Busca la palabra fe en una concordancia y verás que es una palabra muy común. La justificación por la fe, y únicamente por la fe, es la doctrina en que la iglesia se para o se cae. La biblia es muy clara que la salvación es únicamente por la fe, y especialmente el apóstol Pablo. Pablo estaba maravillado a que tan rápido los gálatas cambiaron el evangelio. Qué diría el apóstol hoy? No mucho tiempo después de Pablo, en los primeros siglos de la historia de la iglesia, la idea que la gracia viene por medio de los sacramentos entró la iglesia. Clemente dijo que la vida eterna está otorgada en el bautismo. En la edad media 7 sacramentos fueron introducidos. La iglesia tenía gran poder en esta época. Los curas controlaban la salvación. Ellos eran los dispensadores de gracia salvadora. Penitencia, una obra de satisfacción delante de Dios, y las indulgencias eran una mayor parte de la salvación. En teología Romana, había pecado venial y pecado mortal. Pecado mortal era un pecado como matar o adulterio que podía eliminar la gracia justificadora infusa en el bautismo, resultando en perdición eterna. Pecados veniales eran de menor gravedad. Había castigo temporal para estos en purgatorio. La creencia de Roma era que María y los otros santos tenían mérito adicional que no era necesario para que ellos lleguen al paraíso. Su mérito adicional entró una tesorería de mérito. Los fieles podían obtener este mérito por pagar la iglesia, esta era la indulgencia. Lo peor de todo era que una indulgencia plenaria fue introducido. Con esta indulgencia era posible librar un alma de purgatorio. Cuando una moneda en el cofre entra, un alma del purgatorio salta. Este sistema destruye la doctrina bíblica acerca del pecado y justificación. Aquí entró Lutero. Él entendió 2 cosas: Dios manda perfección, y él no era perfecto. Llegó a la conclusión que el papa era el anticristo y que Roma era el nido del diablo.
La causa formal de la Reforma era sola escritura. Esta doctrina dice que la palabra de Dios es la única guía para nuestra fe y práctica. No hay más revelación de Dios. Vemos los errores que resultan en rechazar sola escritura en la doctrinas acerca de maría que tiene la iglesia católica. Papa Pío XII dijo que si uno no cree que María ascendió al cielo en su cuerpo, como Jesús, para esa persona la salvación es imposible. La biblia no dice que María ascendió al cielo en su cuerpo. Esa una doctrina inventada, y Roma tiene muchas más semejantes. Los reformadores dijeron que la única cosa que se puede enseñar y propagar es lo que está escrita en la biblia. La causa material de la Reforma era la justificación. Cómo una persona está reconciliado con Dios. La Reforma comenzó en 1517 y Roma, en el Concilio de Trento expulsó a todos los reformadores de la iglesia diciendo que cualquier que creía que la salvación viene únicamente por la fe es anatema.
Hay algo más importante en la vida cristiana que la fe? Fe es el único medio por lo cual recibimos a Cristo, el perdón que él ofrece y la justicia que es suyo. Principalmente nuestra fe es en Jesús, pero es la palabra de Dios que nos enseña todo lo que sabemos, y todo lo que necesitamos saber acerca de Jesús. Y por eso no es incorrecto decir que nuestra fe es en la palabra de Dios y su veracidad. Esta es nuestra posición de presuposición. La palabra es la verdad. Es la palabra que el Espíritu utiliza para obrar fe en el corazón del hijo de Dios. Fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios.
No podemos subestimar el poder de la fe en la vida del creyente. Jesús dice si tenemos fe podemos mover montañas. Es hipérbole, un dicho del judío quien vivía en el primer siglo. Pero un dicho que muestra que fe es el principio que guía toda nuestra vida. Vemos esto en el ejemplo de Pedro caminando sobre el mar. Cuando miró a Cristo era un conquistador, haciendo un milagro. Pero cuando dudaba por las circunstancias a su alrededor, y su fe falló, ay es cuando vino su caída como descendía al agua. Y si nosotros vamos a triunfar en las pruebas y persecuciones que nos enfrentamos en esta tierra temporal, necesitamos alimentar a nuestra fe. Es trabajo. Requiere diligencia. Leer y estudiar y orar sobre la palabra de Dios es esencial. Meditar y contemplar las promesas que Dios nos ha otorgado en Jesús y la obra de Cristo, su sufrimiento, muerte y el poder de su resurrección, o sea una vida activa es lo que resulta en una fe que vence al mundo.
