestos en la terraza para secar en el sol para después hacer ropa. Y cuando los mensajeros preguntaron por los espías, Rahab mintió.
Su mentira para salvar la vida de los espías no era sin culpa. Dios es verdad, y su naturaleza es tal que odia todo contrario a la verdad. No hay tiempos cuando es permitido mentir. Pero debajo de la mentira, había celos en Rahab, y esto merece alabanza. Tuvo celos para Dios, y aunque su método estaba equivocado, el acto de pelear en el lado de la justicia era aceptable a Dios. Era su fe que agradeció a Dios, y no la mentira.
Los mensajeros del rey salieron buscando los espías. Rahab subió a la terraza para rogar salvación. Todo el pueblo estaba lleno de terror a causa del Dios de Israel. Pero mientras todos sus paisanos recibieron las mismas noticias sobre el Dios de Israel, Rahab era la única para actuar. Esta es la fe. La fe verdadera tiene obras. La fe es probada por las obras. Y así era con Rahab. Y ella hace la confesión con su boca. Versículo 11: porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.¨ Rom 10.
Y esta persona, quien vive adentro de una ciudad con muros grandes, tal vez de 10 metros de ancho, sabe que Israel va a derrotar a este pueblo, porque su Dios es el único Dios verdadero. Esta es la fe por lo cual Dios salvó a Rahab. La definición de fe según Hebreos 11:1 Es, pues, la fe, la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de lo que no se ve.¨ Ella confiaba en Dios para salvarle de una destrucción que no había llegado, pero de lo cual ella esperaba, por su fe en el poder de Dios. Ella pensaba que esta tierra de Canaán ya había sido dada a Israel, y que esta promesa no pudo fallar. Mientras una extranjera del pacto, se hizo un miembro de la iglesia por medio de la fe.
Los espías están de acuerdo para salvar a Rahab como ella salvó a ellos, e hicieron un juramento. Los espías salieron de la casa y esperaron tres días en la montaña, temiendo todo el tiempo por sus vidas. Y cuando al fin regresaron a su gente, en vez de contar a Josué todos sus pruebas, regocijaron, diciendo que Dios les había entregado la tierra. Y en esto el pueblo de Israel tomaría confianza.
Viendo un rescate tan improbable, por las manos de una ramera, el pueblo de Israel no desmayaría sino animaría, proclamando la gracia divina en salvar a los espías. Sus pensamientos serían dirigidos hacia arriba para la intervención divina y una nueva esperanza de conquistar la tierra prometida de Canaán por la mano fuerte de Dios.
Vemos a Jesús aquí en este cordón rojo colgando de la ventana de la prostituta Rahab. Cristo en el AT. Muchos ejemplos y especialmente de salvación. 1 Cor. 10 Cristo era la Roca en el desierto. Los judíos andaban en Israel donde no había comida, no había agua. Quejaban contra Moisés, mostrando su falta de fe en Dios. Dios hizo caer maná del cielo y cada mañana lo recogieron. No había agua. Moisés golpeó la roca y agua salió de la roca, dando vida a los hijos de Israel. La biblia dice que Cristo era la Roca. Dios es la fuente de agua viva. Y solo en Dios ha vida y salvación. Cristo da esta vida. Viene por medio de fe en su sangre para quitar el pecado. Moisés murió antes de entrar la tierra prometida. La ley no salva. La ley no puede llevar a nadie a Canaán. Solo Jesús y fe en Él hace esto. Y Jesús aparece en todo el Antiguo Testamento. Vemos a Jesús en La Roca de agua viva en el desierto. También le vemos en la pascua.
La última plaga que Dios mandó sobre los egipcios para salvar a su pueblo de su esclavitud era el ángel de la muerte. Dios mandó a Israel a matar un cordero y regar la sangre en los postes de la puerta. Esa noche cuando el ángel de la muerte vino, no mató el primogénito en las casas con la sangre. La sangre salva. Pero donde no había sangre, el ángel entró y mató al primogénito. En esta manera Dios salvó a su pueblo. Después el rey Faraón dejó ir libre a Israel. Jesús es el Cordero inmolado desde la fundación del mundo, y por su sangre somos salvos. También vemos a Jesús en este cordón en Josué 2.
El cordón era de grana, o color rojo. Y Rahab lo colgaba de su ventana, para que cuando Israel llegó para hacer guerra contra los enemigos de Dios en la ciudad, Rahab y su casa sería salva. El cordón rojo sería una señal para dejar esta casa en paz. Juicio no caería sobre ellos.
Y las ventanas de las prostitutas eran rojas. Por esta marca todos conocieron las casas de las prostitutas. Y con el cordón rojo colgando debajo, hizo la forma de una cruz roja. Es un cuadro de la salvación que viene por medio de fe en la sangre de Jesús. Rahab, y toda su casa, tal como vemos en toda la biblia, que Dios hace su pacto con el jefe de la familia y toda su familia, en el pacto de Noé era así, en el pacto de Abraham era así, en el nuevo pacto es así, y hemos visto ejemplos de esto en Hechos 16 cuando el jefe de la familia cree y toda la familia es bautizada. En Josué 2 leemos que Dios salvó toda la familia de Rahab. Rahab tuvo fe, y ella y su familia entraron el pacto con Dios. Ella aparece 2 veces en el Nuevo Testamento, en Santiago y en Hebreos.
Santiago 2:25-26, ¨asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? 26 Porque como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.¨ El asunto en Santiago 2 es que fe viva tiene obras. Primero cita el ejemplo de Abraham y después de Rahab. Él dice, sabemos que Rahab tuvo fe por la manera que actuó. Sus acciones son prueba de su fe. Uno dice que tiene fe con su boca, pero sus acciones prueban que en realidad no tiene. Hay muchos en las iglesias hoy en día que dicen que tienen fe pero su fe es muerta. No hay obras para probar su fe. Estos son profesores no más, con la boca profesando ser amigos de Cristo, pero en realidad siendo enemigos. Pero Rahab, mire a su vida.
Aquí vienen espías de otro pueblo. Están planeando a destruir la ciudad en que Rahab vive. Pero Rahab les ayuda. El rey supo que los espías entraron a su casa, y dijo dígame donde están. Pero Rahab ayudó a los espías. Si otro en su pueblo sabía, ciertamente Rahab perdería su vida. Arriesgó su vida porque tuvo fe en Dios. Echó su suerte con el Dios de Israel en contra de los paganos de su propio pueblo. Rahab dijo a los espías, escuché como tu Dios partió el Mar Rojo. Pero eso pasó hace 40 años. Probablemente Rahab ni estuvo vivo cuando Israel salió de Egipto cruzando el Mar Rojo. Pero todo el pueblo escuchó sobre el poder de Jehová Dios. Hasta los hijos y los nietos que no habían nacido cuando pasó. Los otros pueblos escucharon del Dios de Israel. También menciona la victoria de Israel contra Sehon y Og lo que pasó unos meses atrás.
Como dice en Num 21:33-35 Y volvieron, y subieron camino de Basán, y salió contra ellos Og rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edrei. 34 Entonces Jehová dijo a Moisés: No le tengas miedo, que en tu mano lo he dado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón. 35 E hirieron a él, y a sus hijos, y a toda su gente, sin que le quedara uno, y poseyeron su tierra.¨ Y sin duda los otros pueblos vieron la columna de nube que descendió sobre el tabernáculo para guiar a Israel de día, y el fuego para guiar el pueblo de noche. Que este pueblo de Israel era diferente que otros pueblos no era un secreto. La protección divina moraba con Israel. Mientras el poder de Dios se manifiesta en la tierra, pocos tienen fe en Él. Rahab era una de los pocos.
Su fe era tan grande que está nombrada en Hebreos 11 entre los héroes de la fe. Confianza en Dios, fe en Dios trae la victoria. Rahab tuvo fe en Dios. Aunque lo que hizo podía resultar en su muerte, confiaba en Dios. Mientras todo el pueblo va en otro lado, puede ser difícil de seguir a Dios. Se burlan, maldicen, aún atacan. Pero este es el camino a la salvación. Fe en Dios. Fe en Cristo como tuvo Rahab quien es un héroe de la fe en Hebreos 11, una de solamente 2 mujeres en este capítulo. Heb. 11:31: Por fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los incrédulos, habiendo recibido a los espías en paz.¨
Condición, conversión, confesión. Y vemos, aún en el Antiguo Testamento, que es la sangre de Jesús que salva a los pecadores. Jesús no vino para llamar a los justos, sino pecadores al arrepentimiento. Y Rahab era una pecadora, y una pecadora en gran manera, una prostituta, en el nivel más bajo de la sociedad. Pero Dios tuvo misericordia para con ella, y Dios la usó. El rey David era un descendiente de Rahab. Leemos el nombre de David en la descendencia de Jesús en Mateo 1, lo que significa que Jesús era un descendiente de Rahab. La condición de esta mujer era muy mala. Pero Dios la cambió y Dios la usó. Dios puede usar aún la persona peor, pecadores grandes, si la persona tiene fe. Dios limpió el pecado de Rahab. Su condición era mala, pero Dios la convirtió. Vemos la condición y vemos la conversión. La conversión vino por medio de fe. Rahab tuvo fe en el Dios de Israel. Y vemos aún la sangre de Cristo en esta historia. El cordón rojo, la cruz en la ventana, tal como la sangre del cordero en los postes de la puerta en Egipto, era una señal de la sangre de Jesús por lo cual pecadores, aún los más grandes son salvos. Por fe en su sangre Dios quita nuestro pecado, aún el pecado de una prostituta.
La condición de Rahab era mala, pero Dios cambió esto. Su conversión era grande. En medio de la destrucción de su pueblo ella y su familia salieron vivos. Y su confesión probó su fe. ¨Porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.¨
Josué 3: Cruzando el Jordán
Dios se muestra como el Todopoderoso, Dios fuerte, quien cuando dice, también cumple. Aquí están 2 millones de personas esperando para entrar la tierra prometida. Más que 400 años después de la promesa a Abraham, la gente va a entrar a Canaán. La primera generación que cruzó el mar rojo en tierra seca entre los dos muros de agua se murió en el desierto por ser rebelde. Dios ahora levanta a otro líder de su pueblo amado, Josué, y tal como usó a Moisés, Josué será la herramienta en la mano de Jehová. El nuevo líder del pueblo dice, prepárense, porque en tres días vamos a entrar la tierra prometida.
La gente al otro lado del Jordán en Jericó está asustado viendo esto. Aquí están, el pueblo que cruzó el mar rojo hace 40 años. Israel, que destruyó el ejército fuerte de Egipto. El pueblo que tumbó el rey Og, que destruyó el rey Sehón. El pueblo que moraba bajó la nube de día, bajo el fuego de noche, el pueblo de Jehová Dios. Y capítulo 2 de Josué dice que se desmayó su corazón, y la gente de Jericó era sin ánimo.
La gente al otro lado del Jordán era mala: sacrificando sus propios hijos a dioses falsos. Su maldad después de 400 años era llena y Dios usaría su pueblo para juzgar el pecado de estos pueblos. Y Dios usaría un pueblo obediente, un pueblo fiel para pronunciar el juicio contra sus enemigos. 1 Cor. 10 nos dice que todo del Antiguo Testamento es un ejemplo para nosotros. Y vemos que la generación incrédula y desobediente no pudo heredar las promesas, sus cadáveres se cayeron en el desierto, en este lado del Jordán. Y ahora hay otra generación. Los hijos de los rebeldes. La generación después del desierto aparece en este cuadro. Y este es un cuadro de la vida cristiana victoriosa, llena, recibiendo las promesas que Dios quiere dar a sus hijos. Viviendo con victoria, cruzando Jordán. La vida cristiana lleno del Espíritu Santo. Ser inmersado en la presencia de Dios. Dios quitándonos del desierto para darnos la vida victoriosa.
En cruzar el Jordán, Dios fue delante de su pueblo. Dios da la victoria. Tenemos que seguirle. Dios primero hizo la promesa a Abraham. Después estaba con Moisés, y ahora con Josué. Este mismo Dios es con nosotros. Dios tiene que ir delante de nosotros, y nosotros atrás. Sin mi nada podéis hacer dijo Jesús. Y para que nadie se olvide la manera de ir tras Dios, es fácil, y no es un secreto. Dios mandó a Josué en 1:7-9. Este es el asunto. Es Dios que trae la victoria. Pero cuando desobedecemos, Dios se aparta de nosotros, y nos caemos. En cambio, si obedecemos a Dios, tenemos la palabra más segura que Él Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, el Dios que partió el Mar Rojo, el Dios que secó el Jordán, este mismo Dios será con nosotros, i si Dios con nosotros, quien en contra. El arca en capítulo 3 simboliza la presencia de Dios entre su pueblo.
Vs. 1 – La primera palabra en capítulo 3 es la misma palabra que empieza capítulo 2, y. Es una continuación de lo que viene antes, la preparación para pasar al Jordán. Leemos que Josué se levantó temprano para ocuparse en las cosas de Dios. Esta es una marca de un hijo fiel de Dios. Jesús también se levantó temprano. Marcos 1:35, Y levantándose muy de mañana, mucho antes del amanecer, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. 2 Tim. 2:15. El salmista buscó la cara de Dios en la mañana. Sal 88:13 Mas yo a ti he clamado, oh Jehová; y de mañana mi oración sale a tu encuentro.¨ Josué es el pastor de este rebaño. Él se levanta temprano para cuidar a las ovejas. El hombre de Dios debe pasar por lo menos el mismo tiempo en estudio que el sembrador pasa en su finca. El trabajo de Dios no es para la persona vaga. Encontramos a Josué diligente en su trabajo, guiando el pueblo de Sitim.
Moisés les había llevado a Sitim. De allí Josué envió los dos espías. Y ahora es tiempo para entrar la tierra prometida. Pero hay un gran obstáculo en el camino. El Río Jordán, que en esa temporada se desbordaban sobre todas sus riberas. Aquí están los hombres, las mujeres, los niños, los animales, todos preparándose para cruzar el Jordán. Pero de su propia fuerza esto sería imposible. Ellos necesitan a Dios.
El nombre Josué significa Jehová es salvación. Josué es hebreo, y este nombre en griego es Jesús. Josué es un tipo de Jesús. Se levantó temprano. Tal como Jesús. Guía 2 millones de personas. Dios es un Dios de orden. Y hay instrucciones específicas aquí para el pueblo. Los detalles de cómo preparar, y cómo cruzar son minutas. No hay bailando, cayendo, saltando, clamando, no hay gente frenética. Hay orden. Y qué anticipación entre los hijos de Israel. Después de sufrir en el desierto, Dios ha preparado esta tierra. Ha bendecido esta tierra, para que fluye con leche y miel, y da una cosecha abundante. Y ahora el único Dios fuerte va a hacer parar las aguas para que pase su pueblo. Que gozo. Pero mira cómo pasan, en solemnidad y reverencia.
Vs. 2-4 El arca del pacto es prominente en el cruzar del Jordán. Se menciona 9 veces en capítulo 3, y 7 veces en capítulo 4. El arca del pacto representa la presencia de Dios, el principio Emanuel, Dios con nosotros, yo seré su Dios, vosotros seréis mi pueblo. Y Jesús según el Nuevo Testamento es Emanuel, Dios con nosotros. El arca representa esto, que Jesús es con nosotros.
El arca era aproximadamente 1 metro de largo, y 70 centímetros de ancho y alto. Llevado por varas en medio de anillos y Moisés proclamó cuando movió. Num 10:35-36 ¨Y fue, que al moverse el arca, Moisés decía: Levántate, Jehová, y sean disipados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen. 36 Y cuando ella asentaba, decía: Vuelve, Jehová, a los millares de millares de Israel.¨
Dibuja tabernáculo y símbolos. El arca del pacto es un cajón de madera dura lo que habla de la humanidad de Jesús. Es tapado con oro, lo que habla de su deidad. Adentro era la vara de Aarón que floreció, las 2 tablas de la ley, el vaso de maná. Y tuvo una tapa. 2 querubines estaban moldado en la tapa como protección divina, y Dios moraba en medio. Había un asiento para que un hombre podía sentarse allá, Jesús. Y en un día cada año, el día de propiciación, el sacerdote regó sangre en el propiciatorio para quitar el pecado del pueblo, la sangre representa la sangre de Jesús, y la misericordia de Dios. Una víctima inocente podía morir por el pecado del pueblo, como un sustituto. Jesús es nuestro sustituto, nuestro sacrificio inocente.
Este era el tabernáculo en el desierto. Y sobre el tabernáculo había la columna de nube de día, y el fuego de noche, para guiar al pueblo de Israel por la presencia de Jehová Dios.
Cuando cruzan el Jordán ya no habrá una nube de día ni fuego de noche. Las personas no mirarán a la carta muerta de la ley, sino vivirán por fe en Dios. Moisés está muerto. La ley no puede llevar a nadie a la tierra prometida. La ley perece en el desierto. Josué, un tipo de Jesús, guiará a su pueblo. El arca que la gente nunca había visto, solo había escuchado de esto, y ahora están dirigidas a mirar al arca. Mira a Dios! Ten fe en Dios. Él va a dar la victoria. Dios guiará a la tierra prometida. El arca del pacto pasará en adelante, con la gente atrás, para que todos pueden ver.
Los levitas tenían que trabajar donde se fue la columna de nube o el fuego para mover todo. Los hijos de Coat cuidaban el arca. Num 3:29-31 Las familias de los hijos de Coat acamparán al lado del tabernáculo, hacia el sur; 30 y el jefe de la casa del padre de las familias de Coat, Elizafán hijo de Uziel. 31 Y a cargo de ellos estará el arca, y la mesa, y el candelero, y los altares, y los vasos del santuario con que ministran, y el velo, con todo su servicio.¨ Pero aquí, antes de entrar la tierra prometida, los hijos de Coat no tapan todos los artículos del arca. Ahora los sacerdotes hacen esto. Los sacerdotes son los representantes de Dios. Y ellos llevan el arca cuando entran la tierra prometida. El arca es un tipo de Jesús, y Dios morando en su pueblo. Esta es la vida victoriosa en Cristo. Esta es otra época donde la ley no entrará la tierra prometida. Los 10 mandamientos no pueden salvar. Solo Jesús salva, y fe en su sangre. Mira al arca. Mira a Jesús y únicamente a Jesús. Pero la victoria, aunque viene por fe, a menos que nos olvidamos, la fe tiene obras, obras de obediencia.
Mira al arca y sigue. Mira a Jesús y sigue. Estaban en sus tiendas por 3 días. Cuando ven que los sacerdotes van, siguen. Dios es un Dios de orden, queda atrás un kilómetro para que todos los 2 millones pueden ver y mirar al arca, a Dios, a Jesús, y al tipo de Jesús, Josué.
En ese tiempo que los sacerdotes iban a entrar el Jordán con el arca, el Jordán era un kilómetro de anchura, en tiempo de diluvio. Hoy en día es casi seco. Pero esta temporada era diluvio, en la primavera cuando la nieve de Monte Líbano estaba descongelando y haciendo crecer el Río Jordán. El Jordán descendió a un valle profundo. Las aguas llenaban el río y creció hasta la orilla. Y ahora Josué manda al pueblo.
5 – Santifícate, significa Sepárate, para el trabajo de Dios porque mañana Dios hará maravillas. Para Israel esto significa confianza en Dios. Tener fe en él. Era una santificación espiritual, y no como otras santificaciones del pueblo que consistía en los lavamientos de la ley: lavar la ropa, lavar el cuerpo, dejar de tener relaciones matrimoniales, lo que eran lavamientos ceremoniales. Esta era una santificación del corazón. Para probar que no eran como sus padres, quejando contra su líder Moisés, y quejando contra Dios en el desierto. Para probar que esta generación recibirían la promesa por la fe en Dios.
No leemos que los hijos de Israel dijeron que el Jordán era demasiado grande, aunque era. No leemos que estaban asustados por morir en sus aguas. Esta gente, en este momento, tuvo fe en Dios. Esta generación cruzaría el Jordán para tomar posesión de la tierra que había sido prometido a ellos más que 400 años en antes. Dios haría su nombre conocido otra vez con un milagro de lo cual todo el mundo conversaría por tan largo que esta tierra existe. Pero primero, Dios pasaría por su pueblo.
6 – El arca sube en las varas, los querubines brillan en el sol, el propiciatorio va delante del pueblo, y la presencia de Dios es con su pueblo, guiándoles a la victoria. Dios dice, yo te voy a magnificar. Josué seguía a Moisés por 40 años. Josué era un siervo, y ahora Josué es un líder. Para ser un líder, primero hay que ser un siervo. Hay que barrer el piso, hay que limpiar la tasa del baño. Hay que servir, tal como Josué servía a Moisés. Y ahora Dios usa a Josué en gran manera.
7 – comenzaré a engrandecerte. El cruzar del Jordán es el primero de las maravillas que Dios hace con su representante Josué. Como Dios partió las aguas del mar Rojo con la vara de Moisés, ahora va a parar el corriente del Jordán por el arca del pacto. Y como el pueblo reconoció que Moisés fue bendecido y engrandecido por Dios, ahora verían esto con Josué.
8 – 10 Josué añadió. Josué muestra su fe en Dios. Que Dios va a quitar los pueblos malvados de la tierra prometida. Tal como Josué quiso entrar en antes, cuando 10 de los espías dijeron que la gente de Canaán era demasiado grande y fuerte para conquistar, Josué creyó en el poder de Dios para dar la victoria. Y todavía con la espada de Dios Josué está listo para entrar la tierra que Dios ya había dado a su pueblo.
11 – 16 Este milagro es diferente que el partir del Mar Rojo cuando Moisés puso su vara sobre las aguas del Mar. Aquí, con la fuerza del corriente, los sacerdotes tienen que mostrar fe en entrar al agua. Y cuando entraron con sus pies, llevando el arca del pacto, Dios hizo parar las aguas y eran como una montaña.
17 – un monte de agua en Adam, 30 kilómetros más allá, los sacerdotes pararon en tierra seca con el arca del pacto, sin lodo, hasta que todos pasaron. Dios hace su obra perfecta. Secó la tierra. Y no como aquí, cuando yo no puedo llegar ni un día a esta iglesia sin ensuciar mis zapatos con lodo, los hijos de Israel pasaron por medio de las bancas del Jordán que había estado lleno de agua hace pocos minutos, llegando con pies limpios.
La vida victoriosa en Cristo es sobre otras personas. La carga del arca para cuantas horas hasta que todos pasaron. Vemos los sacerdotes llevando las cargas de otros. ¿Cuánto tiempo demora para 2 millones pasar al otro lado? Horas. Y todo este tiempo los sacerdotes parados en medio del Jordán con el arca del pacto, confiando en Dios que esa montaña de agua en la distancia no caería sobre ellos como los muros del Mar Rojo cayeron sobre los egipcios, matando a todos. Conquistando para Cristo. Esta es la manera.
Hay una ilustración sobre este que escuché recién por la primera vez. Cuando los ingenieros hacen el modelo por un puente, toman consideración de 3 pesos, peso muerto, peso vivo, y peso sísmico. Peso muerto es todo lo que entra para construir el puente, el cemento, la arena para mezclar, el hierro, el acero, el asfalto. El puente tiene que sostener su propio peso. Además de esto es el peso vivo. Esto incluye todo lo que va a pasar sobre el puente, sea personas, carros, camiones, trenes. El puente tiene que sostener el peso de todo esto. Y además de esto es el peso sísmico. Si hay una tormenta, un huracán, un tornado, el puente tiene que sostener la fuerza de esto. En esta ilustración, el peso muerto representa un nuevo creyente. Un nuevo creyente es capaz, por la gracia de Dios, para sostenerse en la fe. Pero tiene mucho para aprender, hay muchas maneras en que necesita crecer en la fe para llevar las cargas de otros. Este es el peso vivo. Este es lo que significa vivir la vida cristiana victoriosa, conquistando para Cristo, muriendo a ti mismo, y viviendo para otros. Como estos sacerdotes en medio del Jordán mientras todo el pueblo cruza mirándoles. Pero hay otro peso más. El peso sísmico. El cristiano victorioso tiene que pararse en medio de los huracanes, los tornados, y todo ataque del diablo y sus miñones, en medio de toda persecución quedar firme. ¿Cómo hacemos esto? Este mismo pasaje nos dice cómo.
Aplicación:
1 – Déjanos levantar temprano como Josué en poner en orden el pueblo. Déjanos levantar temprano como David quien dijo en Salmo 5:3 Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración delante de ti, y esperaré.¨ Y déjanos con Jesús luchar en la oración antes que sube el sol. Y esto para que podemos prepararnos para tener la vida abundante. La vida cristiana victoriosa. No ser miserable, sino victorioso. Esta es la vida que Dios quiere para sus hijos. Como Canaán era la tierra que fluye con leche y miel, que Dios mismo preparó para dar una cosecha abundante, nosotros debemos llevar fruto a Dios.
Y como vemos que todo Israel está viendo al arca, a la presencia de Dios, nuestra atención también debe estar enfocado en Dios. Y mientras miramos a Dios, hay una sola manera para mirarle, y eso es, en obediencia. Adentro del arca eran las 2 tablas de la ley, en que Dios escribió los 10 mandamientos con su propio dedo. Con Dios es su santa ley. Y si queremos la vida victoriosa, la clave al éxito no es un secreto. Dios quiere obediencia a su ley. Vemos esto con Israel. Dios prometió la tierra de Canaán a Abraham. Pero a causa de la desobediencia del pueblo y su falta de fe en Dios, la generación rebelde cayó muerto en el desierto. Sus hijos heredarían la promesa. Y no es diferente con nosotros.
Para pensar que podemos vivir según nuestros propios pensamientos, y no los de Dios escrito en su palabra, es equivocarse en gran manera. Decir que no voy a asistir el culto y la administración de la palabra de Dios este día porque tengo que hacer tal cosa, es una afrenta a Dios. Para descuidar nuestro deber diario de meditar en la palabra y acercar al trono de Dios en oración, es un camino seguro a la debilidad. Josué se levantó temprano dice verso 1. David se levantó temprano. Jesús se levantó temprano. ¿Cuantos entre nosotros nos levantamos temprano para meditar en su palabra, para velar en oración? Cruzar el Jordán es para los fieles. Puedes quedar en el otro lado, débiles, y muertos como la generación incrédula, o puedes ser un vencedor, cruzando el Jordán y viviendo la vida victoriosa en Cristo por la fe, pero por la fe que tiene obras de obediencia.
5 – Josué mandó al pueblo, santifícate. Si quieres que Dios haga maravillas en tu vida, sepárate, santifícate. Mortifica, Mata las obras de la carne Pablo dice en el Nuevo Testamento. ¿Cómo? Vida victoriosa. Tú santifícate. Tú sepárate para servir a Dios. Tú mata las obras de la carne. Pelea para recibir la recompensa. Va a Dios. 139:23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos:
Sal. 139:24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.¨ Manso, hambre y sed de justicia, que odian al pecado. Estás andando en este mundo con la vida victoriosa. ¿Puedes decir que Dios ha hecho lo que la Escritura dice que puede hacer? Limpieza diario por el lavamiento de la palabra de Dios. Santificate, versículo 5. 2 Co 7:1 Así que, amados, teniendo tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. 2Ti 2:21 Así que, si alguno se limpiare de estas cosas, será vaso para honra, santificado, y útil al Señor, y preparado para toda buena obra.¨ La palabra de Dios nos lava, somos regados por el hisopo por la confesión del pecado, y seremos útil para Dios si cada mañana nos levantamos temprano para meditar en las Escrituras y buscar la cara del Omnipotente.