La palabra griega para fe es pistis y el verbo pisteuin. Cuando uno hace un estudio de una palabra bíblica, hay un método específico para ver el significado de una palabra. Esto es muy importante por ejemplo con la palabra bautizar para probar que lo que dicen los bautistas acerca de la palabra, que significa sumergir en agua, no es la manera que se usa la palabra. Cuando uno estudia una palabra es necesario analizar griego clásico. Estas son obras escritas en griego. Buscamos la palabra que estamos estudiando en estas obras. Pistis en estas obras es una convicción basado en confidencia en una persona o su testimonio, lo que es distinguido de conocimiento como resultado de una investigación personal. El segundo uso en griego clásico es la confianza misma. Es más que confidencia que la persona es confiable. Sino, presupone una relación personal con el objeto de confidencia, como salir de uno mismo para reposar en otro. Los griegos no usaron la palabra en esta forma para hablar acerca de sus dioses porque para ellos los dioses eran hostiles a los hombres. El segundo fuente para estudiar la palabra bíblica es la Septuaginta. La Septuaginta es la traducción griega de las Escrituras del Antiguo Testamento escrito en hebreo. Normalmente fe es pasiva, y se refiere a fidelidad. El verbo en la Septuaginta refleja el mismo sentido que tiene en el Nuevo Testamento, acuerdo con la palabra de Dios y de confianza en Dios. El tercer lugar que investigamos a determinar el significado es en el Nuevo Testamento. Normalmente fe es activa, aunque a veces es pasiva y se refiere a fidelidad como en Romanos 3:3 y Gálatas 5:22. Hay 2 distinciones importantes. Una es una creencia intelectual en el testimonio de otro en vez de investigación personal, Filip. 1:27, 2 Cor. 4:13, 2 Tes. 2:13 y en Juan. Dos, una confianza en Dios, o más específicamente en Cristo mirando hacia adelante a redención de pecado y bendición futura. Pablo usa fe en esta manera. Rom. 3:22, 25; 5:1,2; Gal. 2:16; Efe. 2:8 y mucho más. El orden de fe tiene 3 etapas: confianza en Dios y Cristo, aceptar su testimonio en la base de confianza, y rendirse a Cristo y confiar en Él para la salvación del alma. La tercera se conoce como la fe salvadora.
Cualquier persona puede hacer un estudio bíblico de una palabra. Hay libros como Strong que da una lista de los versículos donde aparece la palabra en el Nuevo Testamento. Hay otros libros que dan la lista de los versículos en la Septuaginta, y otros que dan las referencias de autores de griego clásico. Pero eso requiere un poco de trabajo. Es mucho más fácil ahora comprar un programa bíblico o un libro que ya ha hecho el estudio de la palabra. Toda esta información que yo he dado cerca de pistis, fe, viene de la Teología Sistemática de Berkhof, pero existen volúmenes de estudios de palabras. Cuando uno enseña la biblia los estudios de palabras son muy útiles.
Calvino da una definición buena de la fe: Es un conocimiento firme y seguro del favor divino hacia nosotros fundado en la verdad de una promesa libre en Cristo, y revelado a nuestras mentes, y selladas en nuestros corazones, por el Espíritu Santo. Ve los 3 miembros de la Trinidad en esta definición. Calvino es la cima del pensamiento teológico. Calvino y los reformadores dijeron que no hay ningún mérito en la fe. Es únicamente el instrumento para recibir lo que Dios ha previsto en los méritos de Cristo. Es un don de Dios.
Los escritores del Nuevo Testamento vieron la fe como el principio fundamental de la vida religiosa. No vieron una distinción entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento en este aspecto. Abraham es el tipo de todos los creyentes y ellos los hijos de Abraham. No hay distinción entre la fe del Pacto Viejo y del Nuevo. Hay una continuidad y por eso vemos que Pablo cita Habacuc 2:4 en Romanos 1:17 y Gal. 3:11 y Heb. 10:38, Juan 5:46, Juan 12:38.
Santiago ayuda a añadir al entendimiento bíblico sobre la fe. En el pasaje en capítulo 2 que es de mucha confusión y debate, Santiago explica que la fe verdadera, la fe salvadora, resulta en obras. Hay evidencia de fe verdadera y la evidencia son obras de obediencia, dejar el pecado atrás para seguir a Jesús. Comencemos en versículo 14-17. Habla de una persona quien DICE que tiene fe. Sun conclusión acerca de esta persona quien dice que tiene fe pero no hay evidencia, tiene una fe muerta, y una fe muerta no es fe. No puede salvar.
18-19 Hay un contraste en versículos 18 y 19. 18 dice que fe no es sola. Es verdad que solo la fe salva, pero la fe nunca es sola. Tiene evidencia. 19 dice que un conocimiento intelectual que Dios existe, que Jesús es Dios, no es suficiente para salvar. 20-22 Las obras de Abraham probaron que su fe era verdadera. Había evidencia de su fe en sus acciones. 23 – confirma la doctrina de Pablo de la justificación por fe, en que la justicia de Cristo está imputado o contado a nuestra cuenta por medio de la fe.
Cuando decimos que la fe no es conocimiento intelectual, lo que deberíamos decir es que no es solamente conocimiento intelectual. Sin duda incluye este elemento. Si nuestra idea está equivocado acerca de quién es Dios, nuestra fe no tiene una fundación firme. Cuando hablamos de los elementos de la fe, un elemento es intelectual. La fe es un acto de todo el hombre. Es un don de Dios, Efe. 2:8, y sin la iluminación del Espíritu Santo, 1 Cor. 2:14, no podemos ejercer la fe, pero al mismo tiempo es un acto del hombre en su totalidad y no de una sola parte. Es un acto del alma entera. En su teología sistemática en relación al aspecto intelectual de la fe, Berkhof dice que la fe es reconocer la verdad en que el hombre reconoce como la verdad todo lo que die Dios en su palabra, especialmente lo que Él dice sobre la depravidad total del hombre, y de la redención en Cristo Jesús. Parece que podemos añadir a Berkhof a la lista de ellos en la tradición reformada que creen que la posición arminiana deja la persona fuera de la salvación, Berkhof con Lutero, Calvino, Owen, Edwards. Berkhof también toma la posición, con el autor del Catecismo de Heidelberg, Zacarías Ursino, que la fe incluye la convicción o certeza del conocimiento. Las cosas futuras son seguras para el creyente. O sea, si uno no está seguro que está yendo al cielo, esta no es fe verdadera. Hay que saber con certeza que los pecados son perdonados y no tener dudas acerca de la salvación para tener fe verdadera. Hebreos 11:1 confirma esto. Aquí traducida, hupostasis, como sustancia pero también significa seguridad o confianza. Una persona que duda su salvación no tiene seguridad ni confianza. Esta es una parte de la fe.
Pero este es un punto de debate. No todos están de acuerdo que fe verdadera incluye una certeza para el individual. La Confesión de Fe de Westminster no confirma que esta es una parte de fe como el catecismo de Heidelberg. En capítulo 18: De la seguridad de la gracia e de la salvación, la confesión de Westminster dice: Esta seguridad infalible no corresponde completamente a la esencia de la fe, sino que un verdadero creyente puede esperar mucho tiempo y luchar con muchas dificultades antes de ser participante de tal seguridad.
Regresando ahora a los elementos de la salvación, además del elemento intelectual es el emocional. Cuando uno agarra a Cristo, hay un sentimiento que una necesidad del alma ahora es completa. La persona es consciente de un gran interés en la salvación en Jesús. Esta es una confianza que el Espíritu Santo obra en el corazón del hijo de Dios. Es diferente que solamente conocimiento intelectual acerca de Jesús. Esto incluye confianza que la obra salvadora de Cristo es un beneficio de uno.
El tercer elemento de la fe es de la voluntad. Este es un acto del hombre en que apropia Cristo como el objeto de la fe. Es una acción del alma que extiende hacia Cristo para hacer a Cristo suyo. Es traer el objeto de la fe, Jesús, al interior del hombre, y sin esto Jesús queda afuera en el exterior. Este es el acto que abraza a Jesús. Este tercer elemento es confianza personal en Jesús.
Decimos que estos 3 elementos de la fe suceden en el corazón del hombre. En la Escritura el corazón es el asiento del hombre, el órgano principal lo que representa el hombre entero, e incluye la parte intelectual, emocional, y la voluntad. Es importante repetir que no es el acto de fe que salva una persona, sino eso lo que uno recibe por la fe, el perdón de pecado y la justicia de Cristo. En eso vemos la importancia de la fe.