Y tal como Israel quitó los heteos, heveos, ferezeos, gergeseos, amorreos, jebuseos, cananeos y los otros pueblos de Canaán, si guardamos la ley de Dios, si seguimos el ejemplo dejado por nosotros por Josué, por David, por Jesús, Dios quitará todo tu temor, toda tu envidia, todo tu ira, todo tu pecado. El quitar de los pueblos de Canaán es un cuadro de Dios quitando todo nuestro pecado. Y como Dios cumplió su promesa a la iglesia del Antiguo Testamento, entregando la tierra prometida a las simiente de Abraham, Dios también nos dará la vida victoriosa, si caminamos por fe en obediencia.
Josué 5 – El Dios del Pacto
Los sacerdotes de Israel, bajo el orden de Dios, pusieron sus pies en el río que estaba un kilómetro de anchura, y cuando sus pies fueron bautizados en el agua, las aguas retrocedieron en un montón. Los hijos de Dios vieron el poder del Todopoderoso y se regocijaron. Y la gente al otro lado del Jordán, adonde estaba yendo el pueblo de Dios, ellos también vieron el montón de agua. Ellos habían escuchado sobre el Dios que partió el Mar Rojo 40 años antes, y después que Israel pasó, con todos los hombres, mujeres, niños, bebes, animales, y botín de los egipcios, el ejército egipcio cruzó, y cuando el ejército estaba en medio de los dos muros de las aguas, Dios cerró las aguas sobre ellos y mató a todos. Estas personas al otro lado del Jordán escucharon cómo Israel tumbó el Rey Og, y cómo derrumbó el rey Sehón, y ahora viendo esto, el montón de agua y Israel cruzando a su propia tierra, donde ellos viven, para tomar posesión de la tierra, se asustaron. Mire a lo que dice en verso 1.
1 – En el pacto de Abraham, de lo cual podemos leer en Génesis capítulo 12 en adelante, Dios hizo 4 promesas a Abraham, tierra, hijos, bendición, y el principio Emanuel, yo seré tu Dios. Ahora, más que 400 años después de la promesa, Israel va a heredar a la tierra. Ya han cruzado el Jordán y entraron a la tierra prometida de Canaán. La gente de Canaán, viviendo en la tierra prometida a Israel en el pacto Abrahamico, la tierra que fluye con leche y miel, viendo este milagro del único Dios fuerte de hacer amontonar las aguas del río, desfalleció su corazón. Esta gente está desanimado. Ven a Israel, ven el poder de Dios, y su corazón se cae al suelo. Esta gente ya está destruida.
Y el pensamiento humano es vamos a destruirlos. Están caídos. Ataquemos mientras están desanimados. Vamos a conquistar la tierra que Dios nos ha dado. Dios es grande, Dios es fuerte, Dios es con nosotros, acabamos con esta gente. Vamos a la guerra. Esto es lo que dirá el general humano. Pero Dios tiene otro pensamiento.
Pero antes de ver el plan de Dios, lo que es hacer esperar a su pueblo, y no atacar, sino ser santificado antes de comenzar su misión y heredar la promesa de la tierra, miremos a estos malvados en Canaán. Dios ha mostrado que él es el Dios Todopoderoso. Él es el Dios que vence todos los dioses falsos. Él es el Dios que para las aguas, que las hace amontonar, que vence los reyes, que hace caer maná del cielo, y hace salir agua de la roca. ¿No piensas que estos malvados van a decir, yo quiero seguir este Dios? Este Dios es grande y fuerte, es maravilloso, yo quiero ser en el lado de este Dios. En él es la salvación. Pero no, qué hacen. Temen pero no se arrepienten. Ellos deben seguir el ejemplo de Rahab. Rahab tuvo fe en Dios. Rahab dejó la maldad de su pueblo para seguir a Jehová Dios. Ella dijo, hemos escuchado como Dios partió el Mar Rojo. Y ahora todos vieron el montón de aguas. Pero Rahab era la única que confía en Dios. Por eso vemos aún aquí, que muy pocos se arrepienten de su pecado. Pero en vez de mandar a su pueblo a destruir a estos moradores de la tierra, Dios tiene otro plan para su pueblo.
2 – 7 Circuncidaron a 700,000 hombres. Demora 11 días para viajar del Mar Rojo al Río Jordán. Pero Israel andaba en el desierto por 40 años. Su desobediencia y falta de fe era la razón que no entró la tierra prometida de Canaán. Leemos Gen. 17:7-14 para ver la importancia de esta señal de circuncisión, lo que significa a Dios, este es mi pueblo amado. Este es el sello que este es mi pueblo, que yo amo a mi pueblo, y que ellos van a heredar a las promesas. Muchos adentro de la iglesia del Antiguo Testamento, la mayoría de los israelitas, no eran hijos de Dios. Fueron circuncidados pero no están en el cielo. Y eso es porque para ser un hijo verdadero de Dios se necesita la circuncisión del corazón de Deut. 10.
Ellos que salieron de Egipto fueron circuncidados, pero se murieron en el desierto. No recibieron la promesa. No heredaron la vida eterna. La circuncisión no les salvó. Es la fe que salva, y no tenían fe. Aunque eran miembros del pacto exterior, en el corazón eran hijos de Satanás. Cayeron muertos en el desierto. La circuncisión no les salvó. Se murieron porque no tenían fe, y sus cadáveres cayeron muertos sin heredar las promesas. Estos desobedientes ni circuncidaron a sus hijos.
Circuncisión no salva. Somos salvos por medio de la fe. Circuncisión, como dice en Romanos 4:11 era un sello de la justicia de la fe. La circuncisión era una señal de fe, una señal que esa persona estaba en un pacto con Dios. Y la circuncisión era para bebes de 8 días. Cuando el bebe creció y era mayor, si no tenía fe, no iría al cielo. Para ir al cielo es necesario tener fe, en el tiempo del Antiguo Testamento y ahora en el tiempo del Nuevo Testamento. La señal del pacto es la señal exterior de entrada en la comunidad del pacto, la iglesia. El Apóstol Pablo dice que la señal es para sellar las promesas que Dios hizo en su pacto (Rom. 4:11).
Circuncisión Espiritual: Mientras la circuncisión es un acto físico, tiene y siempre ha tenido significado espiritual. Por eso Moisés dijo a Israel circuncida tu corazón. Moisés estaba diciendo, limpia tu pecado. Arrepiéntete. Purifica tu alma. La circuncisión espiritual es el nuevo nacimiento. La circuncisión espiritual pasa cuando Dios quita tu pecado por medio de la fe, y te da la justica de Jesucristo. La circuncisión espiritual significa salvación. Y la circuncisión de la piel es una señal de ese cambio. Es una señal de fe, un sello de fe. Una señal que la persona es un hijo de Dios. Pero como dije antes, cada judío que estaba circuncidado no era salvo, no fue al cielo. La razón es la necesidad de fe. Fe es lo que salva. La señal del pacto, la circuncisión no salva. Solamente es una señal del pacto. Una señal de fe, un sello de fe. Y por eso ahora Dios manda que los hombres son circuncidados. Es una señal de limpieza de pecado y fe en Dios. Es la señal que este es el pueblo de Dios. Y ahora, justo antes de heredar la promesa de conquistar a Canaán, Dios muestra que su pueblo ha sido santificado, y para confirmar esto da el sello de la circuncisión.
Dios es fiel a su pacto. Y ahora que Israel cruzó el Jordán para heredar la tierra, se hace acordar a Israel la promesa que dio a Abraham, y la selló con la señal de circuncisión. Dios prometió a dar la tierra, y ahora Dios la va a dar. Israel puede confiar en él. Y este es una señal que Dios es con Israel.
Pero ahora están en medio de sus enemigos debilitados por la circuncisión. En Génesis 34 leemos sobre los efectos de la circuncisión en el hombre. Simeon y Levi engañaron al hombre que violó a su hermana Dina y después cuando todos los hombres del pueblo estaban recuperando, entraron y mataron a todos. Después de la circuncisión el hombre sufre y es inútil. Pero Dios puso temor en el corazón de la gente de Canaán por lo que no atacaron a Israel. La sabiduría de Dios no es como sabiduría humana. Corazones del pueblo más importante que sus cuerpos.
8 – 9 – Y ahora en Gilgal, Dios les manda que se circunciden. Gilgal significa rodar fuera, lo que habla sobre la manera de circuncidar en rodar la carne. También habla sobre rodar fuera el pecado, como la circuncisión es una señal de la limpieza del pecado. Y es un hecho que las mujeres que se casan con hombres circuncidados tienen un nivel más bajo de cáncer del útero que mujeres que se casan con hombres no circuncidados.
Pero Calvino dice que Gilgal se refiere a su salida de Egipto, que algunos dijeron que los israelitas eran rebeldes contra la autoridad. El asunto de Calvino es que Dios dio la señal de la circuncisión antes de entrar a Egipto, y los hombres entraron su esclavitud circuncidados. Y ahora Dios está confirmando con la circuncisión que Israel no era rebelde contra la autoridad de Egipto, lo que Dios prohíbe, rebelar contra los gobiernos o autoridades mundiales, sino era su propio plan librar su pueblo y salvarlos de su opresión en Egipto.
10 – Fue prohibido para una persona no circuncidado celebrar la pascua, lo que era la fiesta anual para celebrar la manera que Dios rescató a su pueblo de su servidumbre en Egipto, enviando el ángel de la muerte para matar a cada primogénito en las casas en Egipto sin sangre regado en los postes de las puertas. Los israelitas sacrificaron un cordero en Egipto y regó la sangre, un símbolo de la sangre de Jesús lo que salva de la muerte. Y esto hizo cada año después. Pero Dios les permitió celebrar la pascua aunque no eran circuncidados en el desierto, tal como ofrecieron sacrificios en el tabernáculo sin ser circuncidados lo que también era contra la ley.
Y aquí tenemos 2 sacramentos del Antiguo Testamento, la pascua y la circuncisión. Hoy la cena del Señor ha reemplazado la pascua, Jesús aún cambió el sacramento mientras estaban celebrando la pascua, y el bautismo ha reemplazado la circuncisión.
11-12 La maná que Dios hizo caer del cielo milagrosamente ya se acabó. Su propósito no era eterno, sino para mostrar la mano amorosa y fiel de Dios mientras Israel andaba en el desierto. Dios cuidó la iglesia en el desierto. Pero ahora entraron a Canaán, y comieron del fruto de la tierra. Ciertamente había espigas en la tierra que Israel conquistó de los 2 reyes de Og y Sehón.
13 – 14 Ahora que Israel va a empezar una gran guerra contra los malvados viviendo en Canaán, Dios confirma a su líder Josué que Dios mismo irá delante de ellos a la guerra. Este hombre que aparece a Josué es Dios mismo, es Jesús. Josué le adora. No es permitido adorar a otro ser creado. Pero el príncipe del ejército de Jehová no es un ser creado, no es un santo ángel, a quien es prohibido de adorar como el apóstol Juan aprendió en el libro del apocalipsis, sino este es nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Jesús viene para confirmar el pacto. Jesús viene para asegurar a Josué que Dios ha reafirmado su pacto con Israel. Jesús viene como un Mediador entre el Padre y su pueblo amado de Israel. Y en su papel como Mediador, es verdad que Jesús es inferior al Padre. En su trabajo o funciones en el pacto de gracia, Jesús es subordinado al Padre. Esto Jesús hizo voluntariamente. Pero en su naturaleza, no hay diferencia entre Jesús y el Padre. Jesús y el Padre y el Espíritu son de la misma sustancia, un solo Dios, en tres personas.
Y Josué dice ¨mi señor¨, también mostrando que este hombre es mayor que Josué. Aunque está en la forma de un hombre, es el segundo miembro de la Trinidad, Jesús.
15 – tierra santa. Ex. 3:5, sal 95:11, 132:11, palestina hoy día se llama tierra santa. Fidelidad a su pacto. Nunca pudo acercar directamente a Dios, solo con un Mediador. Ahora nuestro Mediador es Cristo.
No es la primera vez que Jesús aparece. Gen 18,1 gen. 32,24 con hosea 12,4 y aquí dice príncipe del ejercito mientras van a atacar a Jericó. Matt. 26,53, 2 kings 6,15-17, gen 32, 1-2
Dios tiene el derecho sobre Josué, y no Josué sobre dios, por eso Jesús dice no estoy para ti ni para tu enemigo, tú eres para mí Josué! Sígame, y vas a entrar a la tierra prometida, la tierra de Canaán.
Aplicación
El entrar a Canaán es un cuadro de entrar el cielo. Para entrar la presencia de Dios hay que ser santo, justo, delante de Dios. Santificado, capítulo 3 versículo 5, y ahora el rito de la circuncisión, la señal del pacto. Circuncisión – limpieza figurativa, simbólica, de la limpieza del corazón. Y esto es el bautismo del Nuevo testamento en Col. 2.
El Bautismo Reemplaza La Circuncisión – Leamos Colosenses 2:11-12. En quien también sois circuncidados de circuncisión no hecha de mano, en el despojamiento del cuerpo del pecado de la carne, en la circuncisión de Cristo. Sepultados con Él en el bautismo, en el cual también sois resucitados con Él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
Vemos que el bautismo ha reemplazado la circuncisión como la señal del nuevo pacto. La señal del pacto en el antiguo testamento era la circuncisión, y ahora la señal del pacto es el bautismo. En Deuteronomio 10, Moisés dijo, circuncida tu corazón. Esto se refiere a la circuncisión espiritual, o regeneración, el nuevo nacimiento. Moisés, en decir circuncida tu corazón, estaba diciendo, arrepiéntete y tenga fe para recibir perdón de pecado. Circuncida tu corazón. La circuncisión espiritual y el bautismo espiritual es la misma cosa, se refiere a la regeneración, el nuevo nacimiento. ¿Cuál es la señal de la circuncisión espiritual? Es la circuncisión de la carne. ¿Y cuál es la señal del bautismo espiritual? Es el bautismo en agua.
Y la señal de la circuncisión que recibió Israel al entrar la tierra prometida, tiene significado en que el bautismo es la señal que recibimos nosotros al entrar el pueblo de Dios, la iglesia, en que somos herederos de Canaán espiritual, el cielo.
1 Pedro 3:21 es otro versículo en que Pedro utiliza lenguaje del pacto. ¨El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva…¨ Pedro dice que el bautismo salva. Te acuerdas en Génesis 17:10 que Dios dijo, este es mi pacto, que estás circuncidado. La circuncisión no era el pacto, era la señal del pacto. Pero la señal del pacto y el pacto son tan unidos que no es posible tener uno sin el otro. Aquí el Apóstol Pedro está diciendo la misma cosa. El bautismo te salva. Sabemos que el bautismo no salva a nadie. El bautismo es la señal del pacto, y Pedro hace la misma cosa con el bautismo que Dios hizo en Génesis 17 con la circuncisión. En el próximo versículo Pedro dice que el bautismo en agua no salva, para que nadie quede confundido. Es el nuevo nacimiento que nos salva, en que recibimos la gracia de Dios por medio de la fe.
El bautismo es una señal de esto, nueva vida en Jesucristo, dado a nosotros por la obra del Espíritu Santo en nuestros corazones. Esta señal del bautismo es riquísima. Tiene bastante significado. Perdón de pecado, nueva vida en Cristo, recibir el Espíritu Santo, somos miembros del pacto de Dios, miembros del pueblo peculiar, su iglesia. Dios, tal como estaba con Israel cuando el pueblo entró la tierra prometida, cruzando el Río Jordán, es con nosotros. Podemos acordarnos de nuestro bautismo y las promesas que Dios nos ha dado en su pacto.
Y cuando hacemos esto, es importante que nos acordamos de nuestras responsabilidades en el pacto que Dios ha hecho con nosotros. Primero necesitamos obedecer. Sea santo, porque yo soy santo dice Dios. Estamos llamados a la santidad. Dios ha quitado nuestro pecado y sigamos luchando contra el pecado, matando la tentación y destruyendo el cuerpo del pecado para vivir para Jesús. Esta es la razón que los padres de estos israelitas que cruzaron el Jordán para entrar la tierra prometida de Canaán, se cayeron muertos en el desierto y no entraron a Canaán, por ser desobedientes e incrédulos. Nosotros tenemos la responsabilidad de tener fe y obedecer. Y esta responsabilidad no está limitada a nosotros mismos, sino es más ancho que eso.
De 6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es: Deu 6:5 Y amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Deu 6:6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: Deu 6:7 Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes: Deu 6:8 Y las atarás por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos: Deu 6:9 Y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas.
Ahora que nos regocijamos en esta ceremonia de bautismo en que sellamos las promesas de Dios a nosotros como su pueblo, déjanos también acordarnos de nuestras responsabilidades de enseñar a nuestros hijos, entrenándoles a seguir a Dios con todos sus corazones, hablando en nuestras casas sobre la misericordia de Dios, su bondad, amor, y gracia, y siendo buenos ejemplos para ellos, para que ellos nos siguen, mientras nosotros seguimos a Cristo. No ser como ellos que salieron de Egipto que eran circuncidados, y después cayeron muertos en el desierto sin heredar las promesas. Mi esperanza para nosotros es que entramos la tierra prometida, y que algún día todos nosotros estamos reunidos alrededor el trono celestial de Dios alabando a nuestro Señor.
Josué 6 – Victoria sobre Jericó por fe, obediencia y paciencia
El general militar Josué desarrolló una estrategia para conquistar a Canaán. El pueblo de Israel ya cruzó el Río Jordán. Y ahora la campaña empezó. El plan de Josué era dividir Canaán en 2 partes, el norte y el sur. Cuando el enemigo fue dividido, Israel destruiría sus enemigos al sur, y después al norte. Pero para dividir a sus enemigos era necesario conquistar a Jericó. Era una ciudad fuerte, con muros altos. Pero no podían pasar por alto dejando un enemigo tras ellos. La única opción era atacar a Jericó.
Generales humanos habrían dicho, necesitamos escaleras para trepar los muros. Otros todavía, no escaleras, necesitamos cortar un árbol para golpear la puerta de la ciudad y tumbarla. Pero Josué no necesitaba a generales humanos. Dios estaba con Josué. Y el plan de Dios era marchar alrededor la ciudad en silencio por 7 días, y al tocar la séptima trompeta gritar, porque Dios ha dado la ciudad. La única manera que Israel podía conquistar a Jericó era si Dios mismo lo hizo.
Todo lo que ha venido antes de conquistar a Jericó era preparativo. Ahora Israel va a empezar su misión de tomar la tierra prometida que Dios prometió en el pacto abrahamico, la tierra de Canaán. Y el cruzar el Jordán con el montón de agua, el celebrar los 2 sacramentos de la circuncisión y la pascua hicieron a Israel listos para la vida victoriosa. Y el nuevo cristiano quien es bautizado y celebra la cena del Señor (la circuncisión y la pascua del Antiguo Pacto), ahora está listo para empezar su guerra espiritual por fe, y tomar posesión de su herencia. Este es el cuadro antes de nosotros. La guerra en Jericó representa nuestra guerra espiritual. Por eso es importante ver cómo Dios maneja la guerra, para que como Israel tuvo victoria sobre Jericó, nosotros podemos estar seguros de la victoria en la guerra espiritual de nuestras vidas.
Jericó era una ciudad fuerte, un bastión de Canaán. Y para Israel, era necesario conquistar a Jericó para heredar la promesa de recibir a Canaán. Y la manera que Israel ganó la victoria era por fe, obediencia y paciencia. Y si queremos la victoria en nuestras vidas, victoria sobre tristeza, victoria sobre desesperación, victoria sobre preocupación, sobre temor, sobre envidia, sobre ira. No es necesario ir lejos encontrarla. Tenemos la respuesta aquí. Caminamos por fe, en obediencia, con paciencia.
Antes de salir de Egipto, Dios apareció a Moisés en Éxodo 3 prometiendo la victoria, Y antes de entrar a Canaán, aquí al fin de capítulo, 5 Jesús apareció a Josué con el consuelo que él mismo va a guiar al pueblo a la victoria.
1-Jericó estaba cerrada, bien cerrada. Viendo el montón de aguas e Israel cruzando el Jordán en tierra seca, el pueblo se asustó y se desmayó su corazón. Toda puerta estaba cerrada, todo cerramiento hecho seguro. Nadie entraba y nadie salía. Pero qué son los preparativos del hombre contra el Dios que para el agua de los ríos. Salmo 127:1. Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guarda.
2-Dios confirmó que la ciudad seria suya. Pero no se olviden cómo pasó todo esto. Israel tuvo fe. Y mostró su fe por obediencia. Israel hizo todo según la palabra de Dios. Los detalles pequeños en cruzar el Jordán, la circuncisión y la celebración de la pascua. Esta era prueba de su fe en Dios. Y ahora tienen fe en la palabra de Dios, Él dará la ciudad. Pero mire cómo. Esta es fe.
3-5 Vas a tomar posesión de la ciudad. Pero no vas a tirar flechas. No vas a tumbar las puertas con un árbol. Vas a marchar alrededor la ciudad. Esta es fe, sin quejar: Pero Dios, marchar no va a matar a nadie. ¿De qué hablas Dios? Esta es fe. Y tal como Dios usó un joven con una piedra para tumbar el gigante, Dios usa sus propios métodos para dar la victoria a Israel. Y Dios muchas veces obra por cosas no estimadas de este mundo. Los discípulos eran pescadores. El Salvador del mundo un carpintero. Esta victoria contra Jericó vendría de Dios. Y por eso el arca del pacto, lo que representa la presencia de Dios, va delante del pueblo. Josué ya vio a Jesús quien le apareció como el príncipe del ejército de Jehová. Y ahora todo el pueblo ve a Dios en el arca delante de ellos. La victoria viene de Dios.
Cuando miramos a Dios en fe tenemos la victoria. Nuestro espíritu está bien en toda circunstancia. Es cuando bajamos nuestros ojos de él al mundo que tenemos el problema. Estamos preocupados por nuestra situación mundial. Muy pocos vienen a la iglesia. Qué voy a hacer que no tengo dinero. Esperaba que esto estuviera diferente. Y nos decepcionamos porque ya no estamos mirando a Dios en fe. Ya no confiamos en él, que Él es nuestro Padre celestial, Él sabe lo que sufrimos, Él nos sustenta, y en toda circunstancia nos da paz y contentamiento. Pero esta vida victoriosa solo viene si cumplimos nuestros deberes. Si obedecemos. La fe no es sola. La fe tiene obras. Y ese es el tema de esta historia. Cómo tener la vida victoriosa. Cómo conquistar. Primero por fe, Segundo en obediencia, y tercero con paciencia.
Si cada día leemos su palabra, y cada día buscamos su cara en oración, y enfocamos en él quien no cambia, viviremos la vida victoriosa, y no estaremos decepcionados. Si tu espíritu no está bien, si estás preocupados, o temeroso, o triste, o enojado, contesta la pregunta, en qué es tu enfoque. Te levantas temprano para estudiar la palabra, para velar en oración y estar involucrado en las obras de Dios como Josué, o te levantas para ocuparte en cosas del mundo? Si es lo posterior, no es una sorpresa que no tienes el gozo y paz que Dios da. Luk 12:29 Vosotros, pues, no os preocupéis qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni estéis ansiosos. Luk 12:30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Luk 12:31 Mas buscad primeramente el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. Luk 12:32 No temáis, manada pequeña; porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
6-9 La trompeta es un símbolo de una voz. Is. 58:1 Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. Y en Jer 6:17 Puse también atalayas sobre vosotros, que dijesen: Escuchad el sonido de la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos.¨ Las trompetas advierten de juicio como vimos en Apocalipsis 8 a 10. Y ese es el propósito del predicador con su voz, pronunciar juicio contra el pecado. Eso es exactamente lo que significan estas trompetas fuera los muros de Jehová. Dios es harto con el pecado de este pueblo. La gente de Canaán morirá. Hay una gran guerra en este mundo entre las fuerzas de Dios y las fuerzas de Satanás. Todos están en un lado o el otro. Y un trabajo del predicador es sonar la trompeta en advertir a huir del pecado, o la ira de Dios caerá sobre ti.
Pero el segundo trabajo del predicador es pronunciar consuelo y victoria por el pueblo de Dios, lo que viene por fe en obediencia con paciencia.
10-Esta era una prueba. No sería fácil quedar callado por tanto tiempo. Pero era un tiempo solemne por 2 razones. Uno es que Jehová Dios estaba en su presencia. El arca del pacto se fue delante de ellos. La promesa del pacto, el principio Emanuel, Dios con su pueblo. Y en su presencia Dios demanda reverencia. Lo que vemos en muchas iglesias hoy en día es una abominación. No hay orden. Dios es un Dios de orden. No hay reverencia. Dios es santo. Hay gente fuera de control, dirigidos por sus emociones en el culto en vez de por sus cerebros. Dios manda silencio y reverencia en su presencia. Si los serafines tapan sus caras en la presencia de Dios, criaturas sin pecado, cuanto más nosotros debemos portarnos reverentes en su presencia. Salmo 89:7 Dios terrible en la gran congregación de los santos, y formidable sobre todos cuantos están a su alrededor.¨ Más que esto, la gente de Jericó, parados en los muros, viendo abajo a Israel haciendo vueltas, ciertamente se burlaban de ellos. Un día pasa, 2 diás pasan, 3, 4, y todavía no ha pasado nada. Los soldados habrían dicho muchas cosas feas a Israel. E Israel no sabía por cuantos días era necesario hacer esto. La biblia no dice que Dios dijo en el séptimo día que daría la ciudad a Israel. Pero esta es fe. Esta es obediencia. Y esta es paciencia. En la presencia de Dios el pueblo quedó callado por siete días. Pero hay otra razón para este silencio también.
Juicio va a caer sobre Jericó. Es un tiempo para reflejar en la paga del pecado. Estos en Canaán son enemigos de Dios. Pelean bajo la bandera de Satanás. Ellos no escaparán el ojo de fuego de Jesús. El príncipe del ejército de Jehová peleará y no perderá. Es un tiempo solemne para contemplar las consecuencias del pecado. Y nosotros vemos las consecuencias del pecado todos los días. La razón por la muerte es el pecado. La razón por la enfermedad es el pecado. La tristeza en los hogares es un resultado del pecado. El pecado es el problema más grande del hombre. Es lo que separa al hombre de Dios y trae la ira de Dios sobre él. Y esto es lo que vemos aquí. En tu tiempo solo con Dios, te quedas callado, contemplando las consecuencias del pecado, y la destrucción que trae a personas, familias, ciudades, y naciones? Proverbios 4:14-15. No entres en la senda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos. 15 Déjala, no pases por ella; apártate de ella, sigue adelante.
11-No pasó nada. Mantengan silencio. En guerra todos están gritando, corriendo a la batalla. Pero Dios dice mantengan silencio. Caminan alrededor la ciudad y después tocan las trompetas. Es el sábado. 7 veces es el número perfecto o completo, simbólico como hemos visto en Apocalipsis. Dios está preparando a su pueblo. Los muros son altos y gruesos. El enemigo está esperando el ataque para botar piedras, combustible con fuego. E Israel está viendo a los muros, pensando que para mí es imposible subir este muro. Es imposible para mí ir al otro lado de este muro para ganar la victoria. Pero Dios hace lo imposible. Esta es la fe. Marchan en orden con el arca, la presencia de Dios, confiando en él. Y al mismo tiempo vemos su obediencia. Hacen exactamente lo que Dios manda. La victoria viene por fe. La victoria viene por obediencia. Y la victoria viene por paciencia. Israel no hablaba por 7 días. Haciendo vueltas cada día alrededor el muro. Y después de hacer la vuelta, el segundo día, y el tercer día. Y el cuarto día, no dijeron. Bástate Dios. 4 veces es suficiente. Tenían paciencia. No Quejaron como los israelitas que cayeron en el desierto. Espera, mantenga orden, ten paciencia, yo cumpliré mi propósito, dice Dios. Tal vez algunos de ustedes han estado esperando algo de Dios por años. Si Dios todavía no lo ha dado, es que él aún no quiere. Ten paciencia.