El apóstol Pablo nos dice en el capítulo de amor, 1 Corintios 13, versículo 13, Y ahora permanecen la fe, la esperanza y la caridad, estas tres; pero la mayor de ellas es la caridad. Puede ser que el amor es la mayor de estas 3 virtudes cristianas porque en el cielo la esperanza desvanece, porque será cumplida, la fe ya no existirá, porque estaremos en la presencia de nuestro Salvador, pero el amor es eterno. No cesará en la ciudad celestial, la Nueva Jerusalén. Pero puede ser que ahora, en esta época en que vivimos, bajo el Nuevo Pacto, cuando el fin de las cosas, aunque se acerca, no está presente, puede ser que en este contexto, que la fe es mayor que el amor. Y esto porque Heb 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios. Rom. 3:28, 2 Cor. 1:24, Gal. 3:26. Y en este mundo que va empeorando, es posible que habrá un punto en nuestra vida cuando necesitamos tomar una decisión como muchos de los mártires antes de nosotros. Renunciar a nuestra profesión o morir. El mundo es hostil a la fe cristiana. El mundo se arrodilla en el altar de tolerancia. El mundo dice que nosotros como cristianos necesitamos tolerar el aborto, la homosexualidad, y la cultura de muerte que fuerza sobre nosotros. Pero el mundo no tiene que tolerar al cristianismo. Nuestro pensamiento, el pensamiento de Jesús que estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan, es una doctrina de odio. Todos están libres dicen ellos tener sus propias creencias. Pero cuando ellos están enseñando la evolución en las escuelas, y cuando el mundo está enseñando el cuento de María y sus dos madres en el kínder, estamos al punto de no retornar. Es posible que cada uno de nosotros nos enfrentará un encuentro en que tenemos que tomar una decisión que nos resultará en pérdida aquí. Tendremos que pararnos firmes sobre la roca de Cristo, con confianza, con fe, que el mundo no puede hacer nada a nosotros. Ellos nos atacarán. Habrá presión de todos lados, y aún de familiares y supuestos amigos para tomar un paso atrás en relación a nuestra fe. Sería bueno acordar las palabras de Jesús cuando esto pase: Mat 10:28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a Aquél que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. Y escucha al contexto en que Jesús dice esto. Sus próximas palabras confirman que Dios es nuestro escudo. Como Pablo dijo, morir es ganancia. El mundo no puede hacer nada si Dios no lo permite. Jesús continua: Mat 10:29 ¿No se venden dos pajarillos por un cuadrante? Y ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. 30 Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. 31 Así que, no temáis; de más estima sois vosotros que muchos pajarillos. 32 Cualquiera, pues, que me confesare delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre que está en el cielo. 33 Y cualquiera que me negare delante de los hombres, también yo le negaré delante de mi Padre que está en el cielo.
Necesitamos estar preparados para esta prueba. Si no viene en nuestra vida, seguramente vendrá en las de nuestros hijos. No estoy cierto que muerte está en nuestro futuro a causa de nuestra confesión, pero estoy seguro que la persecución y la pérdida es. Ya vemos chispas con el pastelero quien rehusó hacer un pastel para una boda de homosexuales y perdió el juicio y otros casos penales semejantes. Nos pararemos firmes? Enseñaremos a nuestros hijos la importancia de mantener su profesión cristiana? Esta es fe verdadera.
Dios dijo a Abraham, Gen 22:2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. No te sientes la drama de la situación?
Amigos, esta es la fe verdadera. Si tú eres un hijo de Abraham por fe, quien puede decir que no habrá un punto en tu vida en que tendrás que tomar una decisión semejante a la de Abraham. Heb 11:19 pensando que aun de los muertos es Dios poderoso para levantar. Esta era la fe que tuvo Abraham, confianza completa en Dios. Cuando el tiempo de nuestra prueba viene, que pensamos en las palabras de Jesús, que pensamos en el acto de Abraham en alzar el cuchillo para obedecer a Dios, mostrando la evidencia de la fe verdadera, y el tiempo nos falta para hablar acerca del mártir Esteban, y Noé y Sara y otros en el capítulo de los héroes de la fe en Hebreos 11, que hagamos lo que dice el autor de ese mismo libro, cuando estamos puestos a prueba, que nuestros ojos sean puestos en Jesús, el autor y consumador de la fe. Él nunca nos dejará ni desamparará. Las Escrituras prueban que es la verdad.