Tengo un amigo que estaba casado por 10 años antes de tener su primer hijo. Él pensaba que no podía tener hijos. No sabemos la mente de Dios en muchas cosas. No podemos saber su voluntad secreta. Pero ten fe en su palabra revelada. Obedece sus mandamientos. Y ten paciencia espera en Dios. Él cumplirá todo su propósito. Esta es la clave a la vida victoriosa y ganando nuestra guerra espiritual.
Hay una cosa más para anotar sobre esta ceremonia de hacer vueltas alrededor los muros de Jericó. Los sacerdotes no llevaban el arca. El arca estaba adentro no afuera. En el sábado era de descansar y no viajar. Esta era la ley. Pero aquí Dios muestra que la ley es una sombra de reposo en Jesús. No hay victoria en Jesús por la ley, es por fe en Jesús. Los sacerdotes llevan el arca. El arca no está adentro, sino afuera en plena vista. Y en el sábado Israel caminaba alrededor la ciudad. La ley no trae victoria. Esto viene por la fe.
12-Un clave al éxito es levantar temprano para estudiar la palabra y buscar a Dios. Pereza no es una característica de un buen cristiano.
13-14-Otra vez y otra vez caminan alrededor la ciudad, y no pasa nada. Están viendo arriba a los soldados de Jericó. Están viendo estos muros gruesos y altos. Y están callados, por 6 días hacen esto. Y qué gran diferencia vemos entre esta generación y la generación que cayó muerto en el desierto. Aquí nadie se queja. Cuando este método parece extraño al hombre fuerte que quiere atacar con flechas y espadas, a estas personas no parece extraño porque tienen fe. Confían en Dios para dar la victoria. Dios amontonó las aguas del Jordán. Y ahora Dios va a destruir a Jericó. Y esta gente tuvo paciencia. No hicieron una sola vuelta, o dos vueltas, no, cada día por 6 días hicieron vueltas. Muchas veces queremos apurar las cosas en nuestra vida en vez de esperar en Dios. Pero Dios tiene su tiempo para todo. Y es nuestra responsabilidad para esperar en él. Esto puede ser la verdad sobre una esposa que queremos encontrar, o dinero que pensamos que necesitamos. Nos apuramos en vez de esperar en Dios. Pero Dios en toda su sabiduría dice si tienes comida y ropa, sea contento con esto. El arropa las flores del campo. El da comida a los pájaros. No vales mucho más que un pájaro? Israel había esperado más que 400 años para conquistar a Canaán. Pero ellos tienen paciencia. Salmo 37:34 Espera en Jehová, y guarda su camino, y Él te exaltará para heredar la tierra: Cuando sean talados los pecadores, lo verás.
15-Es el sábado. El sábado era un día de reposo. Era contra la ley caminar como estos israelitas. Pero este es un cuadro de la vida victoriosa, heredando la tierra prometida. Esto no viene por la ley, sino por fe. La ley no puede salvar y no puede quitar el pecado. Y tal como el sábado era un tipo de reposo eterno con Dios, así es Canaán. Entrando a Canaán habla sobre la salvación y el reposo que tenemos en Jesús. Pero la ley no nos puede dar la victoria. Esto viene por medio de fe. Y esta es la manera que Israel conquista a Canaán. Es por fe, confiando en Dios que él va a dar la victoria aunque el pueblo solamente camina alrededor los muros de la ciudad. Pero fe verdadera obedece, y esto vemos en que Israel hace caso a cada detalle dado por Dios.
Vea el número 7 repetido tantas veces. 7 trompetas, 7 días, 7 veces. Dios creó por 6 días y reposó en el séptimo día. La entrada de Canaán es un tipo del reposo que el santo tiene en Jesús. Y como Dios reposó en el séptimo día, el santo reposa en Jesús.
16-20Antes que cayó la ciudad, Dios manda que gritan. Este grito también está hecho en fe. Fe, obediencia, y paciencia vemos en esta historia. Y podemos decir que no había ni un acto humano que dio esta ciudad a Israel, fue hecho completamente y únicamente por Dios. Era un milagro. Pero también podemos decir que los muros se cayeron a causa de la fe del pueblo. Hebreos dice esto. Heb. 11:30. Por fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días. Y también podemos decir que los muros cayeron por la obediencia de Israel. Y estos hechos no son contradictorias. Dios hizo tumbar las paredes. Dios hizo esto por la fe del pueblo. Y esta fe tuvo obediencia, cumpliendo todo detalle que Él mandó. Fe, obediencia, y también paciencia se muestra en la victoria sobre Jericó. Esta eran las 3 claves a la victoria para Israel, y también son 3 claves de victoria para nosotros. Porque sin fe es imposible agradar a Dios. Y Dios ama obediencia más que el sacrificio. Y ¨ Isa 40:31 pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.¨ Fe, obediencia, y paciencia.
Fe obra. Noé fue salvo por lo que tuvo fe en Dios. Y a causa de esa fe construyó el arca, obedeció, obró. Fe verdadera obra. Y cuántos años demoraba Noé en construir el arca, más que cien, paciencia. Por eso Santiago dijo te mostraré mi fe por mis obras. Palabras son vacías. Acciones prueban la fe.
Y aquí Israel había cruzado el Jordán. No había cómo regresar. Las aguas fluían otra vez. Ahora Israel está en territorio enemigo. No desmayaban ni retrocedieron. Seguían adelante confiando en Dios, con fe esperando la victoria. Dios le dio la victoria por su fe, obediencia y paciencia.
Dios dio más instrucciones a Israel. Cuando entran a Jericó era prohibido llevar los ídolos de oro o de plata. Estas eran las cosas del anatema. Porque aunque tienen valor material, estas imágenes y estatuas que la gente adora son ídolos y tienen que ser destruidos.
Pero el oro y la plata van a Jehová. Tal como las primicias de la cosecha fueron dadas a Jehová, como una señal que Dios dio esta cosecha y Dios dará más, las primicias de las riquezas en Canaán también fueron al tesoro de Jehová. Dando las primicias de las riquezas significa que Jericó es la primera ciudad en caer, pero Dios va a hacer caer a más. Más, Dios nunca prometió dar riquezas a su pueblo, sino felicidad en vivir sobre la tierra que fluye con leche y miel.
21-Tal vez pensamos algo que no debemos sobre la destrucción de esta gente. Pero necesitamos entender que el pecado tiene consecuencias. Esta era una guerra de Dios contra Satanás. Esta gente estaba involucrado en hechicerías, espíritus, idolatría. Habían hecho guerra contra Dios. Deut. 18:9-13. Deu 18:9 Cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. 10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, 11 ni encantador, ni adivino, ni espiritista, ni quien consulte a los muertos. 12 Porque es abominación a Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios las echa de delante de ti. 13 Perfecto serás para con Jehová tu Dios.
Dios es santo y Dios es justo. Tiene que castigar el pecado. Esta historia nos debe hacer arrepentirnos en lágrimas buscando perdón. Porque hay solo 2 personas en el mundo, amigos de Dios y enemigos de Dios, los victoriosos y los perdedores, los hijos de Dios y los hijos de Satanás. Aunque Dios destruye a sus enemigos por su maldad, Dios recompensa a los fieles.
22-25 Este es el galardón de fe, obediencia y paciencia, salvación. Rahab es el ejemplo. Israel es el ejemplo.
26-27Josué profetiza. En 1 Reyes 16 leemos sobre un hombre que reedificó a Jericó. Y para poner su cara en contra Dios, la biblia dice: 1Reyes 16:34 En su tiempo Hiel de Betel reedificó a Jericó. A costa de Abiram su primogénito echó el cimiento, y a costa de Segub su hijo menor puso sus puertas; conforme a la palabra de Jehová que había hablado por Josué hijo de Nun.
Dios hace tumbar los muros. Tumbó la pared en Jesús que nos había separado de la salvación. Nosotros, los gentiles, hemos entrado el pacto. No endurece al corazón. Sigue a la voluntad de Dios. No construye muros diciendo no voy a hacer esto, pensando como ser humano. Jesús no dijo no me voy a la cruz porque esta gente pecadora me hace harto. Derrumbó al muro y nos invitó adentro de su santo pacto. Si sufres en este mundo, no endureces el corazón. Ten fe en Dios quien conoce tu situación. No intentes a hacer las cosas en tu propia manera. Obedece a Dios. Y ten paciencia. Israel esperaba más que 400 años para heredar la tierra prometida. Noé trabajaba más que cien años en construir el arca. Dios es fiel para cumplir las promesas del pacto. Podemos tener un nuevo espíritu. El gozo y la paz que Dios da pueden ser nuestros. Pero estos vienen por fe en obediencia con paciencia. Si estos 3 son marcas de tu camino, verás que Dios enderezará tu senda, y cambiará tu vida.
Josué 7 Las Consecuencias del Pecado Israel hizo 7 vueltas alrededor la ciudad de Jericó sin decir una palabra. Después la séptima vuelta todo el pueblo gritó y los muros de la ciudad teniendo sus enemigos cayeron al suelo. El Todopoderoso hizo un milagro. Israel entró la ciudad y Dios juzgó el pecado de este pueblo malvado. Todos se murieron. Y con esta victoria Israel había empezado su conquista de la tierra prometida. Jericó era la primera ciudad en Canaán para caer, y ahora la marcha para tomar posesión de la tierra prometida en el pacto abrahamico más que 400 años en antes comenzó. Dios cumpliría lo que Dios prometió cuando Él solito pasó en medio de los 2 filos 2 animales muertos confirmando su pacto con Abraham. Pero el hombre, y el pueblo de Israel, si va a heredar las promesas del pacto, también tienen deberes y responsabilidades. Y el primer deber que debemos a Dios es la obediencia.
El pueblo de Dios, hasta ahora, había obedecido cada mandamiento que Dios había dado, hasta la detalle más pequeña. Había orden en el campo. Y a causa de su obediencia Dios le dio la victoria sobre sus enemigos. Entrando a Canaán es un cuadro de la vida cristiana victoriosa. Y vemos que Dios bendecía a Israel, amontonando las aguas del Jordán, haciendo caer los muros de Jericó. Y ahora Israel va a seguir conquistando a Canaán. Jericó era las primicias de la cosecha. Dios ha prometido más.
Pero hay un problema. Y este problema es grave. Qué contraste hay en esta historia con lo que vino en antes. Versículo 1 anuncia el problema: ¨Pero los hijos de Israel cometieron prevaricación en el anatema.¨ Había pecado en el campo. Una transgresión por un solo hombre contra Dios terminaría en juicio contra todo el pueblo. El fin de verso 1 dice, ¨y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel.¨
Déjanos anotar 2 puntos principales de esta historia. Primero, cuando todo parece bien, y Dios nos está dando la vida cristiana victoriosa, estamos en peligro de una caída. Porque esto es lo que vemos aquí. Dios había hecho conocido su nombre en todo Canaán por su poder y que Él era el Dios de Israel, e Israel su pueblo escogido. Israel caminaba en obediencia y recibió los frutos de victoria. Pero ahora Dios permitió, aún preordenó el pecado entrar al pueblo. Y esto, como una enseñanza que el hijo de Dios siempre debe estar vigilante en su camino con Dios. Porque aun cuando todo anda bien, el pecado no es lejos de nosotros.
Segundo, Dios conoce nuestros pecados escondidos. El pecado que agarramos, y no queremos dejar, el pecado que pensamos que nadie más conoce, nos destruirá como destruyó a Israel, porque Dios sabe. Jehová escudriña el corazón y prueba los riñones. Mientras Acán pensaba que nadie sabía que tuvo el anatema escondido en su carpa, Dios sabía. Y Acán pagó el precio por su pecado con su propia vida.
Pero además de estos dos asuntos, hay un asunto más general. Si estos dos son los micros, el asunto macro es que Dios odia el pecado, y Dios castiga el pecado. El pecado tiene consecuencias y a veces esas consecuencias son graves. Pero en todos los casos la verdad bíblica queda fuerte, ¨os alcanzará vuestro pecado.¨
Acán era el culpable. Él tomó del anatema. Y con Acán vemos que el pecado del padre está visitado en el hijo. En Génesis 38 Judá cometió pecado con Tamar, pensando que era una ramera. Tamar tuvo un hijo, Zera, y Acán era un descendiente de Zera. Cuando piensas que tu pecado no tiene consecuencias, piensa en esto. Dios puede visitar tu pecado en tus hijos, o en tus nietos, o bisnietos. El nombre Acán significa turbación, y esto es lo que él trajo sobre Israel. El pecado de Acán trajo gran sufrimiento sobre todo Israel. A causa de su pecado había 32 viudas en el pueblo. 1Co 12:26 Y si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él.¨
2-Ahora miremos a Josué. Dios le dio la victoria. Su nombre fue renombre en todo Canaán. Y como un hombre sabio que va a construir una casa, primero saca la cuenta para determinar si tiene el dinero para completarla, Josué envía espías a Hai para ver que será necesario para conquistarla.
3-Los espías regresan y muestran su orgullo. Ellos dan consejo a su general. Y qué consejo dieron. Nosotros somos fuertes, Hai débil. No envíes muchos Josué, porque con pocos les podemos vencer. Estos espías son engrandecidos por lo que Dios ha hecho. Pero cuidado, porque Pro 16:18 Antes del quebrantamiento es la soberbia; y antes de la caída la altivez de espíritu.¨ Su actitud era muy diferente que los primeros espías que dijeron en 2:24 Jehová ha entregado toda la tierra en nuestras manos.¨
4-Y ahora vemos que Josué hizo caso a los espías, con consecuencias terribles. Qué pasó con este hombre de Dios. En antes todo que hizo era lo correcto, buscando la voluntad de Dios y cumpliéndola hasta el detalle más minuto. Pero aquí ni consulta a Dios. No ora a Dios. No pide sabiduría. Y esto también es un ejemplo para nosotros. Es para mostrarnos cómo tener la vida cristiana victoriosa. Y eso es por confiar en Dios, seguir a él, y no pensamientos humanos. Conquistando a Canaán viene por seguir a Dios. Tener la vida cristiana victoriosa no es diferente. Esta historia es un ejemplo para advertirnos qué puede pasar cuando estamos guiados por sabiduría humana en vez de sabiduría divina, cuando hacemos nuestros propios planes en vez de los planes de Dios. Resulta en fracaso. Todos los soldados de Israel van huyendo delante de los hombres de Hai, y 36 cayeron muertos. Pecado entró el pueblo. Un resultado del pecado era que Dios quitó su gracia. Los espías y Josué, sin la gracia de Dios, confiaban en su propia fuerza, y sus enemigos les hicieron pagar el precio. Vemos las consecuencias.
5-9El corazón del pueblo de Israel después de su derrota fue como hielo cambiado a agua, se derritió y estaba sin fuerza. Encontramos a Josué echado delante del arca del pacto, la presencia de Dios, con los ancianos de Israel, los lideres del pueblo, con polvo en sus cabezas y su ropa rota, en gran lamentación. Y mire a lo que dice Josué. ¿Por qué hiciste esto Dios? ¿Qué estás haciendo Dios? No deberías haber hecho esto Dios. Ahora nuestros enemigos nos van a destruir. Mire cómo se porta el hombre sin la gracia de Dios. Josué está quejando contra Dios. ¿Y nosotros no hacemos la misma cosa? No decimos qué has hecho Dios? Por qué pasó esto a mí. Yo te sigo. Yo leo tu palabra. Yo te obedezco. No merezco esto Dios. Por qué hiciste esto? Quejando contra Dios. Mire a la respuesta de Dios a tal irreverencia.
10-13Parate. No sabes qué haces. No sabes qué dices. Yo sé. Yo soy Dios. Yo soy el mismo Dios que era cuando amontoné a las aguas. Soy el mismo Dios que era cuando hice caer los muros de la ciudad. Yo no soy el problema. Israel ha pecado contra mí. Israel ha quebrado el pacto. Esta es la respuesta de Dios. Hay responsabilidades que tenemos como miembros de la comunidad del pacto. Hay deberes que tenemos que cumplir como hijos del pacto. He escuchado demasiadas veces esta excusa, lo único que importa es que tengo Dios en mi corazón. Si pierdo un culto, no importa porque tengo Dios en mi corazón. Si levanto y salgo de la casa sin buscar la cara de Dios y pedir su gracia, no importa porque tengo Dios en mi corazón. Yo no sé de donde viene esta creencia, pero es prevalente en la iglesia, y no debe ser. Sin duda no es bíblica. Qué dice Dios a Josué mientras este hombre está echado delante del arca con su ropa rota y polvo en su cabeza? Israel ha quebrado mi pacto. Y no estaré contigo más si no quites esta maldad de entre mi pueblo. Párate Josué, anda, y quita el pecado del campo. Yo soy santo, sea santo. Santifícate. Esta es la respuesta del Altísimo. Esta es la respuesta que debemos tomar con nosotros en el cuarto donde oramos solo. Dios no puede morar con el pecado. En el desierto, mientras la presencia de Dios estaba con Israel en la nube de día y el fuego de noche, a causa de la desobediencia del pueblo la nube se fue, ascendiendo al cielo. La presencia de Dios salió de los hijos desobedientes porque Dios no puede morar con el pecado. En esta batalla contra Hai Dios no estaba con su pueblo. Quitó su gracia, quitó su presencia.
Josué sabía que la situación era grave. Por eso rompió su ropa y echó polvo en su cabeza. Eran señales de lamentación. Pero sus palabras nos muestran que aun los santos más grandes de Dios se equivocan si no es por la gracia de Dios. Dios quitó su gracia de todos en el pueblo a causa del pecado. Y el resultado era fracaso. Si levantamos en la mañana y no pedimos gracia de Dios no debemos estar sorprendidos cuando caemos. Es triste leer lo que dijo este hombre grande de la fe, ¡Mejor nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán.¨ En serio Josué. Mejor que Dios no amontonó las aguas. Mejor que Dios no hizo caer los muros de Jericó. Y nosotros también ciertamente hemos sido culpables de este mismo pecado. Mejor si no hice tal cosa. Mejor si me quedé allá. Y cuando hablamos así, tal como Josué, maldecimos la providencia de Dios. Porque Él es el que dirige todos los eventos de este mundo. Él preserva y gobierna todas sus criaturas, y todas las acciones de ellas. Pero en las palabras de Josué vemos que no ha perdido todas las obras de gracia.
Josué dice, ¨qué harás tú a tu nombre grande?¨ Josué está celoso por el nombre de Dios. Dios es celoso por su nombre. Y por eso da el orden al general de Israel para buscar el pecado, encontrar el pecado, y quitar el pecado.
Te parece extraño que Dios inculpa todo el pueblo por el pecado de uno. No debe ser. Dios dice la misma cosa en el Nuevo testamento que dijo en el antiguo. 1Co 12:20 Mas ahora son muchos los miembros, pero un solo cuerpo.¨ En la vista de Dios, su pueblo es uno.
Y este pecado de Acán fue hecho con engaño. En versículo 11 Dios condena a Israel. Israel pecó, quebró el pacto, robó, mintió, y planeó todo esto. El pecado que planeamos, proyectando como podemos escapar libre con nuestra maldad es un pecado verdaderamente malévola. Dios nos dice que no estará con la persona que hace esto. Hay responsabilidades del pacto y obediencia es nuestro deber principal. Así en medio de sus victorias, cuando todo anda bien y Dios está dando la victoria a Israel, la historia vira. Hay pecado en el campo. Más que esto, es pecado escondido, pero no escondido de los ojos de fuego de Jesús. Y Dios castiga el pecado. Israel está derrotado por Hai.
Dios manda a Josué, su representante con el pueblo, santifica el pueblo. Viendo esta historia, podemos concluir sin alguna duda, que el aspecto más importante a Dios en la iglesia de Cristo es su santidad. Parate Josué, santifica al pueblo, o no estaré contigo. Qué amenaza. No estaré contigo. No hay nada peor en este mundo que estar sin Dios. Y este es lo que hace el pecado a uno, el pecado nos separa de Dio, y trae castigo. Sin Dios estamos sin esperanza. Las circunstancias de este mundo nos vencen.
Por eso, si hay pecado en tu vida, toma atención a esta advertencia: estarás sin Dios. Porque Dios no escucha a los pecadores. Ciertamente no tendrás la vida cristiana victoriosa. Estarás en el desierto lleno de tristeza y derrota. No tendrás el gozo que Dios quiere dar a sus hijos. La paz volará como un pato escapando la bala. Buscarás a Jesús y no lo hallarás. Esto es lo que puedes esperar si guardas el pecado en tu corazón. Y Dios te llamará a su tribunal.
Josué recibió el orden para decir a Israel, santificaos, porque mañana cada uno de vosotros parareis delante del tribunal del Juez justo, y a él que se halla con falta sufrirá la ira de Jehová. Y aunque probablemente había algún tipo de limpieza ceremonial, es imposible perder el hecho que esta es una llamada para limpieza moral, limpieza del corazón, de la conciencia. Y cualquier que está aquí ahora con pecado secreto, pecado que solo tú y Dios conocen, toma esta llamada en cuenta. Santifícate. Dobla la rodilla a Dios y con David ruega a Dios que te riega con el hisopo, ruega que la sangre de Jesús te hará blanca como la nieve, justo delante de Dios.
Pero esta santificación no es solamente para los culpables. Aquí Dios manda esta para todo el pueblo, aun los inocentes. Porque en nuestros ojos es posible que todo parece bien, Dios nos ve con una mirada diferente. Debemos seguir a la santidad con todas nuestras fuerzas. Pidiendo que El que escudriña a los corazones revela a nosotros nuestro pecado que no podemos ver.
Y Dios no espera. Dios no dice a Josué la próxima semana vamos a quitar este pecado del pueblo. No podemos esperar para arrancar las malas hierbas del pecado. El pecado continúa a crecer y ahogar la vida espiritual. Tenemos que quitar el pecado antes que hace demasiado daño, en seguida. Dios dice, en la mañana las tribus van a aparecer delante de mí. Ay está parado Israel en 12 tribus. Dios escogerá una familia de la tribu. Dios escogerá una casa de la familia. Y Dios escogerá un varón de la casa. Juicio caerá sobre él.
Otra vez leemos que Josué se levantó temprano. Es listo para obedecer a Dios. Y Josué hace como Dios dijo. Israel está puesto delante de él. Dios llama a la tribu de Judá. Y Acán no confiesa. De la tribu de Juda Dios llama la familia de los zeraítas, y Acán no confesó. De la familia de los zeraítas Dios llamó la casa de Zabdi, y Acán no confesó. De la casa de Zabdi Dios llamó a Acan y fue apedreado y quemado, él y toda su familia. Luc 12:2 Porque nada hay encubierto, que no haya de ser revelado; ni oculto, que no haya de saberse.¨
21-Pero Acán confesó todo su pecado. El pecado entró por los ojos, como muchas veces hace. Como Eva viendo el fruto del árbol, tantas veces el pecado que entra por los ojos resulta en la muerte. Lam 3:51 Mis ojos contristaron mi corazón, por todas las hijas de mi ciudad. Job 31:1 Hice pacto con mis ojos: Sal 119:37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.¨ Codicia es idolatría, idolatría significa servir los ojos.
El pecado siempre termina en miseria. El pecado es engañoso., diciéndonos que estaremos contentos, pero el pecado no trae felicidad, tal vez por corto tiempo, pero no dura. Después viene el dolor. No seas engañado por el engaño del pecado. Aunque probablemente no estarás apedreado y quemado como Acán, sin duda pagarás todo lo que debes.
Vemos en la historia de la iglesia de Cristo, que cuando hay una transición, hay juicio grave contra el pecado. Cuando recién Israel empezó a adorar en el tabernáculo, Dios mató los 2 hijos de Aarón por ofrecer fuego extraño. Aquí en la entrada a Canaán, y también al principio de la iglesia del nuevo testamento cuando Dios mató a Ananías y Saphira. Es una advertencia a toda la iglesia. Dios es santo, sea santo.
Hoy tenemos una ceremonia no tan diferente que ésta en Josué 7. Mateo 18:15-17. Dios no permite pecado en su presencia. Y ciertamente tampoco debemos nosotros. Si estas son las reglas de disciplina dentro de la iglesia, piensas que Dios te da permiso para pasear con gente fuera de la iglesia, enemigos de Dios, ellos que escupen en su cara cada día con sus palabras de irreverencia. Aquí leemos sobre alguien adentro de la iglesia, quien probablemente está en el cielo como confesó todo su pecado, y Dios lo mató. Piensa en esto la próxima vez que vas a pasear con un amigo del mundo. Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Psa 1:2 antes en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.
Piensa en esto si guardas el pecado en tu vida, y arrepiéntete. Dices que eres cristiano, entonces eres un representante del Dios vivo. 1Co 5:6 ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?
Sal 2:11 Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor. Sal 2:12 Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían. Si andas en pecado, arrepiéntete, y posiblemente puedes evitar las piedras y fuego de juicio que cayó sobre Acán.
Josué 8
Jos 8:1 Y Jehová dijo a Josué: No temas, ni desmayes; toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. Mira, yo he entregado en tu mano al rey de Hai, y a su pueblo, a su ciudad, y a su tierra.
Jehová dijo levántate. Josué estaba postrado delante de Dios en oración. El pecado del pueblo fue juzgado. Acán y su familia fueron apedreados y quemados y el pecado fue quitado del campo. Y en vez de apurar en seguir adelante, vemos que Josué está buscando la sabiduría de Dios, la dirección de Dios para proceder. Y con las palabras de levantarse de su posición postrada, Dios también da palabras de consuelo a Josué y para todo Israel. No temas. Las mismas palabras que Dios dijo a Abraham después de su victoria contra los reyes que querían vengarse, no temas. Estas mismas palabras Dios dijo a Isaac cuando se huyó de Esaú y fue molestado por los otros pueblos, no temas. Y estas son las palabras exactas que Moisés dijo a Josué antes de morir, dándole una carga para tomar posesión de la tierra prometida, no temas, ni desmayes, porque Jehová está contigo. Y Dios repite estas palabras a Josué, sin duda haciéndole acordar las palabras de su mentor Moisés, que Dios está con él. Y está es la promesa de Dios a Josué. Yo estoy contigo. Yo he entregado en tu mano el rey de Hai. Qué diferencia vemos entre estas palabras y ellas del capítulo anterior.
Antes Dios dijo quita este pecado del pueblo o no estaré contigo. Antes la ira de Dios fue caliente y cayó sobre el pueblo a causa de su pecado. Ahora que han quitado el pecado, Dios vuelve a Israel. El calor de su furor fue apagado con la muerte de Acán, quien fue consumido como leña, y ahora que el pecado de Israel fue removido, Dios volvió a ellos. Dios no está con el pecador. El pecador no recibirá la bendición de Dios, sino su ira cuelga sobre su cabeza como un hacha tumba un árbol. Pero donde hay arrepentimiento, ay está Dios. Josué está postrado delante de Dios buscando dirección en oración y Dios la da, vaya a Hai, he entregado la ciudad en tu mano.
Dios llama a Josué a acción. La vida cristiana es una guerra, y a veces caemos. Pero el hombre justo continua peleando las batallas. Perseverancia es una característica del hijo de Dios. Miqueas 7:8 No te alegres de mí, oh enemiga mía, porque aunque caiga, me volveré a levantar.¨
Y Él que llama las cosas que no son, como si fuesen, dice a Josué, yo he entregado el rey y la ciudad en tu mano. Está hecho. Ten fe. Conquista todo. No deja a nadie vivo. El mal olor del pecado había subido hasta el cielo después de andar tantas generaciones sin arrepentimiento, y la maldad de los pueblos de Canaán fue completo. Era tiempo por el juicio de un Dios justo. El pecado tiene que ser juzgado. Dios es justo. Dios no tiene pecado. Y por esa razón para quedar justo, Dios pronuncia la justicia. Y como el hombre que quiebra la ley del país tiene que aparecer delante del tribunal del estado, el hombre que quiebra la ley de Dios también será castigado. El juicio de Dios caerá sobre los pueblos de Canaán.
La manera que esta victoria vendrá es por la fe. Israel perdió la primera batalla contra Hai. Los soldados se acuerdan esto. Entrando la tierra otra vez traería los recuerdos de la primera derrota a sus pensamientos. Se acordarían como se fueron huyendo como cobardes, y que 36 de sus compañeros cayeron muertos en el campo de batalla. Por eso Israel tiene que manejar esta batalla por fe. Confiando en Dios que Él será fiel a su palabra. No temas ni desmayes. Yo te he entregado en tu mano el rey de Hai. Fe trae la victoria.
Pero tal como hemos visto en antes, fe tiene obras, obras de obediencia. Dios es un Dios de orden. Y aquí vemos fe, obras y orden. Otra vez Dios da detalles específicos a Israel para ganar la victoria. Esto no es diferente en la vida cristiana. Si queremos vivir la vida que Dios quiere para nosotros, una vida de regocijo en Cristo, la vida abundante. El gozo que tuviste cuando eras un nuevo creyente no tiene que desaparecer. Esto debe ser lo normal para el cristiano.
2 – En su primera batalla contra los malvados de Canaán Dios no permitió a Israel tomar nada. Las primicias son de Dios. Tal como Israel daba las primicias de la cosecha a Dios, mostrando su fe que Dios quien dio las primicias de la cosecha daría más, en Jericó Israel dio las primicias de su conquista a Dios. Pero esa batalla quedó atrás. Y ahora Dios da permiso a Israel para llevar el botín. Si Acán había esperado poco más, habría tenido su manto babilónico, habría tenido su oro, su plata. No tuvo paciencia. No obedeció a Dios. Los otros hijos de Israel ganaron todo el botín que Acán codiciaba en antes y por lo cual perdió su vida. Nosotros necesitamos tener paciencia, y esperar en Dios. Paciencia es una virtud cristiana que Dios recompensa. Perseverar en la fe con paciencia es esencial a la vida victoriosa. Cuando decimos yo quiero esto y yo quiero esto ahora es cuando tenemos problemas. Dios nos quiere dar las bendiciones, pero en su tiempo. Esperar en Dios es paciencia, y lo que Dios quiere de nosotros. Él dará la bendición. Él da a Israel lo que Acán cogió antes del tiempo.
3-8 Josué, el general militar exitoso, tuvo un plan. Bajo el cubierto de la noche, Josué mando un grupo de soldados a Hai. Pero estos irían escondidos, hasta que llegaron tras la ciudad. Y allí esperarían. Josué iría con otros tal como en antes, en pleno vista de los hombres de Hai. Y Josué sabía que los soldados tendrían mucha confianza por lo que ganaron la primera batalla. Y Josué dice, cuando ellos vienen a atacarnos como hicieron la primera vez, huiremos de ellos, fingiendo que estamos derrotados. Y ellos nos seguirán. Cuando nos persiguen, nuestros hermanos que están atrás la ciudad la entrarán, sin pelea, y la quemarán. Era una estrategia sabia. Sabiendo qué haría el enemigo, la conquista de la ciudad sería fácil con los preparativos correctos.
9 – 12 Esa noche Josué durmió con la gente, y se levantó temprano. Aunque Dios prometió la conquista de Hai, Josué tuvo responsabilidades. Dios es un Dios de orden. Y vamos a tener la victoria, es necesario obedecer. Josué contó las personas. Mandaron un grupo de 30 mil hombres atrás la ciudad. Cuan tan diferente que los 3 mil que los espías pidieron de Josué en la primera batalla. Además de esto Josué mandó 5 mil hombres para flanquear a los hombres Hai. Haciendo esto no habría un escape para sus enemigos.
13 -29 Esa noche Josué apareció a los moradores de Hai. Y ellos le vieron. El rey de Hai vio a Josué. Los soldados de Hai se levantaron temprano y tal como Josué había dicho, salieron de la ciudad para atacar a Israel. Israel huía. El rey y los hombres de Hai persiguieron. Pero había una cosa que el rey no sabía. Este rey malvado había declarado guerra contra el Omnipotente y Soberano Dios del universo. Y mientras el orgullo llenó su corazón a causa de su primera victoria, este orgullo pronto sería exterminado, con su propia vida. La ciudad era dejada sin hombre. Los 30 mil hombres atrás la ciudad entraron a Hai y la quemaron. Josué vio el humo ascendiendo al cielo. Josué ya no huía. Paró y con la espada resplandeciente en su mano, él, y todo Israel, mató en la carnicería a los hombres de Hai. Los 5 mil en el flanqueo entró el degolladero. Los malvados de Hai no tuvieron ningún lugar para huir. Y en verso 22 dice, ¨y así fueron encerrados en medio de Israel, los unos de la una parte, y los otros de la otra. Y los hirieron hasta que no quedó ninguno de ellos que escapase.¨
Israel mató el pecado de Canaán. Aunque fueron derrotados por el pecado la primera vez, victoria vino con arrepentimiento y dedicación a Dios en oración, fe y obediencia la segunda vez. Desesperación con el pecado. Regocijo con limpieza. Vimos en capítulo 7 que el pecado mató a Acan. Pero hay maneras que nosotros podemos matar el pecado para que el pecado no nos mate. Debemos velar en oración. Josué se levantó temprano. Biblia, leer y meditar en la ley de Dios. Debe ser una gran parte de nuestra vida. Orar sobre lo que leemos. Vemos esto con todo el pueblo, y así debemos congregarnos para leer la palabra de Dios. Además esto debemos hacer en nuestras familias, y con nuestros hijos. Deut. 6. Además de esto Jesús nos instruyó a entrar nuestro cuarto y cerrar la puerta para estar solo con Dios. Cuando la palabra de Dios está en nuestros cerebros y en nuestros labios es mucho más fácil para no caer víctima de la tentación y el engaño del pecado cuando Satanás viene con sus maquinaciones. Pero cuando no hemos hecho nuestro ejercicio espiritual, nos quedamos flojos, y cuando entramos la arena para pelear, como el boxeador que disfrutaba un tiempo de relajar y una dieta de galletas y helado, nuestro oponente ciertamente ganará la pelea. Nuestras armas no son espadas de metal como era de Josué, nuestras armas son espirituales. La palabra es nuestra espada para vencer los ataques del diablo. El yelmo de salvación nos permite avanzar esperando las bendiciones venideras. El escudo de fe …Culto.
Así viene el crecimiento en la vida cristiana. Tenemos deberes como una parte de nuestra vida espiritual. Si tú quieres conocer el gozo inefable y lleno de gloria de lo cual habla el apóstol Pedro, tienes que cumplir tus deberes. Estás en una guerra. Y como una guerra terrenal, el soldado tiene que ser fuerte, bien entrenado, inteligente, listo si va a sobrevivir, y si va a prosperar, nosotros, en nuestra guerra espiritual, necesitamos estar fuerte, bien entrenado, inteligente y listo. Y esto Dios quiere para nosotros. Pero esto no viene de una vida floja. Esto viene por medio de cumplir tus deberes, por la obediencia. La fe tiene obras. Tienes que levantar temprano como Josué y leer la palabra antes de salir al mundo para hacer guerra. Tienes que arrodillarte como está haciendo Josué en verso 1 cuando Dios dice levántate. Si deseamos su gracia para tener la victoria, debemos pedir su gracia en nuestras rodillas.
Israel en esta historia mató a todos los habitantes de Hai. Dios destruyó a sus enemigos. Y esto es lo que Dios quiere que hagamos también, que matamos a todos nuestros pecados. Estos son lo que nos prohíben de tener la vida victoriosa cristiana.
1 Juan 4:4 ¨mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.
30 – 35 Y gracias y alabanza es una parte integral de la vida victoriosa. Israel construyó el altar, ofreció sacrificios, y leyó la ley. Esto fue mandado a Israel en Deuteronomio 27. Leemos sobre esta ceremonia allá. Había 2 montes, Gerizim y Ebal. La mitad de los israelitas se paraban en Monte Gerizim, y la otra mitad en el monte Ebal. Había aproximadamente 2 kilómetros entre los montes, con una valle en medio, y es posible escuchar de un monte al otro. Las tribus en Gerizim eran para bendecir al pueblo, y las tribus en Ebal para maldecir el pueblo. Los levitas leyeron las bendiciones y las maldiciones de la ley, y el pueblo dijo Amén. El tema principal de esta ceremonia de construir el altar y ofrecer sacrificios y leer las maldiciones y bendiciones no está escondido. Una vida obediente resulta en bendición, y una vida desobediente resulta en maldición. Aunque hay algunas cosas en la biblia difícil de entender, este principio no es una de esas. Puedes seguir los medios de lo cual he mencionado hoy y ser bendecido, o puedes levantarse sin leer la palabra, acostarse sin arrodillarte, e invitar la maldición de un Dios quien ve todo sobre ti.
La razón que el altar fue construido sobre Ebal, el monte de maldición, y los sacrificios ofrecidos allá, es que nuestro pecado nos trae castigo y maldición, pero el sacrificio nos trae perdón. El sacrificio de una víctima inocente puede tomar nuestro lugar. Y esto es lo que Jesús hizo para nosotros. Aunque pecamos, tenemos un Abogado con el Padre, Jesucristo el justo quien fue ofrecido por nosotros. Juan 4:20 La mujer samaritana apuntó a Gerizim, donde los samaritanos construyeron su altar. Jesús le hizo apuntar a él.
Josué 9
Dios ha dado el orden para acabar con los pueblos malvados en Canaán. Han pasado 400 años y Dios ya no soportaba el pecado de estos pueblos. Israel sería el martillo de juicio. Estos pueblos sacrificaron a sus propios hijos en el fuego a sus dioses ajenos. Cometieron incesto, bestialidad, y todo tipo de abominación delante de los ojos del Santísimo. Y ahora Dios estaba harto. Dios usaría su pueblo escogido, la nación santa para juzgar el pecado.
Ahora nosotros somos Israel. Nosotros somos el pueblo peculiar, un reino de sacerdotes, judíos espirituales. No podemos hacer alianzas y amistades con gente del mundo. Esto es lo que vemos aquí en Josué 9. Los malvados vienen con maldad en sus labios. Es nuestro trabajo juzgar con juicio justo. Israel no hizo esto. Vamos a ver que no consultaban a Dios, e hicieron alianza con un pueblo bajo la ira de Dios. Aunque nosotros no estamos llamados a matar a los incrédulos como Israel en Canaán, sí estamos llamados a separar de todo enemigo de Dios. Si estos sean nuestros familiares, nuestros vecinos, nuestros compañeros, la voluntad de Dios es clara. Y en verso 1 vemos la razón principal que defiende esta doctrina de la separación de los incrédulos.
La primera palabra del verso 1, y. Se une lo que sigue con lo que vino en antes. Y al fin del capítulo 8 Israel renueva el pacto Mosaíco, leyendo la ley de Dios. Escribiendo la ley de Dios. Pronunciando bendición para ellos que guardan la ley, y maldición para ellos que la quiebran.
1 -2 Los enemigos de la iglesia de Cristo andan en su torpor y lánguida, hesitando de unirse contra el ejército de Israel hasta que dos ciudades habían caído. Y estos malvados que adoraban dioses falsos, sacrificando sus propios hijos en el altar de sus dioses extraños, ciertamente escucharon de la victoria de Dios sobre Jericó. Esta victoria vino por un milagro. Porque no había ninguna fuerza humana que hizo caer los muros de Jericó. No, este era un milagro del Dios quien colgó el sol, la luna, y las estrellas en el cielo, el Todopoderoso quien pone los linderos del mar. ¿Qué beneficio traerá para estos pueblos malévolas en unirse contra Él que hace parar el sol en pleno camino?
Estos pueblos deberían haber venido a Israel en ceniza, ofreciendo ser sus siervos, buscando el Dios verdadero, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob, el único Dios verdadero. Pero vemos tan tonto son los enemigos de Dios, pensando que no serán juzgados por su rebelión. Estos no serán sujetos a la ley de Dios.
Mire cómo son la gente del mundo alrededor nosotros. Odian la ley de Dios. Tal como estos pueblos en Canaán que se unen para pelear contra Dios y su ley, así hacen ellos alrededor nosotros. Fornicando, maldiciendo con el fuego de sus lenguas, mintiendo, robando, tomando. Piensas que Dios permite que pasemos tiempo con ellos, yendo al centro, o la finca, o en sus casas. En ninguna manera. Es prohibido. Nuestra guerra es espiritual. Y vemos esta batalla que todos están en contra Israel. Pero Israel está con Dios.
3 – 6 Aquí vemos ambas maneras que los enemigos de Dios atacan a la iglesia. Primero es por guerra. En versos 1 y 2 leímos que los pueblos se unieron para pelear contra Israel. Y aquí es otra manera, con engaño. Esta es la manera que Satanás nos ataca en nuestra guerra espiritual. Él puede venir a nosotros como Caín vino a Abel, con espada en mano. O puede venir a nosotros como la serpiente vino a Eva, tentándole con palabras.
Los heveos eran un pueblo que rechazó las tonterías de sus vecinos en pelear contra el Altísimo. Pero la manera que se acercaron a Israel era con engaño. ¿Qué clase de pacto piensan en tener estos bobos si lo hacen en astucia y con palabras engañosas? Ellos son vecinos de Jericó, y aún mas cerca a Hai. Pero saben lo que está haciendo Israel. Saben que Moisés dio el mandamiento que vino de Dios para destruir todos los moradores de Canaán. La razón por el degolladero era que la ira de Dios fue cumplida. Dios dio cientos de años a estos pueblos para arrepentirse, pero continúan en su maldad. Dios juzga el pecado. Dios usó su pueblo escogido de Israel para juzgar el pecado de estos pueblos de Canaán. Y dejando vivo a los habitantes de la tierra resultaría en los israelitas casándose con ellos y yendo tras dioses ajenos, dando la espalda a Dios. Los heveos saben que el propósito de Israel es conquistar a Canaán, y también saben que van a cumplir su propósito porque el único Dios vivo y verdadero pelea con ellos.
Por eso, los heveos ponen ropa vieja, zapatos viejos, traen pan viejo y mohoso, y van a Israel. Cuando llegan a Gilgal, con engaño en sus labios. Hemos viajado lejos. No somos de aquí. Haga alianza con nosotros.
7 – 13 Al principio los israelitas no están seguro qué hacer. Revelan su duda a los heveos. ¿Cómo sabemos que ustedes vienen de lejos? Tal vez ustedes son de aquí? Vemos que ellos saben cómo es la naturaleza del hombre, totalmente depravado y corrupto. No podemos confiar en nadie. Y esto, todos hemos aprendido por experiencia, pero mucho más importante es que es un hecho bíblico. Todos son mentirosos. Jer. 9:4 Guárdese cada uno de su compañero, y en ningún hermano tenga confianza: porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda con calumniadores.¨ Y cuando los heveos abren sus bocas, sale una mentira tras otra.
Venimos de una tierra lejana, por la fama, o por el nombre, de Jehová tu Dios. Repiten, por la segunda vez, que han venido de lejos. Y además de esto, dicen que vienen por Jehová. Es verdad que los heveos vinieron porque estaban asustados del Dios de Israel, ellos mismos dicen que escucharon sobre el poder de Jehová en Egipto, cómo Israel derrumbó el rey Sehón antes de cruzar el río en tierra seca, y tumbó al rey Og al otro lado del Jordán. Pero los heveos no vinieron para adorar a Dios. ¿Cuál Dios, piensan los heveos, va a aprobar una mentira hecho contra su pueblo escogido, como la fundación de una alianza? Y mira cómo embellecen su cuento: nuestros ancianos nos dijeron y todos del pueblo nos dijeron toma provisión y haga el viaje largo para ser siervos de Israel y hacer una alianza con ellos. Mire el pan, mohoso, era fresco cuando salimos, mire el vino, viejo, era nuevo, mire nuestra ropa, con huecos del viaje largo, es una mentira tras otra para engañar a Israel.
Hay gente en este mundo que hará cualquier cosa para conseguir lo que quieren. Para los heveos es verdad que iban a morir. Ellos estaban en una posición bien difícil. Pero hay muchos otros que engañan por dinero o poder. Jesús dijo: Mat 10:16 He aquí yo os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, sabios como serpientes, y sencillos como palomas.¨ No debemos confiar en ningún historia que nos parece extraño. Las mentiras que salen de las bocas de personas no pueden ser numeradas. No debemos confiar en gente que no son cristianos. Pero ay está otro problema. Algunos vienen en el nombre de Dios, diciendo que son creyentes, pidiendo dinero, gente ajena que no sabemos. Llegan a la iglesia, o tal vez a la casa. Y tienen una historia, un gran problema. ¿Qué debemos hacer? Mire a lo que hizo Josué e Israel en verso 14.
14 – 16 No se arrodillaron para buscar la sabiduría de Dios. Dios, quien estaba conversando con Josué, guiando al pueblo, y Josué no le buscó. No pidió su voluntad en este asunto. Esta es la segunda vez. Recién Josué había entrado la batalla sin buscar a Dios, y resultó en la muerte de 36 de sus hombres. Ahora otra vez vemos la importancia de estar en un espíritu de oración. Josué no planeó algún pecado. Esto no era un pecado de su voluntad, sino un pecado de omisión. Omitió de orar. Falló en pedir dirección a Dios. La biblia dice este hecho explícitamente por un ejemplo a nosotros. Debemos buscar la cara de Dios en todo, y especialmente cuando tenemos decisiones importantes. No debemos hacer nuestros propios planes sin consultar a Dios. Aunque Dios no va a hablar en voz alto con nosotros como comunicó con Josué, Dios habla con nosotros en otras maneras. Debemos buscar a Dios.
Si hay algo que queremos hacer, pero no tenemos paz en nuestro corazón sobre tal cosa, o sea, no estamos seguros, queda alguna duda, esa duda ha sido puesta allá por Dios. Dios obra en nuestra conciencia. Como dijo Martin Lutero, nunca es seguro actuar en contra de la conciencia. Dios nos ha dado la conciencia. Si estamos en pecado por supuesto esto no aplica. Somos como hojas en el viento cuando andamos en pecado y no podemos pensar que Dios nos va a guiar en el camino recto mientras no le hacemos caso.
También, si Dios nos ha dado padres creyentes, Dios obra por medio de ellos. Si eres joven, tus padres te pueden ayudar en hacer decisiones. Sea con quien te vas a casar, cuando vas a salir de la casa, en qué debes trabajar. Dios ha dado padres para guiar a sus hijos. Pero si tus padres son incrédulos, tal vez sea mejor que busques la sabiduría de un anciano de la iglesia o familiar creyente, abuelo o abuela, tío o tía, primo.
17 – 27 Aquí vemos la importancia de nuestra palabra como hijos de Dios. Cuando Israel se acercó a los pueblos de los heveos para confrontarles por su engaño, los israelitas no anularon la alianza. Aunque la alianza fue hecha con mentiras y engaño, Israel había dado su palabra. No podían anular su palabra. Cuando engañamos con nuestras bocas, o cuando no hacemos algo que dijimos que íbamos a hacer, nos quedamos culpables delante de Dios. Aprendemos aquí que si hacemos un voto es obligatorio que guardamos el voto. No tenemos la opción de decir, este malvado, enemigo de Dios, vino con astucia y me engañó. No voy a cumplir lo que dije. Esto es lo que pasó a Israel y estaban obligados a guardar su palabra, cumpliendo la alianza y no haciendo pedazos de estos incrédulos. Encontramos la razón en versículo 20, ¨ Jos 9:20 Esto haremos con ellos: les dejaremos vivir, para que no venga ira sobre nosotros a causa del juramento que les hemos hecho.¨
El asunto principal de este capítulo es separar de los enemigos de Dios. Vemos aquí 2 maneras en que hacen daño a la iglesia. Se unen para pelear contra el pueblo de Dios, y dos, vienen con engaño en sus labios. Ambas cosas nos enseñan que no pueden ser nuestros amigos. No debemos tener amistades con gente que no son hijos de Dios. Dios dio el orden a Israel a matar a estos malvados en Canaán. Era el juicio de un Dios santo quien soportó su pecado por 400 años, y cuando el olor de su maldad había llenado el templo celestial, Dios dio el orden para limpiar la putrefacción. Y nosotros tenemos el mismo orden. No es algo opcional. Sant. 4:4 ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.¨ Piensas que Dios quiere que su santo pueblo anda con enemigos? Salmo 1:1 nos dice que no. Hay 3 verbos en este verso. Caminar, parar (traducido estuvo), y sentar. No debemos caminar, andar, o pasar tiempo con los malos, los que son mal moralmente, hacen malas cosas. Ni parar en el camino conversando con pecadores, ellos que no han recibido perdón de pecado, no se arrepintieron de su pecado. Si tenemos un negocio hacer, o proyecto del colegio está bien, el sentido es que no debemos tener conversaciones con ellos como somos amigos. No somos. 2Co 6:14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?¨ Y el tercer verbo es sentar, con escarnecedores, ellos que se burlan de otros. Esto era el pasatiempo favorito con los nativos en Pastaza. Riendo, burlándose de otros. Dios odia estas palabras. Y nosotros debemos también. Somos consagrados a Dios y ellos no. Satanás usó a los heveos para quebrar la santidad de Israel. No dejemos que los del mundo hacen esto a nosotros.
Josué 10
Cómo vencer el temor.
Leímos en capítulo 9 como todos los pueblos se unieron contra Israel para hacer guerra. Pero después de decir esto, la biblia habla sobre los heveos de Gabaón y cómo ellos no se unieron con los otros pueblos de Canaán, sino hicieron un pacto con Israel con engaño en sus labios, para evitar su aniquilación. Ahora la historia regresa a otros pueblos que pusieron sus caras contra el único Dios vivo y verdadero, y su pueblo. Estos son 5 reyes, tal como Abraham peleó contra un grupo de reyes para rescatar a su sobrino Lot, Josué tiene que pelear contra un grupo de ejércitos. Y tal como Dios dijo a Abraham después de su victoria mientras estaba pensando en la venganza que querían estos reyes después de su derrota, Dios dice a Josué antes de entrar la batalla, no temas. Es un mensaje que cada creyente debe escuchar. No temas. En toda circunstancia tenemos la promesa que Dios es nuestro Dios, Él es con nosotros, no temas. Pero ellos que no conocen a Jesús no tienen estas palabras de nuestro Dios, y por eso ellos andan preocupados por las circunstancias de sus vidas, por lo que no tienen la esperanza que Dios está guiando sus vidas, lo que es un corazón malo de incredulidad.
1-8 Mientras Israel continúa su conquista de Canaán, la tierra prometida a Israel en el pacto Abrahamico, hay 5 reyes más que saben que ellos son los próximos para caer bajo el poder de Dios y su herramienta de juicio, el ejército de Israel. Los cinco reyes escucharon que los heveos de Gabaón hicieron una alianza de paz con Israel. Por eso, estos cinco reyes deciden hacer guerra Gabaón. Los reyes consideraban a estos traicioneros, y hay una sola cosa que se puede hacer a un traicionero, matarle. Pero dice que tuvieron gran temor, porque Gabaón era una ciudad grande y los hombres fuertes. Vemos que algunas circunstancias traen temor a las personas. Y para ellos que andan en este mundo sin Dios, es obvio que van a temer. No tiene nadie en quien confiar. No tienen esperanza ni seguridad. No tienen promesas de una mejor vida, sus vidas están vacías sin Dios. Y cuando circunstancias difíciles llegan, temen. Tienen un corazón malo de incredulidad. Temor es algo natural para el hombre.
Los heveos de Gabaón con mucho apuro llaman a Josué e Israel. Vengan porque estamos bajo ataque. Acuérdense nuestra alianza y venga con el poder de tu Dios para pelear con nosotros. Y aunque este pacto fue hecho con engaño en los labios, Josué y todo Israel guardan su palabra. Cumplen su deber delante de Dios. La palabra del hijo de Dios vale mucho. Si tú dices que vas a hacer algo, mejor que lo haces. Si haces una alianza, no tienes el derecho de decir que esta persona hizo tal cosa mala, pecó en tal manera, y por eso no tengo que cumplir lo que dije. No. Josué e Israel van a defender a los heveos.
Aquí también leemos sobre Jerusalén, que era una ciudad pagana. Pero tal como Abraham quien Dios llamó mientras adoraba a dioses falsos, Jerusalén también sería santificado a Dios.
Y mientras preparan para batalla, Dios habla con Josué. Jos 10:8 Y Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos: porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos parará delante de ti.¨ La única razón que Israel tiene la victoria contra sus enemigos es esta, el principio Emanuel, yo seré tu Dios, tú serás mi pueblo. Dios con nosotros. Y cuando Dios es con nosotros, quien en contra. No hay razón para temer. Por eso Dios dice no temas. Yendo a la guerra es la naturaleza humana para tener temor. Dios dice, tenga paz en tu corazón, no temas. Y después la razón. Yo les he entregado en tu mano. Es un hecho ya cumplido. Aunque sería necesario entrar el campo de batalla con la espada alistada, Dios ya había entregado este pueblo malvado en las manos de Israel. Nadie podía parar delante de ellos mientras el Todopoderoso dirige los eventos.
Hay muchas batallas en nuestras vidas también. Dios mediante ninguno de nosotros tendremos que ir a la guerra como estos Israelitas. Pero tenemos batallas en nuestra vida. Sea un caso de injusticia delante de la ley, algún problema con un vecino o un familiar, tenemos estas palabras de Dios, no temas. Aunque las circunstancias son diferentes, el principio es lo mismo. Dios con nosotros. No temas. No tengas un corazón malo de incredulidad. Confía en Dios, quien nos ha dado todo.
Y el apóstol Pablo dijo que como sus hijos, tenemos una herencia. Y Dios, el Creador, es el dueño de todo, lo que nos hace también dueños de todo. 1Co 3:21 Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro, 1Co 3:22 sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir; todo es vuestro, 1Co 3:23 y vosotros sois de Cristo, y Cristo de Dios.¨ Por eso, como nosotros salimos para nuestra guerra en estas tiendas de carne, tal como Israel salió a la guerra contra los cinco reyes, la promesa de Dios es para nosotros, no temas, todo es nuestro en Cristo.