Juan el Bautista predicaba un mensaje al mundo judío que hoy en día casi todos han escuchado. Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pero cuando escuchamos estas palabras, sabemos qué significan? Cuando este hombre extraño, viviendo en el desierto, vestido de pelo de camello, comiendo langostas y miel, cuando el dijo arrepentíos, sabemos qué significa? Es importante, porque Juan hizo el arrepentimiento un requisito para entrar el reino de los cielos. La doctrina de Jesús no era diferente. Lucas 13:3 Os digo: No, antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. Según Jesús, el arrepentimiento también es un requisito para heredar la vida eterna. Y cuando Jesús habla a las iglesias en capítulos 2 y 3 del Apocalipsis, se encuentra la palabra arrepentir 7 veces. En el contexto Jesús está advirtiendo a las iglesias que algo anda mal con ellos, y si no se arrepienten, él va a extinguir su vela. Jesús va a poner un fin a su iglesia. Cuando hablamos acerca de la salvación, es común decir que dos cosas son necesarias para recibir perdón de pecado y vida eterna, el arrepentimiento y la fe.
Fe y arrepentimiento están tan unidos que algunos dicen que no son dos cosas separadas, sino dos vistas diferentes de la misma cosa. Ciertamente no se puede separar el arrepentimiento y la fe. Van juntos. En su teología sistemática, Louis Berkhof llama el arrepentimiento la conversión.
En español, la palabra tiene 2 definiciones. La primera es un cambio de comportamiento, un cambio en la conducta. También se refiere a un cambio conceptual, rechazar una idea falsa que creíamos antes. El término bíblico para el arrepentimiento literalmente significa un cambio de panorama. Proviene de la raíz reconsiderar. Cuando los apóstoles llamaron a las personas para arrepentirse, estaban instándoles reconsiderar, cambiar la manera que ellos pensaban sobre Cristo.
En el Antiguo Testamento son dos palabras importantes. Nacham expresa un sentimiento profundo de dolor o de alivio. En el tiempo hebreo que se llama niphal, significa arrepentirse, y muchas veces este arrepentimiento se acompaña con un cambio de plan y acción. Se usa para Dios y para el hombre. Gen. 6:6, 7 es un pasaje importante en relación a Dios y el arrepentimiento. Dios no puede arrepentirse. La biblia nos dice que Dios es inmutable, no cambia. Pero aquí dice que se arrepintió de haber creado al hombre. Podemos interpretar este uso del arrepentimiento como un antropomorfismo. Antropos significa hombre en el griego. Un antropomorfismo atribuye alguna característica del hombre a Dios. En nuestra capacidad limitada de entender a Dios y su carácter y esencia y ser, un antropomorfismo nos ayuda a entenderle. Si Dios en realidad puede arrepentirse, significa que Dios puede cambiar, porque esta es la definición de la palabra, y la escritura es contradictoria. Dios tiene una sola voluntad desde la eternidad, y no cambia.
Otra palabra hebrea que se encuentra muchas veces en los profetas es shubh, lo que significa volver. Se refiere a Israel. Sabemos la historia de la nación. Israel se aleja de Dios y Dios le castiga. El pecado ha separado el hombre de Dios. Y después la nación vuelve a Dios.