9-11 Esa noche Israel viajaba aproximadamente 30 kilometros de Gilgal a Gabaón, y la batalla comenzó. Vemos como Dios pelea para Israel. Dios es fiel. Cuando Él dice algo, podemos confiar en Él. Porque en Él no hay mentira, solo fidelidad. Y la palabra que Él nos da ya no está en voz alto como habló con Josué. Está escrito. Y las acciones de Dios prueban que su palabra es verdadera. Israel está haciendo pedazos de estos malvados con sus espadas. Los pueblos ven que contra el pueblo de Dios la victoria es imposible. Y dan la espalda a la batalla y huyen de la presencia de los hijos de Dios. Y mientras están huyendo, Dios abrió el cielo e hizo caer grandes piedras de granizo. Cuando yo vivía en Florida un día yo vi granizo cayendo del cielo. En pleno sol del día, el sol se oscureció, el cielo se puso negro, y bolas de hielo se cayeron del cielo poniendo hundidos en los carros. Contra estos cinco reyes Dios hizo caer piedras tan grandes que mataron a los hombres. Y el granizo no cayó sobre los soldados de Israel, sino únicamente sobre los enemigos. Como un tirador profesional que no pierde el blanco, Dios hizo car estas balas de granizo solamente sobre los enemigos. Y aquí es donde vemos el milagro. Porque ciertamente los israelitas estaban mezclados con sus enemigos, peleando espada a espada. Pero ni una piedra cayó sobre los hijos de Dios. Es prueba que el Dios en el cielo estaba en esta batalla. Dios mismo ese día mató más hombres que todos que cayeron por la espada. Dios guardó su palabra. Ninguno de ellos parará delante de ti. Dios probó su palabra. No temas.
12 – 14 El sol siempre está parado. Es la tierra que mueve. Y lo que pasó aquí es que la tierra no giraba por un día. De la perspectiva de Josué, el sol paraba, como nosotros decimos el puesto del sol. Y este hecho causa problemas para muchas personas quienes dan varias explicaciones de lo que pasó. ¿No podemos decir que Dios es Todopoderoso, y si Dios quiere, Él que dijo sea la luz, y fue la luz, también puede decir pare la tierra y la tierra para, y la gente no se cae sino están sostenidos por la mano fuerte de Dios contra las leyes de la naturaleza? Eso es lo que es un milagro, algo contra las leyes de la naturaleza. Y el Dios que escuchó la oración e Elías, y envió fuego sobre el sacrificio mojado para consumirlo de uno, y el mismo Dios quien en antes partió el mar rojo, y amontonó las aguas del río Jordán, también paró la tierra de girar y paró el sol en su camino. Para nosotros quienes creemos la palabra de Dios no es un asunto difícil. Dios lo puede hacer, y Dios lo hizo. También este milagro estaba escrito en el libro de Jaser, un libro como nosotros tenemos libros históricos, pero no un libro inspirado, también siendo perdido.
Israel seguía peleando contra los pueblos de Canaán hasta acabar con ellos. No tuvieron tiempo para escapar bajo la oscuridad de la noche. Dios tuvo un propósito. Su ira cayó sobre Canaán. Para ellos había mucha razón para temer. Habían desobedecido el único Dios por tantos años que su ira estaba rebosando, y las piedras de granizo cayeron de la copa de destrucción sobre las cabezas de sus enemigos. Pero para su propio pueblo la situación era muy diferente. No temas dice Jehová.
Cómo vencer el temor.
En la vida del hombre hay muchos problemas, pruebas, y dificultades. Job 5:7 Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción.¨ Sabiendo esto necesitamos saber cómo debemos portarnos para enfrentarse las varias circunstancias en la vida, qué actitud debemos tener. Salmo 46:1, Salmo 77:2, Salmo 50:15
1.vs.8 Dios no quiere que tengamos un corazón de incredulidad. Aquí en verso 8 de Josué 10 dice, ¨No temas.¨ Temor es falta de creer, es incredulidad. Es falta de confianza en Dios. Es pecado. No debemos estar turbados de corazón en las circunstancias difíciles de esta vida. Y esta es la razón, tenemos Dios. Salmo 46:1 ¨Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.¨ Si tememos, estamos diciendo que no tenemos Dios. Somos solos. El Creador del universo no está controlando mi vida y dirigiendo mis pasos. Estoy temeroso porque no sé qué va a pasar. No tengo dinero, qué voy a hacer. Esta persona me amenazó, qué voy a hacer. El cristiano maduro tiene un espíritu de paz en toda circunstancia. Tenemos Dios y todas sus promesas. Para vencer en este mundo y vivir la vida victoriosa en Cristo necesitamos sembrar la palabra de Dios en nuestro corazón. Y en medio de pruebas, o una situación que nos hace temer, Rom. 8:28 es un consuelo. Rom 8:28 Y sabemos que todas las cosas ayudan a bien, a los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son llamados.¨ Y sabiendo que todo lo que pasa en nuestra vida Dios está obrando por bien, que Dios mismo lo envió o lo permite, no tememos, sino miramos a Él en fe. Para estar abatido y miedoso y preocupado son sentimientos de pecado. Muestra que no confiamos en Dios. Josué está yendo a la guerra. Muchos pierden sus vidas en la guerra, pero Dios le dice, no temas. En Gen. 15:1 a Abraham Dios dijo: Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y soy tu galardón sobremanera grande. Y cuando Moisés recibió los 10 mandamientos en Monte Sinaí el pueblo temía viendo los relámpagos y escuchando los truenos. Mosiés dijo: Exo 20:20 Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; que para probaros vino Dios, y para que su temor esté en vuestra presencia y no pequéis.
Este es el mensaje bíblico. Teme a Dios y no peque. Pero no temas por las circunstancias del mundo, que Dios mismo dirige por su providencia. Esta es un espíritu de incredulidad y al contrario al espíritu que da el Espíritu Santo. 2 Tim. 1:7 Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor, sino de poder, y de amor, y de templanza.¨ Temor es en contraste a estas virtudes cristianas, poder, amor y templanza. Poder significa habilidad. Dios nos ha dado la habilidad de vencer todo mal sentimiento y pensamiento. Esta habilidad viene por su espíritu obrando en nosotros, tal como todas las virtudes cristianas vienen así. Y el Espíritu obra por medio de la palabra y la oración. Para tener el poder para vencer el temor, hay que pasar tiempo en la palabra y la oración. La segunda virtud en contraste al temor es amor, agape. Un espíritu de amor para Cristo y su iglesia y uno no es temeroso. El amor vence el temor. Y finalmente es la templanza, lo que quiere decir auto control. Nuestro cerebro debe vencer nuestros sentimientos. Nuestros sentimientos deben ser guiados por nuestro cerebro. Y sabiendo la verdad y meditando en la verdad, no hay razón para temer. Dios
Dios es fiel a su palabra. Dice a Josué no temas, y después Dios pelea por Josué, haciendo caer granizo del cielo y deteniendo el sol. En Enfermedad, no temas. Enfrentado con la muerte, no temas. Una falta de comida o ropa o dinero, no temas. Somos poderosos en Dios.
Josué 10:15-43 y 11-12 parte 2
La batalla más grande que el cristiano se enfrenta en este mundo es contra la carne. No leerás en las epístolas de Pablo para echar fuera demonios. No leerás en las epístolas de Pedro para andar sanando personas. Pero leerás y leerás otra vez la importancia de negar las concupiscencias de la carne. Esta es la mayor parte de nuestro trabajo en estas tiendas de carne. Como Josué ganó la victoria sobre los pueblos malvados de Canaán, nosotros también debemos tener victoria sobre nuestros pecados, para avanzar en la santidad. Lo que vemos en el Antiguo Testamento son ejemplos para nosotros. Hay muchos cuadros de eventos en el Antiguo Testamento que tienen una verdad espiritual en el Nuevo Testamento. Arturo Pink dice que uno de estos es la conquista de Canaán, lo que representa la batalla en la vida del creyente para tener la vida victoriosa en Cristo. Para ser el hijo que Dios quiere que seas. Y no abatido por el pecado, sino victorioso sobre él.
Hemos visto las 3 batallas feroces de cual escribe el autor. Primero, la victoria sobre Jericó, la primera ciudad grande en Canaán donde cruzó Israel el Río Jordán. Después la conquista de Hai. La ciudad fuerte que estaba ubicada en medio de Canaán, y con la captura de esta ciudad la división de Canaán. Y después, la parte del sur, cuando los 5 reyes se unió para pelear contra Gabaón y los heveos. Capítulo 11 habla sobre los otros pueblos en esta región que Josué conquistó y en capítulo 12 da la lista de los reyes.
En la segunda mitad de capítulo 10 leemos sobre la muerte de los reyes de los 5 ejércitos que se unieron contra Israel. Después de la derrota de sus pueblos, escondieron en una cueva. Los soldados les encontraron y Josué selló la cueva con piedras. Después de terminar el degolladero de los 5 ejércitos, Josué regresó a la cueva y sacó los 5 reyes afuera. Josué llamó a todo el pueblo de Israel para mostrar qué pasa a los enemigos de Dios. Los soldados pusieron sus pies en sus cuellos mientras Josué proclamó victoria por la mano fuerte de Dios, diciendo que Jehová haría esto a todos sus enemigos, y los mató. Después tomó los cuerpos y delante de todo el pueblo los colgó en el árbol. Y allí colgaban los cuerpos de los reyes muertos, exhibidos públicamente para mostrar lo que Dios hace a sus enemigos. Era un gran espectáculo. Josué, el hombre que hizo esto, era un tipo de Cristo. Jesús y Josué es el mismo nombre, Yeshua. Y tal como Josué hizo un espectáculo público de los enemigos de Dios, que eran contra Él y su pueblo, Jesús hizo lo mismo en la cruz con el manuscrito de las ordenanzas
Col 2:13 ¨Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él; perdonándoos todos los pecados.¨ Pablo se refiere al estado de los colosenses mientras eran extranjeros del pacto. El hombre natural es muerto en pecado. El castigo del pecado es la muerte. Y la incircuncisión de vuestra carne significa que no fueron creyentes. La circuncisión era la señal del pacto, y ellos que no tenían la señal del pacto eran extranjeros a las promesas del pacto y muerto en pecado. Pero la circuncisión de la carne era una señal de la circuncisión del corazón y perdón de pecado y nueva vida en Cristo.
Col 2:14 cancelando el manuscrito de las ordenanzas que había contra nosotros, que nos era contrario, quitándolo de en medio y clavándolo en la cruz;¨ Jesús cumplió esto en la cruz. Las ceremonias bajo el Antiguo Pacto eran obligatorio para el pueblo de Israel. Pero esto es diferente en Cristo, bajo el nuevo pacto. Somos libres en Cristo. Jesús borró estos escritos. Cada ceremonia tuvo el pensamiento de culpa. Lavamiento en agua representaba purificación, sacrificar un animal inocente diciendo que yo soy culpable y merezco la muerte de este animal. Había escritos de obligación. Pero ahora somos libres de estas obligaciones en Cristo. Jesús clavó estas cosas a la cruz. En este tiempo para anular un contrato las personas lo clavó a la cruz. Esto hizo Jesús cuando murió por nosotros en la cruz.
Col 2:15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en sí mismo.¨ Pablo se refiere a los poderes satánicos y los diablos. Ya no tienen autoridad para acusarnos o condenarnos. Cristo murió, y tal como Josué colgó esos reyes en el árbol pronunciando victoria sobre sus enemigos, esto es lo que Jesús hizo en la cruz. Era un espectáculo público en que Jesús venció todo enemigo y nos hizo libres. ¿Quién nos condenará, Cristo es el que murió? Por eso, el espectáculo de Josué tuvo un propósito, mostrar la majestad de Dios en victoria sobre sus enemigos, tal como Jesús hizo a sus enemigos débiles por triunfar sobre ellos en la cruz.
Aunque uno de estos reyes que Josué mató era el rey sobre Jerusalén, esta ciudad no está mencionada en la lista. Y eso es por lo que Josué nunca la conquistó. Jerusalén no estaba bajo control de Israel hasta el tiempo del reino de David en 2 Samuel 5. Pero en sus batallas en el norte, enfrentaron caballos y carros por la primera vez. El autor judío, Josefo, escribió que en la batalla contra Jabín y otra coalición de fuerzas, Israel peleó contra 300,000 soldados, 100,000 jinetes, y 20,000 carros. Enfrentado con fuerzas del enemigo tan grande, Dios otra vez habla con Josué, diciendo no temas, y prometiendo la victoria. Y así era. Josué ganó la victoria, matando a todas las personas, cortando el ligamento en la pierna de los caballos para hacerlos inútiles, y quemando los carros. Después de esto Josué conquistó las ciudades, y la biblia dice que ganó toda la tierra. Jos 11:23 Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había dicho a Moisés; y la entregó Josué a los israelitas por herencia, conforme a sus repartimientos de sus tribus; y la tierra reposó de la guerra.
Dibuja Israel.
6 partes. 1.los montes 2.neguev-desierto en el sur de Judá 3.gosén – mas al sur 4.oeste las faldas de los montes hasta el mar mediterráneo 5.arabá – tierra fértil al este del Jordán 6.montañas con sus faldas e incluye todo al norte
Esta era toda la tierra que Dios prometió a Israel. Dios cumplió su promesa en el pacto abrahamico en dar la tierra a Israel, aunque sabemos que Canaán es un tipo de nuestro reposo eterno, una tierra que no queda en este mundo que Abraham y todos los padres buscaban más que Canaán terrenal, lo que es Canaán espiritual. Y tal como la biblia dice que después de tomar toda la tierra prometida, y la tierra reposó de la guerra. Y en hebreos leemos sobre esto también, que el heredar de Canaán es un tipo del reposo eterno del santo en Jesús. Ya no lucharemos contra la carne. El matar de nuestras concupiscencias y deseos malvados terminará. Habrá descanso, reposo. El día de reposo o el sábado también es un tipo de nuestro reposo eterno y por eso nuestro reposo bajo el nuevo pacto es espiritual y ya no estamos obligados a guardar el sábado. Estos ejemplos en el Antiguo Testamento tienen verdades espirituales en el nuevo pacto.
Pero también Canaán era una promesa terrenal. En Génesis Gen 13:14 Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte, y el sur, al oriente y al occidente; Gen 13:15 Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu simiente para siempre. Gen 13:16 Y haré tu simiente como el polvo de la tierra; que si alguno podrá contar el polvo de la tierra, también tu simiente será contada. Gen 13:17 Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré. Gen 13:18 Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el valle de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí altar a Jehová.¨ Hebrón, donde estaba Abraham, está al sur de Jericó, oeste del mar muerto. Dios cumplió su promesa en el pacto en dar toda la tierra a Israel.
Este libro de Josué se divide en 2 partes, la conquista y el heredar de la tierra. Capítulo 12 termina con la conquista y por eso al fin, tenemos un resumen de todas las victorias. Al otro lado del Jordán dado a Rubén, Gad, y la media tribu de Manasés. Y después da una lista de reyes vencidas comenzando con Jericó. La lista incluye 31 reyes. Josué terminó el trabajo. Josué conquistó toda la tierra. No dejó nada incumplido. Esta es la manera que debemos vivir nuestra vida cristiana. Y leemos la razón en 10:19: Jehová vuestro Dios los ha entregado en vuestra mano.¨ Y esta frase se repite en las batallas que siguen. Jehová vuestro Dios los ha entregado en vuestra mano.
Y cómo Cristo ha quitado todo que era contra nosotros, debemos andar victorioso en nuestro camino que va al cielo. No debemos dejar nuestros enemigos espirituales a robar el gozo de nuestra salvación. El pecado no debe quitar nuestra paz, no debemos estar tristes o deprimidos, o miedosos. Cristo clavó la ley de Dios a la cruz para que no hay condenación para nosotros. Cristo triunfó contra sus enemigos, y nosotros en él. Debemos vivir así. Arturo Pink escribió que la conquista de Canaán es un cuadro de la batalla en que pelea el cristiano para su herencia espiritual y posesión de esa herencia en esta vida. Después dijo que la pelea más grande no es contra los hijos de Satanás o cosas exteriores, sino cosas internas, la carne, y los deseos malos del corazón.
1 Ped. 2:11: Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las concupiscencias carnales que batallan contra el alma. Sant. 4:1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras concupiscencias, las cuales combaten en vuestros miembros?
Hay listas de concupiscencias carnales de lo que podemos mencionar, pero uno es el perezoso. Pro 13:4 El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será engordada. Otro es codicia: Pro 6:25 No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos; Pro 6:26 porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; y la mujer adúltera caza la preciosa alma del varón. Pro 6:27 ¿Tomará el hombre fuego en su seno, sin que su vestidura se queme? Pro 6:28 ¿Andará el hombre sobre brasas, sin que se quemen sus pies? No puedo enfatizar con fuerza suficiente la importancia de huir la fornicación. Como dice aquí, andará el hombre sobre brasas, sin que se quemen sus pies? El castigo del adulterio en Israel antiguo era la muerte. Es un pecado grave, un pecado para que Dios mató el hijo de David. Tiene consecuencias serias.
Hay dos maneras generales para crecer en santidad, la mortificación y la vivificación. Ambas cosas aparecen en Col. 3. Col 3:1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Col 3:2 Poned vuestra mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Col 3:3 Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Col 3:4 Cuando Cristo, nuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria. Col 3:5 Haced morir, pues, vuestros miembros que están en la tierra; fornicación, impureza, pasiones desordenadas, mala concupiscencia y avaricia, que es idolatría; Col 3:6 cosas por las cuales viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia;¨
Aquí, la vivificación aparece primero. Es buscar las cosas de arriba. Es hacer lo bueno. Hacer vivir la justicia y la santidad en nuestro corazón. Es alimentar nuestra alma por participar en lo justo. Es lo que dice Filip. 4:8 ¨ Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad.¨ La vivificación es hacer vivo todo lo bueno en nuestro corazón. Hay otro lado a la santificación, la mortificación.
La mortificación consiste en matar el pecado. Esta es la segunda parte de los primeros versos en Col. 3. Haced morir, pues, vuestros miembros que están en la tierra; fornicación, impureza, pasiones desordenadas, mala concupiscencia y avaricia, que es idolatría.¨ Haced morir, mata los malos deseos del corazón que no son de Dios, sino de nuestra carne. Tal como Josué mató a los malvados en Canaán, mata la concupiscencia que mora en ti. Pro 4:23 Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; porque de él mana la vida.¨ Esta es la clave a la vida victoriosa en Cristo, guardar el corazón. El pecado trae placer temporal, pero muy pronto este placer huye y deja el alma peor que en antes. Pero la justicia es lo que trae un gozo que se queda. Y la manera de recibir esto no es diferente que la manera que Josué tuvo victoria, ¨Jehová vuestro Dios los ha entregado en vuestra mano.¨ Cristo, Jehová mismo, compró nuestra santificación. Es uno de las bendiciones espirituales incluido en la redención, nuestra santidad. Rom 6:22 Mas ahora, libertados del pecado, y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santidad, y por fin la vida eterna.¨ Cristo nos libró del pecado. Es Cristo quien cumple la santidad en nosotros. Pero tiene medios por lo que trabaja. La palabra de Dios. Cuando es la vez pasada que leíste la palabra. Debe ser algo que haces diario. Hace tiempo un hombre me dijo, codicio a las mujeres, y esta mujer se me acerca y estoy tentado, qué puedo hacer. Si había leído la biblia habría sabido que Proverbios dice que 2:18¨su casa está inclinada a la muerte, y sus veredas hacia los muertos. Pro 2:19 Todos los que a ella entraren, no volverán, ni tomarán los senderos de la vida.¨ La palabra es nuestra espada en la batalla espiritual. La espada hace cosas feas y horribles. La espada corta cabezas y deja los muertos en todos lados. Esta es la mortificación. Dejar muerto todo deseo desordenado. Colgarlos del árbol proclamando victoria sobre ellos. Esto es lo que pasa a las concupiscencias desordenadas que he guardado en mi corazón. Las mato, proclamando la victoria en Cristo para seguir adelante a la vida que Dios quiere que tenga, una vida victoriosa de amor, misericordia, bondad, gozo, paz, justicia, y no de dudas, miedo, temor, iras, codicia, dolor, tristeza. Debes atacar estos enemigos como Josué atacó a los enemigos de Dios en Canaán, ellos que mataron a los niños, ofreciéndolos en los altares de sus dioses falsos. Ellos que cometieron todo top de barbaridad sexual. Si tú vas a estar como Josué, un tipo de Cristo, si tú vas a estar conformado a la imagen de Jesús, este es tu deber, y es un deber santo, mata a estos enemigos de tu alma. No dejes que tengan lugar en tu corazón. Pisa sus cuellos delante de todos, proclamando que eres un hijo de Dios quien no participa en maldad, córtalos con la espada y cuélgalos del árbol. Sigue el ejemplo de Josué. Sigue el ejemplo de Jesús. Ya no deje que el pecado de ser perezoso, o codicioso, o el robo, o hablador, o temeroso o cualquier otro pecado que tienes, no lo dejes robar tu gozo en Cristo. Sigue subiendo la montaña hasta que llegues a la cumbre con la vista que Josué tuvo, heredando a Canaán, con la vista que Jesús tuvo, victoria en muerte, triunfando sobre los principados y potestades, mirando a Canaán espiritual y regocijando en tu lugar de descanso eterno.
Josué 13
Antes de cruzar el río Jordán, Israel, bajo Moisés, había derrumbado 2 reyes, Og y Sehón. Después de cruzar el Jordán conquistaron 31 reyes bajo el liderazgo de Josué. Estos eran los reyes más poderosos en Canaán. Pero todavía quedan otros pueblos malvados. Todavía hay más pueblos para conquistar en la tierra prometida. Estos eran pueblos más pequeños, menos potentes. Dios instruye a Josué cómo continuar la conquista. Cada tribu será responsable de pelear en su propia heredad contra la gente que todavía está allí. Israel ya no viajará todo junto. El pueblo escogido de Dios dispersará según la porción de su herencia. Dios da una heredad a cada una de las tribus de Israel con linderos específicos y cada tribu será responsable acabar con la gente adentro de los linderos de su heredad.
Jos 13:1 Y siendo Josué ya viejo, entrado en días, Jehová le dijo: Tú eres ya viejo, de edad avanzada, y queda aún mucha tierra por poseer.
Leímos al fin del capítulo 11 que 11:23 Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había dicho a Moisés; y la entregó Josué a los israelitas por herencia, conforme a sus repartimientos de sus tribus; y la tierra reposó de la guerra.¨ Pero aunque habían conquistado las fortalezas más grandes y poderosas de la tierra, había pocas batallas para Israel que quedaban en el futuro. Todavía había pocos enemigos en la tierra prometida de Canaán.
Josué y Caleb eran los únicos en todo el pueblo de Israel que vivían después de andar en el desierto por 40 años y entrar a Canaán. Y en verso 1 de capítulo 13 leemos que Josué ya es viejo. Tenía aproximadamente 100 años. Este hombre Josué, el líder del pueblo escogido de Dios había visto muchas batallas en su vida. Y ahora el fin de su vida se acerca, y Dios le dice así. Ya no es el lugar de Josué para entrar en la guerra. Cuando Moisés tenía 120 años murió, pero todavía tuvo fuerza en sus piernas, sus ojos no fallaban, sus manos no temblaban. Pero Josué es menor de edad que Moisés y tiene problemas. El trabajo es para los más jóvenes. Tal como Moisés llegó a un cierto punto, puesto en la loma viendo la tierra prometida, y Dios dijo no más, Josué había llegado al mismo punto, el fin de su vida. Dios le está diciendo no más. Otros irán a los otros pueblos de Canaán para conquistarlo en guerra. Pero tú tiempo Josué, se acabó. Esto pasa a cada uno de nosotros. Mientras envejecemos nos acordamos la fuerza que tuvimos en nuestra juventud, pero como los pájaros que vuelan en el aire que pronto desaparecen de nuestra vista, así es con nuestra fuerza. Algunos de nosotros ya no somos jóvenes y fuertes. Estamos entrando en la etapa final de nuestras vidas, Así era con Moisés. Así era con Josué. Así era con todos los que han venido antes de nosotros. Y esto como castigo por el pecado, lo que es la muerte.
Los judíos tenían 3 etapas de la vejez. De 60 a 70 era el comienzo de la vejez. De 70 a 80 era cabeza ploma, y después de 80 edad avanzada. Aquí está Josué.
Y esto es algo de cual los jóvenes deben tomar en cuenta. Que tu fuerza no durará para siempre. Mientras tienes la capacidad de servir a Dios, hágalo con todas tus fuerzas para que recibes tu herencia completa cuando te paras delante del Señor en juicio, y para que no tengas arrepentimiento sobre la manera que has vivido. Y como Josué ya no pudo conquistar la tierra de Canaán, es un trabajo que cae a los jóvenes. Pero Dios confirma en versículo 6 lo que hemos visto en antes. Dios lo hará.
Jos 13:6 a todos los que habitan en las montañas desde el Líbano hasta Misrefotmaim, a todos los sidonios; yo los desarraigaré de delante de los hijos de Israel;
Cuando Israel llegó al río Jordán no había cómo cruzar. Dios amontonó a las aguas. Cuando Israel se fue a Jericó los muros de la ciudad eran muy altos y todos los soldados se paraban encima. Dios hizo caer a los muros. Cuando Israel peleaba en el valle de Ajalón Dios hizo parar el sol en pleno cielo. Y ahora mientras Josué está listo para dejar su peregrinaje terrenal, Dios le da las palabras de consuelo que Él mismo dará la tierra de Canaán al pueblo. Y queda aún un deber más para Josué.
Y Dios dice a Josué que haga los linderos para dividir esta tierra para las tribus de Israel aunque no lo habían conquistado todavía. Había gente ajena en la tierra, y Dios dijo a Josué, es tu tierra, te la voy a dar, haga los linderos para Israel. Josué era el representante de Dios en la tierra, como Moisés antes de él. La gente confía en Josué. Y Dios le dio este deber en sus años avanzados sabiendo que la gente le haría caso. Y otra vez vemos la palabra segura de Dios. El Todopoderoso quien controla la naturaleza y el movimiento de sus criaturas ha dicho, aunque no posees esta tierra, divídela, porque te la voy a dar.
Hay una estipulación que Dios añade en versículos 7 y 8. Jos 13:7 Reparte, pues, tú ahora esta tierra en heredad a las nueve tribus, y a la media tribu de Manasés. 8 Porque la otra media recibió su heredad con los rubenitas y gaditas, la cual les dio Moisés al otro lado del Jordán al oriente, tal como se la dio Moisés siervo de Jehová.
La tribu de Rubén y Gad y una parte de Manasés se quedaron al otro lado del Jordán. Manasés y Efraín eran los hijos de José, y todos los otros, incluyendo José, eran hijos de Jacob, quien era hijo de Isaac, quien era hijo de Abraham. Estas 3 tribus, Rubén, Gad y la media tribu de Manasés tuvieron su heredad al otro lado del Jordán, antes de cruzar al Jordán, al este del río.
Dibuja la herencia de Israel.
Jos 13:14 Sólo a la tribu de Leví no dio heredad; los sacrificios de Jehová Dios de Israel son su heredad, como Él les había dicho.
Cuando Dios salvó a Israel de su servidumbre en Egipto por medio de matar el primogénito de los egipcios, Dios separó cada primogénito de entre las familias de Israel para sí mismo. Pero después, Dios cambió. Ya no separó el primogénito de cada familia, sino separó una tribu para sí mismo, la tribu de Leví. Esta tribu le servía en el tabernáculo. Cuando estaban en el desierto de día y la nube movía era la responsabilidad de los miembros de Leví para empacar todo el tabernáculo y seguir a Dios en la nube y rearmar el tabernáculo donde paró la nube. Dios separó a esta tribu de Leví para servirle. Y por eso ellos no tenían una heredad. No tenían fincas para sembrar y cosechar. No tenían terrenos para criar animales. Ellos vivían por los diezmos del pueblo. Esto era el método de Dios para proveer para ellos que cuidaban el trabajo del Señor. Pero la herencia de Leví era mucho mejor que las otras tribus, su herencia era Dios. Los sacerdotes eran de la tribu de Leví. Y la biblia dice que nosotros somos sacerdotes. Jesús nos hizo sacerdotes.
En verso 21 dice que Rubén heredó la tierra de Sehón. Israel pidió permiso de Sehón para pasar por su tierra. No le iban a conquistar. Pero cuando negó su petición Israel le mató y conquistó a su tierra. Rubén era el primogénito de Jacob, pero perdió la bendición del primogénito por su pecado. Puede ser que aunque no recibió la mejor heredad que quiso la primera heredad y por esa razón cogió el terreno al otro lado del Jordán. También heredó la tierra de Balaam quien fue vencido en su meta de maldecir a Israel y la maldición cambió a una bendición por la misericordia de Dios. De esta heredad de Rubén, Moisés vio la tierra prometida de encima de Monte Pisga y respiró su último y fue llevado a Canaán celestial. La juez Debora lamentó sobre esta heredad por lo que no estaba unida con los otros pueblos de Israel, sino separado por el Jordán, porque Rubén puso su propio interés sobre el de la nación. Esta heredad de Rubén era el lugar de los campos y las viñas fructuosos de Hesbón y Sibma. Rubén y Gad fueron llevados fuera de su heredad 20 años antes de las otras tribus cuando Dios juzgó a su pueblo por el rey malvado de Asiria.
Al norte de Rubén al este del Jordán era Gad. Esta era la tierra de las rosas de Sharon. Aquí era el bálsamo de Galaad, la sustancia medicinal de plantas.
Y más al norte era la media tribu de Manasés. Esta heredad incluía la tierra de Basán, lo que Israel conquistó cuando peleaba contra su rey Og. Leemos sobre los toros de Basán en Salmo 22 y los alcornoques de Basán en Is. 2:13. Elías tisbita era de esta tribu.
Cuando Dios dio estos linderos, lo hizo con palabras tan claras que nadie puede equivocarse sobre donde termina una heredad y comienza otra. Vemos tantas discusiones sobre linderos en el mundo. En la selva donde vivía en antes un ex militar disparó y mató su propio vecino sobre un desacuerdo de un lindero, y estaba en la cárcel por algunos años. Pero aquí Dios no deja espacio por una discusión sobre linderos. El asunto queda claro y la gente puede disfrutar su herencia en paz. Y esto era el propósito de Dios, la tranquilidad de su pueblo. Dios es un Dios de orden. Y en orden estableció su pueblo en la tierra prometida.
Antes de heredar a Canaán, Moisés conquistó 2 reyes al otro lado del Jordán, Sehón y Og, Og era 4 metros de altura, un gigante más alto que Goliat. Josué conquistó 31 reyes en Canaán. Para ganar nuestra herencia espiritual en esta vida y en la próxima, Canaán celestial, lo que es el estado eterno, nosotros también tenemos que pelear. Pero nuestra guerra no es contra reyes del mundo. Nuestra guerra es espiritual. Ahora sabemos que en el Antiguo Testamento tenemos ejemplos. Y estos ejemplos tienen aplicaciones para nosotros en el nuevo pacto. Ellos peleaban para tener paz en la tierra Nosotros peleamos para tener paz en el corazón. Ellos peleaban para tener grandes cosechas. Nosotros peleamos para tener grandes bendiciones espirituales. Y si vamos a tener una vida llena del Espíritu, tenemos que matar el pecado. Esta es nuestra herencia. Es espiritual. Incluye todo lo que Dios nos da. Algunos tienen el don de administración, otros el don de misericordia, otros el don de exhortar. Pero los dones son distintos. Mira cómo Dios da esta herencia. Leamos verso 6.
Es por suerte. Dios nos dio lo que tenemos, sea bueno o malo, por su voluntad soberana. Hay una herencia para nosotros. Cada uno tiene algo diferente. Confía en Dios. Dios es soberano. Dios está en control. Todo que tenemos es lo que Dios nos ha dado para cumplir su propósito por su vida. Dios sabe lo que está haciendo. Si hay algún suerte en nuestra vida que preguntamos por qué tengo este suerte, por qué esto me pasó a mí? ¿Por qué tengo este vecino? ¿Qué ha pasado con mi hijo? ¿Por qué tal cosa pasó a mí? Si hacemos estas preguntas, estamos preguntando ¿es Dios sabio? Tu suerte está determinado por Dios.
Nosotros tenemos una herencia mientras estamos en este mundo. Pero no como Israel no es una heredad con fincas y animales. Nuestra herencia es espiritual: dones, conocimiento, comunión, santidad, paz, según cómo apropiamos la palabra a nuestra vida. Y nuestra herencia es la de Leví, es Dios mismo. Y Dios tiene tanto para nosotros. Lee las epístolas y vea cuan tan rica es la nueva vida en Jesús. Las bendiciones espirituales que tenemos deben dominar nuestra vida para que vivamos en otro nivel, un nivel superior a ellos que no tienen a Dios, y aún niveles distintos entre los cristianos, algunos viviendo en una montaña más alta que otros, disfrutando comunión más íntima con Jesús, caminando con Él, conversando con Él, viviendo en la esfera de gracia con el Espíritu Santo guiando el camino. Esta es nuestra herencia mientras estamos en la tierra. Es una herencia espiritual, nueva vida en Cristo. Hay tanto para nosotros si apropiamos la palabra a nuestra vida. Hay conocimiento de Dios. Esta es una oración de Pablo. Efe 1:16b haciendo mención de vosotros en mis oraciones, 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él; 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.¨ Y con este conocimiento de lo cual debemos orar y luchar para alcanzar. Efe. 3:19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento; para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.¨ Conocer algo que excede el conocimiento. O sea, el amor de Cristo es tan profundo que no lo podemos comprender totalmente porque pasa un amor humano, es algo divino, pero hay aspectos de su amor para nosotros que podemos entender, y en entender su amor para nosotros, estamos llenos de la plenitud de Dios. Tú buscas esta herencia aquí y ahora. Nuestra herencia no son casas y terrenos. Esta es. La vida espiritual. La vida cristiana victoriosa que Dios quiere para nosotros. No en dinero y celulares, sino en el corazón. Vida en Cristo. Una herencia espiritual. Esta es nuestra misión en la tierra. Para conquistar los reyes que invaden nuestra vida espiritual y quitan nuestro gozo y paz y servicio, para servir a Jesús mejor y estar lleno de toda la plenitud de Dios, conocer el amor de Cristo que le hizo ir de su propia voluntad a la cruz, dejando todo en el cielo para sufrir hambre y sed, tentación y sufrimiento. Y conociendo esto podemos portarnos como Cristo. Y otra vez leímos que Dios hace esto en nosotros. Jos 13:6 a todos los que habitan en las montañas desde el Líbano hasta Misrefotmaim, a todos los sidonios; yo los desarraigaré de delante de los hijos de Israel.
1Co 4:7 Porque ¿quién te distingue? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Heb 4:11 Procuremos, pues, entrar en aquel reposo. Dios da gracia para mejorar, continuar, tomar posesión de nuestra herencia. sal 119:101 De todo mal camino contuve mis pies, para guardar tu palabra. Col 3:24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia.¨ Mire a una clave aquí es no mezclar con gente fuera del pueblo de Dios. En el tiempo de Israel era fácil ver a quien Dios amó. La biblia dice que Dios dio su palabra a Israel, y no a los otros pueblos. Dios hizo un pacto con Abraham y con su simiente, y no con los filisteos, gergeseos, heveos ni ningun otro pueblo. Ahora en el nuevo pacto la salvación ha extendido a todo el mundo. Pero tal como Israel fue prohibido de mezclar con las naciones fuera del pacto de Dios, así somos nosotros. Hay que separar de todos obradores de maldad. Aquí en este capítulo Dios otra vez da la carga a Israel para exterminar los pueblos de Canaán, la mala gente. Nosotros tenemos un mandamiento semejante. Nuestra carga es no mezclar con los abominables, y los hechiceros, y los mentirosos, y los ladrones. No vayamos a sus fiestas ni a sus casas. Dios es claro cuando dice que el hombre bienaventurado no anda con los escarnecedores y pecadores y malos. El pueblo de Dios es santo. Yo sé que para los jóvenes esto puede ser difícil. Pero si tú quieres la herencia que Dios te está ofreciendo, harás caso a Él que es más sabio. ¿Qué bien puede resultar de una amistad con un incrédulo? La biblia nos enseña, y también la experiencia, que muchas veces se cae el hombre justo por andar con los malos. Y esta es la razón que Dios dio el orden de acabar con los pueblos en Canaán, por no caer en su maldad. Y una amistad no aprobada por Dios puede terminar en pecado y en gran angustia, tal vez aún fornicación. El castigo del adulterio en el antiguo testamento era la muerte. Dios no bromea. Para heredar su tierra Israel tuvo que pelear. Y así es para nosotros. Para heredar las bendiciones espirituales hay que dejar atrás todo maldad, la fornicación, la chismería, la codicia para cosas mundanas. Solo en hacer esto puedes reclamar tu herencia.
Josué 14 La herencia de Caleb
Israel al fin está tomando posesión de la tierra prometida de Canaán. Rubén y Gad tomaron su posesión al otro lado del Jordán, antes de cruzar el río, y ahora leemos sobre las otras tribus que van a tomar su herencia en este lado del Río Jordán. Leemos que la tribu de Leví no tiene herencia. Dios separó a esta tribu para servirle, y ellos vivían por los diezmos de las otras tribus. José tuvo dos hijos, Efraín y Manases, para cumplir 12. Eleazar el sacerdote y Josué, con los 10 príncipes o jefes de cada tribu están dividiendo la tierra de Canaán por medio de suerte. Dios determinó quien iba a vivir en cada lugar, e hizo esto por medio de echar la suerte. En medio de esto la biblia nos dice algo sobre Caleb y su herencia.
Jos 14:9 Entonces Moisés juró, diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.¨ Y otra vez en versículo 14 leemos lo mismo. Jos 14:14 Por tanto, Hebrón fue de Caleb, hijo de Jefone cenezeo, en heredad hasta hoy; porque siguió cumplidamente a Jehová Dios de Israel.
Cuando Israel vivía en Egipto, en esclavitud, bajo servidumbre, sufrían mucho. El pueblo clamó a Dios, escúchanos Dios, sálvanos, porque sufrimos aquí bajo la mano perseguidora de Faraón. Dios escuchó sus clamores. Con mano fuerte Dios salvó su pueblo de Egipto. Los judíos cruzaron el Mar Rojo y escaparon a Faraón y los egipcios. Al otro lado del Mar Rojo era el desierto. Dios tuvo planes para su pueblo. Dios quería que su pueblo salga del desierto para heredar a Canaán, la tierra que fluye con leche y miel, la tierra que Dios había prometido a Abraham cientos de años en antes en su santo pacto.
Pero esta era una generación incrédula. Esta gente no confía en Dios. Después de ver los milagros que Dios hizo en Egipto para salvar su pueblo, después de cruzar en medio de dos muros grandes de agua, esta gente dudaba. 12 espías se fueron a espiar la tierra de Canaán. El plan era de entrar para conquistar los pueblos que estaban allí. Caleb era uno de estos espías.
Cuando los espías vieron la tierra de Canaán y quien vivía allí, se asustaron. La gente allí eran gigantes, anakim, descendientes de los nefilim. Solo Caleb y Josué querían conquistar a Canaán. Tenían fe en Dios para dar la tierra aunque la gente era poderosa. Todos los otros tenían miedo y no querían pelear. Ellos andaban con sus ojos, en vez de por fe en Dios. Escucha a la diferencia entre las palabras de Caleb y las palabras de los otros. Num 13:30-33 Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y poseámosla; que más podremos que ella. 31 Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo; porque es más fuerte que nosotros. 32 y vituperaron entre los hijos de Israel la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella, son hombres de gran estatura. 33 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes: y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.
Israel no hizo caso a Caleb. Israel no siguió al hombre quien siguió a Dios cumplidamente. Los varones decidieron no entrar a pelear para la tierra de Canaán que Dios les prometió. Y vemos un gran contraste entre el hombre que sigue a Dios con todo el corazón por fe, y el hombre que duda, y confía en Dios. Dios juzgó al pueblo por su incredulidad, falta de fe. Esa generación no entró a Canaán. Ellos andaban en el desierto por 40 años, hasta que todos los cuerpos se cayeron muertos, menos Josué y Caleb. Ellos eran los únicos que salieron del desierto para entrar a Canaán. Porque ellos eran los únicos que tenían fe en Dios y querían entrar a Canaán bajo la bandera de Dios para conquistar la tierra que Dios había bendecido, la tierra de Canaán que fluye con leche y miel, lo que significa que es bien fructuoso y da cosechas grandes. Mientras los cuerpos de los incrédulos cayeron si vida y estaban comidos por los gusanos, Caleb entró a Canaán y tomó posesión de la tierra que Dios le había prometido. La fe en Dios trae la victoria.
Eso es el fondo de esta historia donde llegamos ahora en Josué 14. Caleb tiene 85 años. Tenía 40 años cuando espió a Canaán. Caleb era de la tribu de Judá, pero su padre no era judío, sino cenezeo. Su padre era extranjero. No sabemos cómo entró Caleb a Israel, tal vez en la esclavitud bajo Egipto. Era de Canaán, y su tierra Dios prometió a Abraham en el pacto. Hebrón era una ciudad en Canaán. Los espías vieron a Hebrón. Era el único lugar de Canaán que Abraham heredó en su vida. Allí compró la cueva de Macpela donde enterró a Sara. Abraham también fue enterrado allí, con Isaac, Rebeca, Jacob y José. José mandó que llevan sus huesos de Egipto a Hebrón cuando conquistaron a Canaán. Era una ciudad importante y Caleb la quería. Pero el sacerdote Eleazar, Josué, y los 10 príncipes de las tribus están dividiendo Canaán por echar suertes.
En el Talmud dice que había dos urnas. Una urna tuvo los nombres de las tribus y la otra urna tuvo los nombres de la herencia. Sacaron un nombre de una urna y una herencia de la otra urna y así era la herencia de cada tribu. Era en la mano de Dios quien controlaba este proceso. Pero Caleb, el hombre mayor de edad en Israel después de Josué, por lo que todos los otros se cayeron en el desierto, quería el monte de Hebrón. Pidió esto de Josué y Josué estaba de acuerdo. Josué le bendijo, como el mayor bendice al menor, y oró por él. En todo esto Caleb siguió cumplidamente a Dios. Caleb anduvo por fe.
Pablo escribió en Romanos una cita del Antiguo Testamento, el justo por la fe vivirá. Este pasaje es lo que Dios usó para romper las cadenas de Martín Lutero. Lutero estaba sufriendo bajo la doctrina falsa de la iglesia católica y no pudo encontrar el perdón de pecado y la salvación, hasta que leyó las palabras de Pablo: el justo por la fe vivirá. Caleb era un hombre que vivía por fe. La gente de Israel miró a los hombres. Josué y Caleb miraron a Dios. Mientras la gente decía, son grandes, son numerosos, sus ciudades son fortalecidas, Josué y Caleb dijeron, Dios es grande, Dios es poderoso, Dios es soberano.
Hay un ejemplo bíblico de este principio. Cuando Pedro y los otros discípulos estaban en el barco en el mar, vieron a Jesús caminando sobre el agua. Pedro dijo al Señor, Mateo 14:28-30 Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29 Y Él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, caminó sobre las aguas para ir a Jesús. 30 Pero viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!¨ Pedro miró a Jesús en fe, pidiendo lo imposible, para caminar sobre el agua. Y cuando fijó sus ojos en Jesús estaba haciendo lo imposible. Pero cuando se distrajo, y ya no enfocaba en el poder soberano de Jesús, sino en las circunstancias y el viento fuerte, se hundió.
Los judíos eran tumbados por las circunstancias de sus vidas. Ellos no reconocieron que Dios dirige las circunstancias de nuestra vida. Él es el Dios que envió a José a Egipto. Él es el Dios que le metió en la cárcel. Él es el Dios que le levantó a ser el hombre más cercano a Faraón en todo el país. Y Él es el Dios que dirigió todas estas circunstancias en la vida de José para salvar a la iglesia. Cuando había hambre en la tierra, José dio a Israel a comer. José no dudó a Dios cuando estaba preso. José tuvo fe. Caleb tuvo fe. Dios nos va a dar la victoria sobre estos incircuncisos. ¿Cómo es tu Dios? ¿Tienes un Dios pequeño como ellos que cayeron muertos en el desierto? Ellos ni pensaron en Dios. Ellos pensaron en la gente de Canaán. Son grande. Tienen ciudades fortalecidas. Son muchos. Somos débiles contra ellos. Mire a ellos, viendo con sus ojos. ¿O tienes un Dios grande como Caleb? Sí son muchos, sí son grandes y poderosos, sí sus ciudades son bien fortalecidas, pero nosotros tenemos Dios. Él está con nosotros, y Dios entregará a esta gente a nuestra mano. Caleb caminaba por fe. Jesús nos enseñó que nuestro deber más importante es seguir a Dios cumplidamente.
Mat 22:36-38 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Éste es el primero y grande mandamiento.¨ Esto hacía Caleb y por eso heredó la tierra. Vimos que la mayoría de Canaán había sido conquistado por todo el pueblo unido de Israel. Las batallas más grandes ya fueron peleadas. Pero todavía había pueblos malvados en la tierra de Canaán. Cada tribu de Israel tenía miles de personas. Había 12 tribus de Israel, los 12 hijos de Jacob. Y estas tribus entrarían sus propias porciones de Canaán, según los linderos que Dios estableció por suerte, y cada tribu tuvo la responsabilidad de echar fuera la gente adentro de los linderos de sus porciones en la tierra. Muchos fracasaron. Los pueblos malvados de Canaán se quedaron. Israel no pudo sacar fuera toda la gente. Esto tuvo consecuencias graves para el pueblo. Pero Caleb cumplió su deber.
Cuando preguntamos por qué Israel no pudo conquistar a todos los pueblos en Canaán, tenemos la respuesta en la vida de Caleb, quien heredó todo lo que Dios tuvo para él. La biblia dice sobre Caleb y su herencia: Jos 14:9 Entonces Moisés juró, diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.¨ Y otra vez en versículo 14 leemos lo mismo. Jos 14:14 Por tanto, Hebrón fue de Caleb, hijo de Jefone cenezeo, en heredad hasta hoy; porque siguió cumplidamente a Jehová Dios de Israel.¨ Este hombre Caleb era un hombre excepcional. Caleb vivía por fe y no por vista. Caleb vivía cumpliendo el primer gran mandamiento de amar a Dios de todo el corazón, todo el alma, y toda la mente. Y para que no perdimos el asunto de la herencia de Caleb, y la gente que él tuvo el deber de expulsar, y la grandeza de su confianza en Dios, déjanos mencionar quien vivía en Hebrón.
Caleb iba a Hebrón donde vivían los gigantes. Caleb iba adonde vivían los anaceos, los gigantes que había visto 45 años en antes. Estos mismos gigantes de quien los israelitas dijeron, somos langostas en la presencia de ellos. ¿Cuántos de Israel diría, yo quiero ir a pelear contra los hombres más fuertes en todo Canaán? Yo quiero atacar las ciudades fortificadas. Esto es lo que Caleb dijo. Y dijo esto porque sabía que Dios dirige los eventos del mundo. Dios es soberano. Caleb dijo, Quizá Jehová será conmigo, y los echaré como Jehová ha dicho. 45 años después que vio los gigantes por la primera vez diciendo ¨Subamos luego, y poseámosla; que más podremos que ella,¨ y Caleb todavía confía en Dios para dar la victoria. Todavía camina por fe. Muchos son los que empiezan la vida cristiana, pero pocos son los que la terminan. Caleb era un hombre excepcional, y era un hombre excepcional por una simple razón, tuvo fe en Dios. Siguió cumplidamente a Dios. Que nosotros sigamos el ejemplo de Caleb, para tomar posesión de nuestra herencia, Canaán espiritual.
Josué 15-19 Los Negligentes y Desobedientes
Canaán era la tierra prometida. En el pacto de Abraham Dios prometió la tierra que fluye con leche y miel a Abraham y su simiente. 400 años después Israel está heredando la tierra. El pecado de los cananeos se ha cumplido. Dios dio 400 años a los pueblos en la tierra para arrepentirse de su adoración falsa, de su idolatría, de su bestialidad y todo tipo de abominación delante de los ojos de Dios. Pero la gente en la tierra de Canaán no se arrepintió. Y ahora Dios envía su pueblo escogido a Canaán para destruir los malvados allá y tomar posesión de su herencia.
La generación incrédula en el desierto no entró a Canaán por su falta de fe. Hicieron vueltas en el desierto por 40 años hasta que todos se cayeron muertos en el desierto, sin heredar la promesa, menos 2, Josué y Caleb. La semana pasada leímos sobre la herencia de Caleb en la tierra de los gigantes. Este hombre de mucha fe no dudaba. Su vida era un ejemplo de cómo conquistar por fe. Pero ahora llegamos a las otras tribus. Este libro se divide en dos partes. Capítulos 1 a 12 se tratan de la conquista de Canaán por Josué, Yeshua es su nombre. El nombre de Jesús también es Yeshua, Jesús es nuestro Yeshua. Conquistamos en este mundo por medio de fe en Él. Tomamos posesión de nuestra herencia por caminar por fe y obedecer a Dios. Hemos llegado a la segunda parte de este libro, la herencia de Israel en Canaán. Capítulos 13 a 24 hablan sobre las porciones de herencia en Canaán de las tribus de Israel. La guerra principal en que todo Israel peleaba junto como un solo ejército contra las ciudades más poderosas en Canaán duraba 7 años. Ahora cada tribu está tomando posesión de su porción por batallas más pequeñas. Israel ya no viaja como un solo ejército, sino cada tribu, entran su porción y pelean contra los habitantes de la tierra. Cada persona en cada tribu tiene responsabilidades. Cada miembro en la comunidad del pacto tiene responsabilidades. Tú tienes responsabilidades delante de Dios.
En estos capítulos, 15 a 19, leemos sobre las porciones de herencia de cada tribu. Dos tribus ya han tomado posesión de su tierra al otro lado del Jordán. Este no era el propósito de Dios pero Rubén y Gad se quedaron al otro lado. La mitad de Manasés también se quedó al otro lado del Jordán.
15 Judá. La herencia de Judá al sur es la más detallada de todas las tribus. Judá se hizo la tribu prominente en Israel. Era el cuarto hijo de Jacob, pero sus hermanos mayores pecaron y por eso perdieron su prominencia. Rubén era el hijo mayor. Él tuvo relaciones sexuales con la concubina de su padre. Simeón y Levi eran el segundo y tercer hijos de Jacob. Ellos eran los líderes de una matanza contra Siquem, demandando venganza. Y por eso Judá, el cuarto hijo de Jacob, se hizo prominente. Jesús era un descendiente de esta tribu, el León de la tribu de Judá. Los reyes vinieron de esta tribu: David, Salomón. 63 ciudades están mencionados en el capítulo y dado a Judá. Vs. 63 dice que no podían conquistar a Jerusalén. Hasta el tiempo del Rey David Jerusalén quedó en manos de los enemigos.
16 Efraín. Capítulos 16 y 17 hablan de los dos hijos de José, Efraín y Manasés. Manasés era el primogénito y la doble porción de la herencia era para el primogénito. Pero cuando Jacob, el padre de José y abuelo de Manasés y Efraín, estaba viejo y muriendo, los llamó para bendecirles. José se hizo acercar a Manasés, el primogénito a la mano derecha de su padre, Jacob, y Efraín a su izquierda. Y cuando Jacob les bendijo, cruzó sus manos y dio a Efraín la mayor bendición. La biblia dice que esto le causó disgusto a José quien intentó a cambiar las manos de su padre, pero Jacob dijo no.
Jos 16:10 Y no echaron al cananeo que habitaba en Gezer; antes quedó el cananeo en medio de Efraín, hasta hoy, y fue tributario.¨ Efraín no podía conquistar a Gezer. Fue tributario significa que Efraín hizo un compromiso para ganar dinero. Efraín dejó a ellos quedarse en la tierra por el pago de impuestos. Era desobediencia. Escogieron dinero sobre obediencia. Escogieron codicia sobre Dios. Tuvo consecuencias desastres. En Jueces leemos que los cananeos dominaron a Efraín. Por desobedecer a Dios esto es lo que pasó a Efraín.
17 Manasés. Manasés tenía mucho más hijos que Efraín, pero cuando llegaron a la tierra prometida, Efraín tuvo más hijos. En Números 27 leemos sobre las hijas de Zelofehad. Zelofehad no tenía hijos y sus hijas tenían su herencia cuando se casaron. Pero sus hijas no se casaron. Y ellas no querían perder la herencia de su padre. Estas hijas se acercaron a Moisés para pelear por su herencia. Queremos la herencia de nuestro padre, dijeron. Dios dijo a Moisés que ellas tenían razón. Cuando entran a Canaán dales su herencia. La mitad de la tribu de Manasés quedó al otro lado del Jordán. La mejor tierra era en este lado. Y estas hijas querían la mejor. No se quedaron allá con sus hermanos de Manasés. Ellas cruzaron el río y tomaron posesión de la promesa de Dios en Canaán. Pero dice sobre Manasés: Jos 17:13 Pero cuando los hijos de Israel se hicieron fuertes, pusieron a tributo al cananeo, mas no lo echaron.¨ Dios les mandó echar fuera todos los cananeos. Era necesario juzgar su pecado. Y quedándose en la tierra sería una mala influencia en Israel. Pero Israel no hizo caso. Judá no eché fuera al cananeo. Efraín no echó fuera al cananeo. Manasés no echo fuera al cananeo. No cumplieron sus responsabilidades. Y ahora en versículos 14 a 16 leemos cómo Efraín se acercó a Josué.
Efraín17:14-16. Efraín viene a Josué diciendo que somos una gente grande, danos más tierra. Josué es de la tribu de Efraín. Josué les dijo, bueno, si tú eres una gente grande y fuerte, hágalo. Vaya a la tierra de los gigantes y conquístalos, como Caleb hizo. Cada tribu, cada persona en Israel tiene responsabilidades. Si tú deseas algo, tienes que trabajar para ganarlo. Todo requiere esfuerzo. Josué dice a Efraín, yo quiero que heredes esta tierra, vaya, pelea, y Dios te la va a dar. Dios ya te la ha dado. Cumples tu responsabilidad y echa fuera la gente allá. Pero Efraín se quejó. Ellos tienen carros. Ellos son fuertes. Querían la tierra, pero no querían hacer el trabajo necesario para heredar la tierra. Este problema no es únicamente con Efraín. Desde capítulo 18 habla de 7 tribus más.
18, 7 tribus más.- Ahora mucho tiempo ha pasado desde que Israel entró a Canaán. Neftalí, Aser, Zabulón todavía no tienen su porción en la tierra, pero no les importa. 18:3 – Jos 18:3 Y Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres?¨ Ustedes son negligentes dijo Josué. Ustedes no cumplen sus responsabilidades del pacto dijo el jefe de Israel. ¿Hasta cuándo van a desobedecer? Jehová ha dado la tierra dice Josué. Ya pertenece a estas tribus. Pero ellos no van a tomarla. Estábamos en guerra por 7 años, ven que las otras tribus están tomando posesión de sus porciones, ¿qué están haciendo ustedes? Dios ha dado la tierra. ¿Qué tiempo vas a esperar antes de heredar lo que Dios ya te ha dado? Los hijos de Israel no cumplieron sus responsabilidades. Primero leemos sobre Judá, Efraín y Manasés que no echaron fuera al cananeo. Ahora leemos que otras tribus están contentos a vivir así no más, sin cumplir su deber de ira a su porción, pelea, echando fuera al cananeo y heredando la tierra. No Josué, gracias, pero estamos bien aquí. ¿Hasta cuándo serán negligentes preguntó Josué? En 18:10 dice que Josué echó suertes para dividir la tierra de Israel entre las tribus y habla sobre sus porciones.