En el Nuevo Testamento la palabra más común es metanoeo, el verbo, o metanoia, el sustantivo. La palabra proviene de dos palabras griegas, meta y nous. Meta significa después y nous está relacionada con ginosko lo que significa saber o conocimiento. Y en las obras clásicas griegas, esto es lo que encontramos. La palabra metanoia, traducida arrepentimiento en el Nuevo Testamento, significa uno, saber después, dos, cambiar la opinión como resultado de este conocimiento después, tres, en consecuencia de este cambio de opinión arrepentirse el curso que uno seguía, y cuatro, un cambio de conducta para el futuro. En las obras clásicas de los griegos, no era necesario que este cambio sea bueno, o uno marcado por sabiduría. Pero en el Nuevo testamento sí. En el Nuevo Testamento principalmente significa un cambio de opinión, tomando una vista del pasado más sabio, incluyendo arrepentimiento para el mal hecho, con el resultado de un cambio de vida lo que es mejor. Cuando una persona recibe este nuevo conocimiento, el curso de su vida cambia. Este es un resultado del cambio de opinión lo que viene del nuevo conocimiento. El conocimiento afecta la conciencia y el aspecto moral del hombre. 2Ti 2:25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen; si quizá Dios les dé que se arrepientan para conocer la verdad. Aquí metanoia o arrepentimiento se refiere a la vida intelectual. Es un mejor entendimiento de la vida con Dios, y aceptar esta verdad para recibir salvación. En Hechos 8:22 vemos que la voluntad está incluido en el arrepentimiento. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón. Aquí es hacer una vuelta, de uno mismo hacia Dios. En ambos casos el arrepentimiento es igual a la fe. También el arrepentimiento se refiere a la vida emocional, dolor piadoso. 2Co 7:10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; mas la tristeza del mundo produce muerte.
Es importante enfatizar que metanoia, arrepentimiento, mira hacia atrás además de mirar hacia el futuro. En mirar atrás, reconoce el error de su camino. La senda anterior era locura. Hay una aversión al camino anterior. Es un cambio de dirección consciente, con el reconocimiento que las acciones anteriores eran malas.
Hay otra palabra griega también que se refiere al arrepentimiento pero también incluye la fe. Es el verbo epistrepho y significa el acto final de la conversión. Mientras la palabra metanoia se puede incluir referir solamente al arrepentimiento sin la idea de fe, y por eso puede aparecer junto con pisteuin o fe, esto no es posible con epistrepho y fe porque epistrepho incluye fe. Epistrepho significa un cambio de opinión y enfatiza una nueva relación establecida.
Hay algunos buenos ejemplos de esta conversión en la Escritura. Uno es la mujer samaritana en Juan 4. Esta mujer va al pozo para sacar agua durante la hora mas calorosa del día. Hacía eso porque era una mujer sin morales. Jesús le dijo que había tenido 5 hombres, y el que tenía en ese momento no era su marido. Ella estaba en el pozo en esa hora porque sus vecinos le habían rechazado por su pecado. Ella se fue allí cuando nadie más iba. Ella no seguía a Dios. Pero después de hablar con Jesús, esto cambió. Ella dio testimonio al pueblo de Jesús. Juan 4:28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: 29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿No será Éste el Cristo? Y después en versículo 39 del mismo capítulo: Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por la palabra de la mujer, que testificaba diciendo: Me ha dicho todo lo que he hecho.
Otra conversión es el apóstol Pablo en el camino a Damasco. Pablo había estado persiguiendo a la iglesia. Él tuvo la ropa de Esteban cuando otros le apedrearon. Era un judío, y no creía que Jesús era el Mesías, el Salvador del mundo. Pero cuando Jesús apareció a él todo cambió. Con este nuevo conocimiento, Pablo cambió su opinión, estaba avergonzado de su camino anterior, y seguía a Cristo con más celos con cual antes había perseguido a su iglesia.
Hay 3 elementos en arrepentimiento. El primero es el intelectual. Es un conocimiento del pecado. Pero si no hay odio por el pecado, esto resulta solamente en temor de castigo. Alguien quien intenta obedecer a Dios únicamente por miedo de castigo debería analizar a si mismo a ver si es un creyente verdadero. Porque el segundo elemento del arrepentimiento es emocional. Hay un cambio de sentimiento. La persona reconoce que ha ofendido un Dios justo. Psa 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí. Si este segundo elemento no tiene el tercer elemento, se llama tristeza del mundo. 2Co 7:10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; mas la tristeza del mundo produce muerte. El tercer elemento incluye la voluntad en que hay un cambio de propósito. Es un cambio interno del pecado.