18:11 Benjamín quedó en el sur con Judá. Su herencia incluía ciudades importantes de Jericó, Hai, Betel, y Gabaón. La frontera del norte de Judá era por Jerusalén. Cuando Israel se dividió entre el reino del norte y el reino del sur, Benjamín se quedó con Judá en el sur y preservó la adoración verdadera de Dios por un tiempo. En capítulo 19 habla de Simeón.
19:1 Simeón. Simeón y Leví mataron a Siquem y por eso en Gen. 49 cuando Jacob bendice a sus hijos dice: Gen 49:5-7 Simeón y Leví son hermanos: Instrumentos de crueldad hay en sus habitaciones. 6 En su secreto no entre mi alma, ni mi honra se junte en su compañía; que en su furor mataron varón, y en su voluntad arrancaron muro. 7 Maldito su furor, que fue fiero; y su ira, que fue dura: Yo los apartaré en Jacob, y los esparciré en Israel.¨ Simeón no heredó su propia tierra. Fue dado un lugar adentro de Judá. Y Leví, aunque no heredó tierra, se hizo una bendición a todas las tribus de Israel en que servían a Dios como sacerdotes y en el tabernáculo. Leví vivía en 48 ciudades de los sacerdotes entre todas las tribus de Israel y enseñaban al pueblo las cosas de Dios.
19:10 Zabulón. 4 de las tribus más pequeñas tenían sus porciones en el norte. Zabulón e Isacar eran hijos e su madre era Lea.
19:17 Isacar
19:24 Aser. Era tierra fértil pero expuesto a la corrupción de los gentiles al norte, especialmente Tiro y Sidón.
19:32 Neftalí. Incluía Capernaum, Caná, y Betsaida. Había mucha maldad en esta tribu. Era muy cerca a los gentiles y tuvieron comercio con ellos. Tampoco expulsaron todos los gentiles de la tierra. Isaías profetizó sobre Zabulón y Neftalí en 9:1-2. Isa 9:1 Aunque no será esta oscuridad tal como fue en su angustia, cuando al principio Él levemente afligió la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí; y después más gravemente los afligió por el camino del mar, al otro lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. Isa 9:2 El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.¨ Se llama Galilea de los gentiles por la corrupción y la falta de expulsarlos de la tierra. Pero Jesús era una luz en esta área.
19:40 Dan. Dan heredó tierra al lado del mar donde vivían los filisteos. Los filisteos molestaban a Israel por muchos años. Ahora adivina. ¿Expulsó Dan el cananeo de la tierra? Dan no les expulsó de la tierra.
Al fin, después de terminar su deber en conquistar a Canaán y dividir la tierra, Josué también heredó su porción. Jos 19:49-50 Y después que acabaron de repartir la tierra en heredad por sus términos, dieron los hijos de Israel heredad a Josué hijo de Nun en medio de ellos: 50 De acuerdo a la palabra de Jehová, le dieron la ciudad que él pidió, Timnat-sera, en el monte de Efraín; y él reedificó la ciudad, y habitó en ella.¨ Josué era de la tribu de Efraín.
Josué era un hombre fiel hasta el fin. Él estaba trabajando en el servicio de Dios hasta una edad muy vieja, tenía aproximadamente 90 años cuando hizo la división con el sacerdote Eleazar y las 10 cabezas de las tribus. Josué era el líder de Israel y cumplió su deber. Pero no todas las tribus podían decir lo mismo.
Los miembros de las otras tribus también tenían responsabilidades. Aunque era el deber de Josué para guiar a Israel adentro de la tierra prometida y pelear con ellos como su general contra las fortalezas más poderosas de Canaán, 7 años después de entrar, vemos que los hijos de Israel también tienen responsabilidades. Era su responsabilidad de echar fuera los cananeos que vivían en sus porciones de la tierra. Los hijos de Dios tienen responsabilidades. Cuando miramos a esta historia es importante aplicarla a nuestra vida. Los hijos de Israel fracasaron en su deber. Leemos
Jos 16:10 Y no echaron al cananeo que habitaba en Gezer; antes quedó el cananeo en medio de Efraín, hasta hoy, y fue tributario.¨ Los hijos de Israel no obedecieron a Dios. Dejaron a los cananeos quedar en la tierra y los cobraron impuestos. Eran negligentes.
Jos 17:13 Pero cuando los hijos de Israel se hicieron fuertes, pusieron a tributo al cananeo, mas no lo echaron.¨ Israel no cumplió sus responsabilidades. Eran negligentes.
Jos 17:16 Y los hijos de José dijeron: No nos bastará a nosotros este monte; y todos los cananeos que habitan la tierra de la llanura, tienen carros herrados.¨ Aunque Efraín quería mas tierra, no quería cumplir sus responsabilidades para poseerla. Eran negligentes.
Jos 18:3 Y Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis negligentes?¨ Los hijos de Israel eran contentos en vivir así no más, sin cumplir sus responsabilidades. Eran negligentes.
Aunque tú no eres un líder de la iglesia de Cristo, como Josué era el líder de Israel, esto no significa que no tienes deberes y responsabilidades. Josué no era el único en Israel con el deber de servir a Dios. Este era el deber para cada tribu de Israel. Y este es un deber para cada creyente en la iglesia. Y temo que muchos hoy en día cometen el mismo error de los israelitas en Canaán. Algunos llegaron a Canaán y dijeron, estamos contentos aquí. No queremos pelear para heredar la tierra. Algunos hoy en día están contentos en llegar a la iglesia pero no hay mucho más. En vez de vivir la vida completamente dedicada a Dios, como dijo Jesús, tomando su cruz y siguiéndole, muchos están satisfechos vivir una vida cristiana sin esfuerzo, como los israelitas que no echaron fuera al cananeo. Como las 7 tribus que estaban contentos para morar en Canaán sin tomar posesión de su herencia, muchos cristianos están contentos a vivir la vida cristiana sin esfuerzo. Pero la vida de un cristiano no es sin esfuerzo. Uno, Dios ha dado un don a cada creyente. Tenemos la responsabilidad de usar nuestro don para que el cuerpo de Cristo funcione bien. No todos son pastores, no todos son lideres, pero todos tienen un don. Si las piernas caminan con el quintal de cemento a la arena, y después los brazos dicen, no quiero mezclar el cemento, me va a doler, ¿qué bien hay? Cada miembro del cuerpo de Cristo tiene responsabilidades. Las obras verdaderas de Dios son obras de esfuerzo.
El tiempo es corto. ¿Cómo estás viviendo? ¿Eres un cristiano dormilón? O vas a heredar toda la porción que Dios tiene para ti. Estoy hablando de galardones eternos. Algunos estarán más cerca al trono de Dios. Algunos recibirán una herencia más grande. Si tú quieres servir a Dios, como Efraín quería más tierra, sigue las palabras de Josué, hágalo. Debemos nosotros hacer más para Dios. Esto empieza en ser fiel en poco. Después puedes hacer fiel en mucho. Pastores no comienzan como pastores. Empiezan estudiando la palabra de Dios. Empiezan sirviendo en la iglesia, en un ministerio en la casa de los ancianos, cantando con ellos o compartiendo la palabra con ellos, o yendo al hospital para ministrar y orar con los enfermos, o enseñar en la escuela dominical en la iglesia. Jesús dijo sea fiel en poco, y después tendrás la oportunidad de ser fiel en mucho. Pero Josué dijo Efraín, aunque esta tierra no es suficiente para nosotros, no podemos ir a esa tierra, ellos tienen carros, ellos son fuertes. No tenían fe en Dios. No querían hacer lo necesario para tomar posesión de su herencia. ¿Tú también hablas así? Queriendo más pero no cumpliendo tus responsabilidades para tener más. O tal vez eres como las 7 tribus, contento para vivir en la tierra sin heredar sus propias porciones. Tal vez eres contento para ser un miembro de la iglesia, venir a la iglesia y participar en culto, pero no hay nada más. ¿Cuáles eran las palabras de Josué? ¿Hasta cuándo sereís negligentes? ¿Puedes decir que estás sirviendo a Dios con todo el corazón? Qué tiempo dedicas a leer la palabra, y meditar en ella. ¿Qué tiempo dedicas para la oración? ¿Cuanto tiempo das a tus hijos cada día para instruirles en el camino del Señor? ¿Qué más haces para servir a nuestro Salvador Jesús? Tenemos responsabilidades. Hay deberes para cumplir. No seas negligente.
Josué 20 y 21
Después de andar en el desierto por 38 años, Israel entró a Canaán cruzando el Río Jordán. Cuando cruzaron era su deber de conquistar a las ciudades más fuertes. Había guerra contra los pueblos malvados en Canaán por 7 años. Todo el pueblo de Israel unido peleaba contra los lugares más fortalecidos en Canaán. Dios le dio la victoria. Después de los 7 años las tribus unidas habían conquistado la mayoría de la tierra prometida. Josué, Eleazar y los 10 cabezas de las tribus dividieron por suerte la tierra de Canaán entre las 10 tribus que quedaron, porque Rubén y Gad quedaron al otro lado del Jordán. Cada tribu tuvo el deber de ir a su porción de la tierra y echar fuera al cananeo.
La tribu de Leví no recibió herencia de tierra. Su trabajo era de servir a Dios. Leví vivía por los diezmos de las otras tribus. Y por eso Dios provee por sus siervos y sacerdotes. Tenemos el mismo principio en el Nuevo Testamento en Corintios. Es el propósito de Dios que los pastores también viven por su labor en la iglesia. Arthur Pink escribió que donde hay 10 hombres en una iglesia, debe tener un pastor. Cada hombre da 10 por ciento de su ganancia y el pastor gana el promedio de todos. En este caso el dinero no sería para construir un templo u otra cosa, sino para apoyar al pastor y su familia, tal como las otras tribus de Israel apoyaban a Leví. Aunque Leví no recibió una porción en Canaán, recibió 48 ciudades en Israel donde enseñaba la palabra de Dios para guiar el pueblo en santidad. Este pueblo de Israel, como la iglesia, era un pueblo peculiar. Dios separó este pueblo de todas las naciones en el mundo para ser su pueblo amado. Y Dios dio sacerdotes y siervos en su tabernáculo y templo, como en esta dispensación ha dado pastores y maestros.
De entre las 48 ciudades de los levitas, seis de estas eran ciudades de refugio. Estas eran ciudades donde una persona pudo huir si había un accidente en que una persona murió. En esta ciudad encontró protección. El hijo mayor en la familia vengó al muerto. Pero cuando el culpable llegó a la ciudad de refugio el vengador que le estaba persiguiendo no pudo entrar. Dios dio ciudades de refugio, 6 ciudades donde las personas no podían llegar allá para tomar venganza. Los ancianos de la ciudad esperan en las puertas de la ciudad. No había policía. Los ancianos averiguaron todo. Ellos determinaron si la persona era inocente o culpable. Estas ciudades eran por ellos que cometieron homicida no intencional.
Si alguien está tumbando un cedro, y la cabeza de la hacha se suelta, golpeando y matando a otro. Esta es un accidente. O si el árbol se cae encima de otro. Para nosotros puede ser la motosierra corta y mata a otro. El otro día estaba en mi moto y un viejito cruzó la calle en medio de todo el tráfico, ni cerca de un paso cebra, yo casi le golpeé pero por la gracia de Dios estaba yendo despacio. Si había un accidente en que alguien murió, la persona huía a la ciudad de refugio. Los caminos eran limpios. Si había cruce de calles o un y había señales para guiar a la ciudad de refugio. Había un corredor esperando fuera la ciudad para dar ánimo a la persona huyendo para apurarse y llegar a la ciudad de refugio. Cuando llegó, y los ancianos le encontraron inocente, se quedó allá hasta que el sumo sacerdote murió. Esto podía ser un año o cincuenta años. Después de la muerte del sumo sacerdote la persona estaba libre para regresar a su casa y familia, como un estatuto de limitaciones.
Para que estuviera posible llegar a la ciudad en un día, había tres de estas ciudades en este lado del Jordán, uno en el norte, uno en el centro, y uno en sur, y tres al otro lado del Jordán donde vivían Rubén, Gad, y la media tribu de Manases. Estas ciudades de refugio eran entre las 48 ciudades de Levi. Había familias entre los levitas: Coat, Gersón, Merari. 21:5-7 coatitas eran mandados llevar los artículos santos adentro del santuario, el arca, el pan de la proposición, el candelero, entrenaban hacer esto desde niños. Gersón llevaba la tienda, las cortinas, y las cuerdas. Merari llevaba las tablas, columnas, vigas y bases del tabernáculo. Estos eran los hijos de Levi. Estas ciudades de refugio de los levitas no eran para el homicida, sino para muerte no intencional.
En Génesis 9 Dios dice lo que debe pasar al homicida. Gen 9:6 El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.¨ La vida del hombre es de mucho valor. Jesús enseñó que es de mucho más valor de los animales. Y para preservar la vida y protegerla, Dios dio esta ley, ojo por ojo, diente por diente. Si una persona sabe que si mata a otro, que él también va a morir, esto puede ser una razón por no matar, por las consecuencias graves. Éxodo 21:13 es en contraste a Génesis. ¨Mas el que no armó asechanzas, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir.¨ Aquí leemos que la persona que no planeó a matar a otro, pero mató por accidente, puede huir a la ciudad de refugio. Pero dice también que Dios lo puso en sus manos. Dios está en control de esta muerte. En su providencia Dios ha quitado la vida de esta persona. Puede ser para juzgar un pecado de la persona. Puede ser por otra razón. Pero lo que leemos aquí es que Dios mismo quiso la muerte de esta persona. Dios dice en Deu 32:39 Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.¨
Todo mal que pasa es a causa del pecado. El hombre es responsable. Antes que el pecado entró al mundo no había muerte ni enfermedad ni tristeza ni sufrimiento. Todo mal que pasa es a causa del pecado. El hombre es responsable. Cada uno de nosotros merecemos la muerte en este momento. Si no estuviera por la gracia de Dios estaríamos muertos. Y a veces lo que nosotros vemos como un accidente es el plan de Dios. Él lo ordenó. Yo hago morir, y yo hago vivir. Estas son sus palabras. Nada pasa fuera el permiso de Dios. Lo que significa que nada pasa fuera el orden de Dios. El Soberano del universo ha ordenado todas las cosas. Ni un pelo se cae de la cabeza sin el orden de Dios. Y aquí Dios nos muestra el valor de la vida. Él que comete homicidio tiene que morir. Él que mata en una manera no intencional pude salvar su vida si llega a la ciudad de refugio. Dios pone valor en la vida y ha establecido medios para protegerla. Ojo por ojo está hecho para proteger la vida con un castigo que da la razón a una persona no matar a otro, por lo que lo mismo pasará a él. La ciudad de refugio protege la vida de una persona por lo que la muerte no era intencional. Dios pone mucho valor en la vida, y así debemos nosotros. Nosotros no tenemos ciudades de refugio donde podemos huir para salvar la vida.
Nuestro refugio para preservar la vida es Jesús. En los nombres de las ciudades de refugio vemos un vínculo a Jesús. Cedes significa santo o santidad. Siquem significa hombro. Hebrón significa comunión. Bezer significa fortificado, Ramot eminencia y Gaulón pasaje.
El libro de Hebreos dice que Jesús es nuestro sumo sacerdote. Tal como la muerte del sumo sacerdote libró a la persona en la ciudad de refugio, la muerte de Jesús nos libra del poder del pecado. Éramos esclavos bajo pecado, sujeto a él. Pero ahora la gracia de Dios nos ha librado. Ya no somos bajo pecado sino bajo gracia. El pecado no tiene poder sobre nosotros y no nos debe dominar. Morimos con Cristo para vivir con Él. Estas son las nuevas más preciosas en la historia del mundo.
Como los caminos a las ciudades de refugio eran limpios, nosotros debemos anunciar claramente el evangelio de Jesús. No es un mensaje confundido. Las buenas nuevas de la salvación son fáciles de entender. Que nosotros somos pecadores. Somos muertos en pecado y enemigos de Dios, bajo su ira. Somos esclavos al pecado y necesitamos estar libres. Necesitamos perdón de pecado. Por eso Jesús vino. Dios mismo descendió del cielo y tomó un cuerpo verdadero. Vivía toda su vida sin pecar. Entregó su vida como un sacrificio para nosotros, muriendo en la cruz y derramando su sangre por el perdón de pecado, y vida eterna. Por medio de fe en Él, Jesús quita nuestro pecado. Él quita la ira de Dios de nosotros y la sufrió por nosotros en la cruz. Él sufrió el castigo que todos nosotros merecemos a causa de nuestro pecado, la muerte. Pero Jesús no está muerto. Resucitó y vive. Y por fe en Él también nos da vida. Aunque somos muertos, renacemos espiritualmente para vivir con Él para toda la eternidad. Este es el poder de la resurrección de Cristo en nuestra vida. El camino no está sobrevenido por monte. Como los caminos a las ciudades de refugio, el camino a Cristo es claro, es limpio.
Estas ciudades de refugio tuvieron rótulos grandes para indicar dónde queda la ciudad. También debemos señalar el camino que lleva a la vida. Como el corredor que dio ánimo a la persona huyendo al refugio, también debemos proclamar la necesidad de apurarse para llegar a Jesús. El enemigo viene atrás. Satanás no quiere que te arrepientes. Él quiere verte andar en el pecado sin huir de él. Y en esto es posible que el enemigo te sobreviene. Las ligaduras del pecado serán demasiado fuertes para romper. Porque como has vivido en pecado por tanto tiempo sin arrepentimiento, Dios te ha entregado al enemigo. Has perdido tu vida en el camino por demorar. Y esta es la razón que necesitamos limpiar los caminos, reparar los puentes, erigir los rótulos, para mostrar el camino al refugio eterno, Jesucristo. Tal como las puertas de las ciudades de refugio siempre estaban abiertas, así es la puerta a la salvación. Jesús dijo, yo soy la puerta. Para encontrar la salvación hay que correr a Jesús quien dijo: Juan 6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, yo no le echo fuera.¨ Las ciudades de refugio no eran solamente para los judíos, sino para los extranjeros en medio de Israel. La salvación está siendo predicada a toda tribu, lengua, pueblo, y nación. Dios no hace acepción de personas. La vida eterna es para todos que se arrepienten y tienen fe en Jesús. Los ricos están invitados tal como los pobres. Los africanos y americanos son iguales en el reino de Dios.
Y con el nombrar de todas las ciudades de Levi en capítulo 21, con las ciudades de refugio, el capítulo termina en versículos 43 a 45.
En estos 3 versos la palabra todo aparece 5 veces. Dios es fiel a su pacto. 400 años antes Dios prometió a Abraham la tierra de Canaán. Leemos en este libro de Josué antes de entrar la tierra que Dios dijo ¨yo he dado¨ la tierra. En el plan de Dios estaba hecho antes que fue cumplido por Israel. Y con el tiempo Dios dio a Israel todo lo que había prometido en su pacto con Abraham. Dios es fiel a su pacto. Él entregó a sus enemigos y dio reposo a Israel en la tierra. Y así es su promesa a nosotros también.
La muerte es el gran enemigo del hombre. Todas las personas van a morir. Ni uno escapará este enemigo. Pero Jesús dijo Juan 6:50-51 Éste es el pan que desciende del cielo, para que el que de él comiere, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.¨ Como ellos en Israel que corrían a las ciudades de refugio vivían, también vivirá todo que corre a Cristo para la salvación. Jehová dio reposo a Israel en la tierra. Canaán es un tipo del estado eterno del santo, y el reposo de lo cual leemos aquí y a lo largo del Antiguo Testamento incluyendo el sábado representa el reposo del santo en gloria. También dice en Josué que los enemigos de Israel no pararon delante de ellos, había paz en la tierra. Y así es en Canaán espiritual, el estado eterno, paz eterno para el santo. Dios cumplió todo para Israel, y Dios va a cumplir todo para Israel espiritual, la iglesia, los 144,000 mil, Jerusalén celestial, Sion. Podemos confiar en Él. Jesús es nuestra Roca. Él es nuestro refugio. En Él hay protección de vida, seguridad y salvación.
Josué 22
Rubén, Gad, y la mitad de la tribu de Manasés se quedaron al otro lado del Jordán. Su razón era que la tierra era fructuosa con buen pasto para sus animales. El acuerdo que estas dos tribus y media hicieron con Moisés era que todo varón entre ellos de 20 años en adelante iría con Israel a Canaán para pelear contra los cananeos para ganar la victoria para Israel y echar fuera el cananeo de la tierra. Y después los hombres podían regresar a sus familias al otro lado del Jordán. Israel peleaba unido por 7 años contra los lugares más fuertes en Canaán. Después que había conquistado estas fortalezas, Josué, el sacerdote Eleazar, y los cabezas de las 10 tribus dividieron las porciones de Canaán por suerte. Entonces, estos hombres de Rubén, Gad, y la mitad de Manasés habían estado fuera de sus familias, quienes quedaron al otro lado del Jordán, para 7 años. Y en este tiempo los hombres de estas tribus sufrían los dolores de la guerra con los otros hombres de Israel. Y ahora es tiempo que las tribus se dividen para heredar sus propias porciones. Hay mucha emoción en esto. Después de pelear junto por tantos años, sirviendo a Dios glorificando a su nombre, con mucho amor para Dios y uno para el otro. Ahora van a separar. Y estas 2 tribus y media van a cruzar al Jordán para regresar a sus familias. Pero algo pasó.
Rubén, Gad, y la mitad de la tribu de Manasés regresaron y construyeron un altar. Las otras tribus escucharon sobre esto. Y ahora sus pensamientos están volando de un lado al otro. Dios lo hizo claro que era necesario y obligatorio para hacer sacrificio únicamente donde Dios estableció. Y en este momento el tabernáculo donde Israel ofrecía sacrificios a Dios estaba en Silo. Después sería en Jerusalén pero Israel todavía no conquistó a Jerusalén. El tabernáculo y el altar de sacrificio están en Silo. Y ahora estas 2 tribus y media construyeron otro altar. Las otras 9 tribus y media están enloquecidas. Ellos quieren hacer guerra contra sus hermanos. Ellos quieren matar a estos hombres con quien habían peleado contra los cananeos por 7 años. Era prohibido ofrecer sacrificio en otro altar. Esta era contrario a la voluntad de Dios.
Las otras tribus están preocupadas para la pureza espiritual de la iglesia. Acuérdate de Acan. Acan robó algunas cosas babilónicas y Dios juzgó todo Israel. La iglesia es una, no dividida. Dios juzga la iglesia por pecado en ella. Y estas tribus estaban celosas para pureza espiritual. Cuando ellos escuchan que sus hermanos estaban construyendo otro altar estaban enfadados. Pensaban, ¿qué están haciendo nuestros hermanos? Esta no es la voluntad de Dios. Si ellos van a dar la espalda a Dios tenemos que acabarlos para que la ira de Dios no se cae sobre todos nosotros. No construyen el altar. No hagan esta cosa mala. Vs. 19: Si esta tierra al otro lado del Jordán te causa hacer esto, no vayas. Quédate aquí con nosotros. No haga esta cosa mala. Si ustedes construyen el altar vamos a declarar guerra. ¿Por qué quieres adorar a dioses falsos?
Sus hermanos respondieron. Vs. 21-23 No hemos hecho este altar para ofrecer a Dios. Sabemos que Dios ha establecido el altar de sacrificio en Silo. No vamos a ofrecer aquí. Pero Dios hizo esta frontera de Jordán entre nosotros. No hemos hecho un altar de sacrificio, sabemos que debemos ofrecer sacrificios en el tabernáculo. Este es un altar de memoria. En su corazón ellos pensaban que estaban bien. Tuvieron buenos motivos. Mira, vamos a hacer un altar para Dios. Dios va a estar contento con esto. Estamos haciendo una buena cosa. ¿Así era, una buena cosa? Mira a lo que dicen después, sobre la razón por hacer otro altar.
24-27 Estaban celosos por sus hijos. No querían que sus hijos sean separados de Dios. El Río Jordán separó a Israel. Rubén, Gad, y la mitad de Manasés estaban preocupados que en el futuro las 9 tribus y media dirían a ellos, ¿quienes son ustedes allá al otro lado del Jordán? Jehová es nuestro Dios. Jehová no es tu Dios. Estaban preocupados por sus hijos, que las otras tribus iban a prohibir sus hijos en el futuro de adorar a Dios y que sus hijos caerían en maldad. Por eso hicieron este altar. Era una memoria para todos los pueblos que las 2 tribus y media al otro lado del Jordán también adoraban al único Dios vivo y verdadero.
Hay algunas cosas malas en esto. Primero, ellos dijeron que Dios puso el lindero del Jordán para separar las tribus. Dios no hizo esto. El propósito de Dios era que todo Israel cruce el Río para vivir en Canaán. Pero las 2 tribus y media no querían hacer esto. Era su propia decisión quedar al otro lado del Jordán.
Pero estas 2 tribus y media no eran solas en su error. Las 9 tribus y media también se equivocaron. Escucha a sus palabras en 22:12. Estaban listos para matar a sus hermanos con quien habían sangrado por los 7 años anteriores. Debemos restaurar el hermano caído con mansedumbre. Ellos querían matarlos de una. En esto estaban equivocados. Dios nos da instrucciones en el Nuevo Testamento cómo restaurar a nuestro hermano que ha caído en pecado. Mateo 18. Si no se arrepiente entonces la guerra es permitida. Pero nuestra guerra es espiritual. No podemos comer con una persona que dice que es cristiano pero es fornicario. 1Co 5:11 Mas ahora os he escrito, que no os asociéis con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón, con el tal ni aun comáis.¨ Cualquier miembro de la iglesia que anda en pecado tiene que ser tratado como no es un hermano. Y en este pasaje de Josué leemos una razón. Dios juzga a la iglesia por el pecado. Aquí leemos sobre el ejemplo de Acán. Un solo hombre en todo Israel robó un manto babilónico y oro y Dios castigó todo el pueblo. Cuando salieron a la guerra regresaron en derrota. Después, cuando mataron a Acán, salieron a la guerra y Dios dio la victoria. Es necesario echar fuera el hermano en la iglesia que anda en pecado porque la biblia dice un poco de leuda, leuda toda la masa. Leuda es pecado. Un poco de pecado destruye toda la iglesia. Hay una segunda razón para expulsar el hermano que anda en pecado de la iglesia: para traer arrepentimiento. Queremos que el hermano sea restaurado y que deja su pecado para seguir a Dios. Puede ser que se refleja en sus circunstancias si la iglesia le expulsa y que esto le hace arrepentir.
Entonces, las 9 tribus y media estaban equivocadas en su manera de juzgar al pecado. Las 2 tribus y media estaban equivocadas por decir que Dios les separó de las otras tribus cuando en realidad era su propia decisión. Pero estaban equivocados en otro asunto también.
Dios ya había dado su voluntad. Y su voluntad no era de construir otro altar. En esto los hijos de Gad, Rubén y la mitad de Manasés pecaron. Dios no quiso otro altar. Hay algo muy importante que necesitamos entender sobre esta porción de Escritura. Estas personas pensaban que estaban haciendo una buena cosa. Estamos protegiendo a nuestros hijos dijeron. Esto será bueno para ellos. Aquí es un altar de memoria para que todos siempre se acuerdan que nosotros peleamos en Canaán con nuestros hermanos contra los incircuncisos y que Jehová es nuestro Dios. Pensaban que estaban haciendo una cosa buena. Pero estaban haciendo una cosa horrible. Era contra la voluntad de Dios. Dios ya había establecido el lugar de su altar, en el tabernáculo, en Silo. Estas personas estaban peleando contra Dios y ni lo sabían.
Vemos este mismo principio en otras partes de la biblia también. Los hijos de Aarón eran sacerdotes. Era su responsabilidad trabajar en el tabernáculo y ofrecer sacrificio. Un día ellos tenían una idea. Vamos a ofrecer fuego a Dios. Este fuego va a agradar a Dios. Dios va a estar muy contento. Estamos haciendo algo bueno. Pero Dios es un Dios de orden. Dios había establecido los sacrificios que quería, y este fuego que los hijos de Aarón ofrecían en el tabernáculo no era. Cuando ellos entraron al tabernáculo y ofrecieron el fuego extraño, Dios los mató. Se cayeron muertos en seguida. Mientras ellos pensaban que estaban haciendo una buena cosa, era contrario a la voluntad de Dios.
La biblia dice en Jeremías 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?¨ No podemos confiar en el corazón humano. No podemos confiar en nosotros mismos. No pensamos como Dios piensa. Aquí es prueba que no debemos confiar en nuestro propio corazón. Entonces vas a decir, si no puedo confiar en mí mismo, ¿dónde miro? Mira a la palabra de Dios. Si Ruben, Gad, y la mitad de Manasés habían mirado a la palabra de Dios, nunca habrían construido otro altar. Levítico lo prohíbe. Ellos faltaron entendimiento espiritual. Si los hijos de Aarón habían mirado a la palabra de Dios, no habrían ofrecido el fuego extraño en el tabernáculo. Ellos faltaron entendimiento espiritual. Y yo estoy seguro que muchos hoy en día hacen cosas en la iglesia que son contrarias a la voluntad de Dios. John MacArthur escribió un libro que se llama fuego extraño. Él dice que las cosas que hacen los pentecostales y carismáticos son fuego extraño, prohibido, y contra la voluntad de Dios. Esto incluye echar fuera demonios, sanar, hablar en lenguas, profecía, bailar, saltar, y caer en el culto de la iglesia. Dios es un Dios de orden. Si alguien piensa que estas cosas agradan a Dios, esa persona es sin entendimiento espiritual. Ellos echan fuera la santidad de Dios y están guiados por sus emociones en vez de su entendimiento. Otros dicen que no asisto la iglesia por tal razón, y hay muchas razones que he escuchado, pero siempre tengo Jesús en mi corazón. O sea, no es importante que atiendo a la administración de la palabra de Dios, lo que Dios ha ordenado, no es importante que voy a la iglesia de Cristo, la única organización que Dios ha establecido en este mundo para representar a su Hijo, no importa si asisto a la iglesia porque Jesús siempre está en mi corazón. Falta de entendimiento espiritual. Engañoso es el corazón sobre todas las cosas y perverso, quien lo conocerá.
La necesidad de pureza en la iglesia es de alta importancia. Es la única organización que Dios ha establecido en el mundo para ser su representante. Esto significa que cada uno de ustedes tiene deberes. No vivimos según nuestro corazón. Vivimos según la palabra de Dios. ¿Tienes una vida pura? Tu portamiento se refleja en ti mismo, afecta tu relación con Dios, también refleja en tu familia, también en tu iglesia. Este altar será bueno. Con este altar todos sabrán que adoramos a Jehová Dios. Así dijeron las dos tribus y media. Pero ese altar no era bueno. No vivimos según cómo pensamos nosotros, vivimos según cómo piensa Dios. Esta era una oración prevalente del apóstol Pablo, que Dios nos da entendimiento espiritual. Entendimiento espiritual es lo que no tenían los hijos de Aarón, lo que no tenían las 2 tribus y media. Este entendimiento no viene fácilmente. Requiere trabajo. Hay que laborar en la palabra de Dios. Hay que leer, estudiar, meditar, orar. Pero esta labor será recompensada. Dios da entendimiento espiritual. Esfuérzate para alcanzar a esta bendición de Dios.
Josué 23
1-4 Aproximadamente 20 años han pasado desde capítulo 22 y 23. Josué está al fin de su vida. El capítulo comienza en la misma manera que comenzó capítulo 13, diciendo que Josué esta llenó de años. Y el deber de cada tribu para tomar su porción de la tierra prometida no había sido cumplido. Pero ya tienen años en la tierra. Israel ha disfrutado las bendiciones de Dios en Canaán. Y Josué ha tenido tiempo para ver las tentaciones y los problemas que pueden subir tras su muerte. Por eso llama a los líderes del pueblo. Estas personas incluyeron los ancianos, después llamado el sanhedrin, las cabezas de las tribus, los jueces de la ley, y los oficiales encargados en esforzar los juicios. Josué llamó a ellos para poner orden en Israel.
Josué dice la misma cosa que el apóstol Pablo dijo al fin de su vida. Cuando me muero, ustedes tienen que seguir la guerra que es la vida cristiana. Ustedes serán tentados por las cosas del mundo. Habrá personas que vienen para hacerles descaminar del camino de Dios. Es como un padre al fin de su vida, como David hizo con Salomón, exhortándole para seguir a Dios. Josué dice acuérdense lo que Dios ha hecho. Josué tenía mucho para acordar. Él estaba en Egipto cuando eran esclavos allá. Josué vio la oscuridad sobre Egipto y la luz sobre Gosén. Josué cruzó el Mar Rojo cuando Dios lo partió. Josué andaba en el desierto por 40 años y era uno de solamente 2 personas que salieron del desierto para entrar a Canaán. Josué guiaba a Israel al otro lado del Jordán cuando Dios amontonó a las aguas. Josué era el general que trajo la victoria a Israel sobre Jericó, y sobre Hai.
Ellos en Canaán con Josué no había visto todo que Josué había visto. Pero sí vieron cómo Dios peleó para Israel contra sus enemigos. Si estás demasiado joven para acordarte las cosas que Dios ha hecho, escucha a tus padres que ahora están siguiendo el camino de Dios. Ellos tienen experiencia que pueden compartir contigo.
5 – Dios prometió a dar toda la tierra a Israel, echando fuera el cananeo de la tierra prometida. Tal como Dios peleó por Israel en Jericó, y en Hai, y contra todos los otros reyes en la tierra, iba a pelear por Israel para conquistar todas las porciones de la tierra que les había dado por suerte. Pero por la cobardía de Israel esto nunca pasó. Israel nunca echó fuera todos los cananeos. Y este hecho tuvo consecuencias graves.
6 – Obedece la ley de Dios. La razón es por lo que Dios ha hecho para nosotros. Acuérdate lo que hizo, y síguele. Esta es la misma razón que Dios dio para obedecerle antes de dar la ley en Éxodo 19. Dios salvó a Israel de su esclavitud en Egipto. Dios escuchó sus clamores de sufrimiento y contestó su oración. Con mano fuerte Dios salvó a su pueblo haciendo muchos milagros. Y después dio su ley a Israel. Y tal como Dios salvó a Israel por medio de sangre, Jesús salvó a su iglesia con su propia sangre. Es nuestro deber de obedecer a Dios. Y la razón más alta para obedecer es por el amor de Dios. 1Jn 5:2-3 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos. 3 Porque éste es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.¨ Es hipocresía decir que amamos a Dios si no obedecemos a sus mandamientos. Su palabra nos dice esto. Si amas a Dios, guardarás a sus mandamientos. Si no guardas a sus mandamientos, no amas a Dios. Así es la enseñanza de la Biblia. Obediencia verdadera viene del corazón. Si vives según la ley sin el amor de Dios en tu corazón serás una persona amarga e irritable. David amó a la ley de Dios por la razón simple que David amó a Dios. Y yo he visto la reacción que no está bonito cuando una persona no tiene amor de Dios en el corazón pero está en la iglesia, por cualquier razón, razón de familia o costumbre o lo que sea, e intenta a guardar la ley de Dios. Hay rencor en el corazón y mucho juzgar al prójimo, condenándole.
7 – Una tentación que los israelitas tendrían sería de mezclar con los cananeos en la tierra. Josué sigue exhortando a los líderes para ser vigilantes. El segundo mandamiento es no te harás imagen, no te inclinarás a ellas. Las palabras son explícitas. Pero hoy en día vemos una religión entera que dice que son cristianos haciendo esto. Es una abominación. En el tiempo de la Reforma las personas destruyeron las estatuas e imágenes. Debemos evitar comunión con personas que hacen esto. La misma advertencia que Josué dio a los ancianos de Israel aplica a nosotros. No mezcléis con los incircuncisos.
8 – 9 Y si te quedas en el camino, agarrando a Dios, Dios estará contigo. Acuerdate lo que Dios ya ha hecho. Dios amontonó a las aguas del Jordán. Dios hizo caer los muros de Jericó. Dios paró el sol en pleno camino. Dios ha estado contigo. Dios te ha dado la victoria. Sigue a Dios y prosperarás.
10 – Muchos pastores, la mayoría pentecostales, usan versículos semejantes a esto para decir que Dios está cumpliendo su profecía cuando ellos tienen la victoria contra sus adversarios. Pero no podemos decir que esto hablando sobre la guerra, con armas. Lev. 26:8 Y cinco de vosotros perseguirán a cien, y cien de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a espada delante de vosotros.¨ Y no fue cumplido esta profecía en Jueces 15:15: Y hallando una quijada de asno fresca, extendió la mano y la tomó, e hirió con ella a mil hombres.¨
Josué dio el orden de no mezclar con los cananeos. Israel no destruyó a todas las personas en Canaán. Dios dio este orden por 2 razones. Uno era que el pecado de ellos fue cumplido. La longanimidad de Dios en castigar su pecado terminó después de 400 años largos. El mal olor de sus abominaciones llegó al cielo y Dios usó su pueblo amado para juzgarles. Pero otra razón por este orden era por el amor de su iglesia. Dios no quería que Israel sea corrompido por la maldad de sus vecinos. Dios dio la tierra a Israel. Si los cananeos se quedaron allá ellos serían una mala influencia en los hijos de Dios, haciéndoles virar del camino de verdad. Pero Israel no mató a todos los cananeos. Y el peligro se hizo una realidad. Leemos en Jueces y en los libros de los reyes como Israel mezcló con la gente de Canaán. Termino en fracaso espiritual. Dios juzgó a Israel para su pecado. Ellos adoraban a los dioses falsos de sus vecinos. Se olvidaron de Dios. Dios envió sus cuatro juicios terribles sobre el pueblo: hambre, pestilencia, espada, y la bestia. Cuando Dios envió hambre los Israelitas se murieron en sus casas y comieron sus propios hijos. Cuando Dios envió pestilencia la enfermedad era tan grave que los viejos y jóvenes iguales cayeron muertos en sus casas. Cuando Dios envió la espada Israel vivía sin paz en la tierra, siempre preocupados por un ataque o robo. Y al fin, cuando Dios envió la bestia, Asiria y Babilonia, estos 2 poderes malvados sacaron a Israel de la tierra prometida. La advertencia de Josué era grave.
11 – Su responsabilidad era amar a Dios. Amar a Dios más que todas las cosas. Si entendemos el sacrificio de Cristo en la cruz, cumpliremos esto. Agarraremos a Cristo para vencer el mundo, la carne y el diablo. Alzaremos a nuestros ojos a los lugares celestiales para cumplir su voluntad porque le amamos y deseamos estar con Él. Muchos de nosotros tenemos nuestras miradas en la tierra. Escucha a cómo Dios piensa en versículos 12 y 13, y escudriña tus acciones a ver si tú estás haciendo esto, lo que significa que piensas cómo Dios, o si no estás haciendo esto, y no piensas cómo Dios.
12-13 El mismo mandamiento que Josué dio a Israel el Apóstol Pablo da a la iglesia.
2Cor. 6:14-15. No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15 ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?¨ Dios manda la santidad en su iglesia. No mezcleís con ellos.
Mateo Henry escribió algo verdadero. Ellos que tienen comunión con pecadores, tienen comunión con pecado. El pecado tiene consecuencias. El pecado puede resultar en madres solteras, padres sin sus hijos, una caída de las cosas de Dios con una mirada a las cosas de este mundo que trae sufrimiento como resultado de la desobediencia. Josué no quiere esto para sus hermanos. Él ya no va a estar allí. Se va en el camino de toda la tierra. La muerte le va a tomar. Y tiene un mensaje para los fieles. Debemos escucharle. No mezcléis con gente del mundo. No tienen comunión con ellos, ni amistades. Para mezclar con ellos ciertamente resultará en tu caída. Este es el mensaje de ese hombre sabio Josué.
Agarra a Dios. Él ha sido fiel a ti. Él te ha dado la tierra. Él ha hecho su tabernáculo entre ti. Él venció a tus enemigos. Acuérdate la bondad de Dios, Él es fiel. Persevera en su camino.
Josué les dijo que se acuerdan la bondad de Dios. Si eso no es suficiente para que obedecen a Dios, Josué hace lo que es normal en la exhortación de obedecer a la ley, les amenaza. El terror del Señor debe ser en los pensamientos.
14 – La palabra Bueno se usa 4 veces en versículos 14 a 16. Dios es bueno. Hay listas de versículos que nos dicen esto. Escoge lo bueno para ti y tu familia. Escoge a servir a Dios.
No ha faltado ninguna cosa que Dios dijo. Sus planes son buenos para nosotros. Jeremías nos dijo esto. Por eso debemos seguirle. Y cuando le seguimos buenas cosas pasan. Cuando dejamos todo para seguirle, Jesús dijo aunque sea una espada entre esposo y esposa o padre e hijo, Dios nos dará cien veces más en este mundo y vida eterna en el próximo. Sabe que el Señor es bueno.
15 – 16 Israel fracasó. Esta amenaza de Josué se hizo realidad. Israel traspasó el pacto de Dios. Israel perdió la bendición de Dios y sufrió la consecuencia del pecado. Dios los destruyó. Dios envió los pueblos de Asiria y después de Babilonia a castigarlos por su pecado. Los soldados abrieron los matrices de las mujeres y abrieron las cabezas de los niños. Muchos se cayeron bajo la espada mientras muchas más fueron llevados fuera de su tierra y fuera de sus hogares a una tierra de una lengua extraña. El pecado tiene consecuencias.
Jer 31:31-32 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Jacob y la casa de Judá: 32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, bien que fui yo un marido para ellos, dice Jehová.
Los días del Nuevo Pacto han llegado. Israel cometió fornicación espiritual contra Dios en casarse con gente fuera de la iglesia y andar en sus malos caminos. Dios juzgó a Israel y ahora ha enviado el evangelio a todas partes del mundo. Dios ha hecho un pacto con nosotros. Que nosotros no invalidemos su santo pacto como Israel. Que nosotros quedemos fieles por el amor de Dios, y para Jesús, y para lo que Dios ha hecho para nosotros. Acuérdate que cuando tú eras un pecador y enemigo de Dios que Él envió su único Hijo Jesús para morir para ti. Dios hizo esto para reconciliarte con Él. Este es el amor de Dios que demanda nuestro amor y servicio.
Josué 24 Sirviendo a Dios
Josué tiene 110 años. Está al fin de su vida y tiene un mensaje para todo Israel. En el capítulo anterior leímos sobre su exhortación a los líderes de Israel, los ancianos, los jueces, las cabezas de las tribus. Josué les dirigió seguir a Dios. Dios hizo todo lo que dijo que iba a hacer. Hizo un pacto con Israel y Dios era fiel a su pacto. Dios dio la tierra prometida a Israel. Y ahora Josué advierte a la nación no mezclar con los incrédulos en Canaán, y no adorar a sus dioses falsos. Sea fiel al santo pacto.
Ahora tenemos otra predicación de este general viejo. Es su última. Josué llamó a todo Israel en Siquem para predicar. Y Josué empieza con algo muy importante, la soberanía de Dios. Josué está hablando como profeta. Y en versículo 2 dice Jehová dijo. Y la palabra yo aparece 17 veces en versículos 1 a 15 porque Dios hizo todo. Todo lo que pasa en nuestras vidas es un acto de Dios. En Jeremías Dios dice antes que te formé en el vientre yo te conocí. Y Dios tiene un plan para cada uno de nosotros. Y sus planes son buenos para sus hijos. Dios nos ama. Y ahora al fin de su vida Josué está diciendo como profeta, Dios ha hecho todo.
En versículo 2 Josué empieza con Abraham. El padre de Abraham, Tera, y Abraham vivían en Ur de los Caldeos. Allí adoraban dioses falsos, el sol y la luna. Allí estaban en el culto babilónico. Pero Dios tuvo un plan. Dios escogió a Abraham para comenzar la nación de Israel. Abraham no hizo nada bueno. Abraham era un pagano. No conocía a Dios. Así es la salvación. No es por lo que nosotros hemos hecho, sino por lo que Dios hizo con nosotros y en nosotros. Abraham no tuvo fe en Dios. Pero Dios lo escogió y lo cambió. Era igual con los descendientes de Abraham. Isaac fue escogido e Ismael rechazado. Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. Esta es la doctrina de la elección. Antes de la fundación del mundo Dios escogió un pueblo santo, no viendo que estas personas iban a tener fe, sino por su propia soberana voluntad. Por esa razón Dios escogió Abraham quien adoraba la luna en Ur de los Caldeos. Y Dios hizo grandes cosas con Abraham.
Dios da una lista de cosas que Él ha hecho para Israel. Dios no hizo estas cosas para otros pueblos. Dios escogió a Israel. Dios amó a Israel. Dios no dio su ley a otro pueblo. Dios hizo su pacto con Israel. Y ahora que Israel ha conquistado la tierra hay un peligro que ellos pueden decir, mira a lo que hemos hecho. Somos fuertes. Y el orgullo llena el corazón. Este es un riesgo; que la gente no mira a Dios sino a sí mismo. Pero Dios hizo todo esto.
Y a causa de esto, que Dios escogió a Israel e hizo todas estas maravillas en medio de ellos, Josué exhorta a Israel a escoger a Dios. Y el escoger no es de un solo momento. Es continuo. Es un escoger diario. Cada día que nos levantamos decimos, este día voy a servir a Dios. En la oración pedimos su gracia para cumplir nuestros deberes. Y lo hacemos. Esto es lo que está diciendo Josué. Es una perseverancia paciente en el camino de Dios, en todas las circunstancias. Josué les dio cuatro opciones de quien podían servir.
Uno, los dioses ajenos en Ur de los caldeos, al otro lado del Río Éufrates. Estos eran los dioses falsos de Babilonia, los dioses de Tera el padre de Abraham. Dos, los dioses de Egipto. Cuando Dios envió las plagas contra Egipto era para mostrar la debilidad de sus dioses. Estas plagas eran ataques contra los dioses de Egipto, y esos dioses falsos cayeron. Tres, Los dioses de los amorreos. Los judíos estaban viviendo en la tierra de los amorreos. Estos eran los dioses a quien los paganos ofrecieron bebes como sacrificios. Josué dice, si quieres mezclar con esta gente, anda y adora a sus dioses. Cuatro, Jehová, el único Dios vivo y verdadero, quién escogió a Abraham y edificó un pueblo, quien rescató el pueblo de su esclavitud en Egipto, quien amontonó las aguas del Río Jordán y echó fuera el cananeo de la tierra. La gente respondió. Estas eran las cuatro opciones que Josué dio a Israel, y el pueblo respondió. Serviremos a Jehová.
Josué contestó, ustedes no pueden servir a Jehová. Él es santo. Él es celoso. Dios demanda toda tu vida. Servir a Dios es duro. No es un pasatiempo. Tienes que dar toda tu vida a Dios. Tienes que luchar contra el pecado con todas tus fuerzas. Tienes que separar de la maldad. Cuando ustedes le dan la espalda para servir a dioses ajenos Dios no les perdonará. Y para avergonzar al pueblo Josué dice, yo y mi casa serviremos a Jehová. Después la gente dijo, serviremos a Dios. ¿Qué más podían decir? Josué contó todos los milagros que Jehová hizo con su pueblo. Detalló su bondad con la nación. Para decir, no quiero servir a Dios porque prefiero al mundo sería la altura de ingratitud. Josué dijo bueno. Ustedes han escogido. Josué hizo un pacto entre el pueblo y Dios. Erigió una piedra como memoria del pacto. Y sabemos qué pasó. Aunque Israel servía a Jehová mientras Josué vivía, la próxima generación cayó. En el año 722 Dios envió Asiria para juzgar a Israel por su desobediencia y quitar la gente de Canaán. Quebraron el pacto. Después Dios envió Babilonia y el resto de Israel fue quitado de la tierra prometida. Ellos también quebraron el pacto. Servir a Jehová no es un chiste. Y tenemos un ejemplo de servicio en Jesús.
Cristo servía al Padre hasta la muerte. No quiso morir en la cruz. Heb 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual, por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza. Oró a Dios, si hay otra manera para cumplir la salvación en vez de la cruz, muéstrame. Jesús era humano. Y en su naturaleza humana Jesús sufrió como nosotros. Pero Él obedeció la voluntad de Dios. No había otra manera. La cruz era la única. La ira de Dios estaba sobre él. La espada de justicia era su porción. El Padre escondió su rostro de su Hijo porque el pecado del mundo estaba puesto sobre Él. Y Jesús dijo, ¨pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.¨ Jesús servía a Dios hasta la muerte. Y así es nuestro deber. Hay otros que no sirven a Dios.
Hay muchas cosas que una persona puede servir en vez de Dios, servir al mundo. Servir a ti mismo, hacer lo que quieres, en vez de lo que Dios quiere. Imagínate si en Israel, alguien dijo, sabes que, yo sé que hoy es el sábado, yo sé que hoy es el día que meditamos en Dios y en su bondad, en su misericordia, en su poder. Sabes que, aunque hoy es el sábado, no voy a adorar a Dios, voy a caminar en el jardín. Voy a sembrar trigo hoy día. En Números 15 Dios mató un hombre para recoger leña en el sábado. Si nosotros no servimos a Dios, Él nos consumirá. Servir a Dios es con todas nuestras fuerzas y en todo aspecto de nuestra vida. Josué dijo, inclinad a vuestro corazón a Jehová. Y este es un deber de cada uno de nosotros. Inclinamos a nuestro corazón a Jehová con esfuerzo. Es algo que tenemos que buscar. Si no, las cosas del mundo tomarán lugar en nuestro corazón, y caeremos de Jehová. Tenemos que decir este día voy a leer la palabra. Este día voy a orar por mi familia, y mis hijos. Voy a orar para la iglesia. Por medio de inclinar el corazón a Jehová, le serviremos con un corazón puro y fe aumentada. En Ezequiel tenemos un ejemplo de ellos que no inclinaron su corazón a Jehová.
Ezequiel 14:1-8 Y vinieron a mí algunos de los ancianos de Israel, y se sentaron delante de mí. 2 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 3 Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón, y establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro; ¿acaso he de ser yo en manera alguna consultado por ellos? 4 Háblales, por tanto, y diles: Así dice Jehová el Señor: Cualquier hombre de la casa de Israel que hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro, y viniere al profeta, yo Jehová responderé al que viniere conforme a la multitud de sus ídolos; 5 para tomar a la casa de Israel en su corazón, que se han apartado de mí todos ellos por sus ídolos. 6 Por tanto di a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: Convertíos, y volveos de vuestros ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones. 7 Porque cualquier hombre de la casa de Israel, y de los extranjeros que moran en Israel, que se hubiere apartado de andar en pos de mí, y hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y establecido delante de su rostro el tropiezo de su maldad, y viniere al profeta para preguntarle por mí, yo Jehová le responderé por mí mismo: 8 Y pondré mi rostro contra aquel hombre, y le pondré por señal y por refrán, y yo lo cortaré de entre mi pueblo; y sabréis que yo soy Jehová.
Estos vienen a Dios pidiendo perdón. Pero Dios dice que Él no les va a ayudar. No les va a perdonar. Y la razón es que ellos tienen ídolos en su corazón que tienen primer lugar. No quieren servir a Dios completamente. Con sus bocas le sirven, pero su corazón está con otro.
Para algunos puede ser un esposo. Escuché un pastor diciendo que antes que era pastor, él y su novia, con quien después se casó, estaban conversando con un pastor. Y el pastor dijo a su novia, tu salvación no tiene nada que hacer con él. Es posible que él no va a estar aquí en 2 años, pero Dios nunca te dejará. El pastor estaba preocupado que ella confía en su novio. Él me enseña sobre Dios, él me va a guiar en la santidad, él me fortalece. El pastor pensaba que su novio era su ídolo. El enfoque debe ser en Dios. Para algunos hay que tienen otros ídolos. Y podemos verlos. Si ustedes tienen discernimiento espiritual, ustedes los pueden ver. No es difícil. Escucha a sus palabras. Yo sé que no he estado al culto en semanas, pero lo importante es que siempre tengo Jesús en mi corazón. No. Ese pensamiento no es bíblico. Tienes un ídolo en tu corazón, como dice en Ezequiel. Si Jesús estuviera en tu corazón, llegarías al culto, lo que es más importante que cualquier otra cosa que tienes que hacer, para adorarle. Este es un ejemplo de un ídolo en el corazón. Hay muchos. Pero escucha a sus palabras. No es difícil para ver los ídolos. Dios es exigente. La vida cristiana es exigente. El tema principal de este libro es vencer en Cristo. Josué venció. Caleb venció. ¿Estás venciendo? ¿O tienes ídolos en tu corazón? ¿Hay cosas más importantes que Jesús en tu vida?
Podemos saber si estamos sirviendo a Dios con todo el corazón si estamos avanzando en la vida cristiana. Estamos leyendo la biblia más que en antes, o menos. Dedicamos más tiempo a la oración que antes. Hay maneras que estamos sirviendo a Dios que muestran nuestro amor para Dios. Puede ser que te vas al hospital para consolar a los enfermos con la palabra de Dios. O puede ser que cantas y lees la palabra en una casa de ancianos. O que empiezas una reunión para los niños en tu barrio, o en tu propia familia, en que cantas con ellos, dibujas con ellos, y cuentas una historia bíblica. Hay muchas maneras para servir a Dios.
Jonatán Edwards escribió una carta a una señora recién convertida, exhortándole en sus deberes cristianos. Edwards escribió que ella debe mantener un día en que ayuna, y confiesa su pecado a Dios. Debe acordar sus pecados antes que era un creyente como hizo el apóstol Pablo para acordarse la corrupción del corazón y la gracia de Dios. Y cuando estás en un lugar oscuro, que debes acordarte tus experiencias pasadas con Cristo para buscar nuevas experiencias de fe y gozo. Es necesario orar para la iglesia de Cristo y que Dios sigue su trabajo glorioso, y orar para los que ministran la palabra. ¿Haces estas cosas?
32 – Para concluir con este verso en el libro de Josué es importante. José, antes de morir, expresó su deseo de estar enterrado en la tierra prometida. Y la razón es su esperanza en la resurrección. Josué quería que su cuerpo sea resucitado entre el pueblo de Dios. Mientras sus huesos descansan en Canaán terrenal, su alma regocija en Canaán espiritual. Y este es el fin para todos que aman a Dios e inclinan a sus corazones a Él, sirviendo con todas sus fuerzas.