La iglesia católica ha rechazado la doctrina bíblica de la iglesia. Para ellos es necesario que la iglesia controle la salvación. Y por eso en vez der ser algo interno, el arrepentimiento es externo. Este es su sacramento de penitencia. Este sacramento de la iglesia católica consiste en 4 partes: contrición, confesión, satisfacción, absolución. Contrición es el único que pertenece al arrepentimiento, pero Roma ha excluido el pecado innato al hombre, y solo incluye contrición para transgresiones actuales. Y porque muy pocos son de verdad contrito, ellos aceptan atrición lo que es la convicción mental de reconocer que el pecado merece castigo, pero no incluye confianza en Dios y huir del pecado. Este era el problema que Lutero tuvo con el sistema Romano. No estaba cien por ciento seguro que estaba contrito, y por eso no encontró paz. Su conciencia le atormentaba. Confesión en la iglesia de Roma es confesión a un cura quien no puede declarar legalmente el perdón de pecado, sino absuelve en una manera judicial. Satisfacción consiste en hacer penitencia, algo difícil o doloroso que resulta en satisfacción por el pecado. Es una obra del hombre.
Calvino dijo que el arrepentimiento es un fruto de la fe. Arrepentimiento verdadero no existe sin fe. Los dos son inseparables. Juan nunca habla del arrepentimiento en su evangelio. La razón es que el arrepentimiento está incluido en el creer, un enfoque del evangelio de Juan. Creer incluye el hecho que alguien cambia su opinión sobre quien es Jesús.
La biblia es clara acerca de quien es el autor de la salvación. Salmo 85:4, Jer. 31:18, Hech 11:18, 2 Tim 2:25. Dios usa medios. El medio por cual Dios obra el arrepentimiento es la ley. Sal. 19:7, Rom. 3:20. Ambos el AT y el NT hablan del arrepentimiento como una obra del hombre. Pero el hombre no es capaz de hacer esta obra sin una obra previa de Dios en su corazón, Lam 5:21.
La Santificación
Cristo dijo toma tu cruz y sígueme. Pablo dijo Haced morir, pues, vuestros miembros que están en la tierra. Santiago dijo Mas sed hacedores de la palabra, y no solamente oidores. Todos están diciendo la misma cosa. Santificaos. Y la razón para luchar para la santificación no es un secreto. La palabra hace la verdad tan claro como un día soleado. El autor de Hebreos nos dice: Heb 12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Quieres ver el Señor, sea santo. Pedro cita las palabras de Dios: sea santo, porque yo soy santo. Aquí acuesta la fundación de la doctrina de la santificación. Dios es santo, y alguien quien va a entrar su presencia necesita ser santo. Por eso piensa en tu vida en este momento. Cómo va tu batalla contra el mundo, la carne, y el diablo? Es de mayor importancia tener la victoria en este aspecto de nuestra visa cristiana. No creo que digo demasiado en decir que la santificación es la vida cristiana aquí en este mundo. Leyendo el Nuevo Testamento este hecho salta de las páginas. Un enfoque principal de las Escrituras es la santificación. Cuántas veces dice el Nuevo Testamento evangelizar? Podemos contarlos en nuestros dedos. Pero cuántas veces manda la santificación? Ahora necesitamos una mega iglesia con muchos dedos para contar. La santificación es un deber principal porque Dios es santo y el Altísimo manda la santidad para la iglesia de Cristo. Tú eres santo? Tienes victoria en tu vida espiritual? Tú sabes de la lucha diaria contra el pecado y la debilidad de la carne? Los puritanos, esos hombres santos de Inglaterra de los siglos 17 y 18, escribían mucho acerca de este tema. Ellos eran maestros de la religión del corazón. Los títulos de sus libros cuentan la historia. Remedios preciosos contra las maquinaciones de Satanás y el cristiano en armadura completa son obras útiles para todos los cristianos ocupados en esta batalla. John Flavel dijo, lo que la salud es al corazón, la santidad es al alma. Jonatan Edwards escribió cómo él tomó una cuenta diaria de sus fracasos. Si vamos a tener éxito en este encuentro, como Edwards, necesitamos un plan. Cuál es tu plan? Las palabras de Jesús son verdaderas para ti, mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Si tenemos una vista mala de la santificación, no entenderemos estas palabras.
Hay varias metodologías de la santificación. Uno es auto reforma de los liberales. No enfatiza el pecado y piensa que uno mismo puede hacerse mejor por sus propios esfuerzos. Otro es el proceso sacramental de los católicos. La persona está siendo hecho justo. Tres, una santificación entera por una seguna bendición. Charles Wesley creyó esto, sus seguidores son los metodistas. La santificación incial toma lugar en salvación, y esa santificación incial está hecho perfecto por una segunda obra de gracia lo que es instantáneo. Normalmente esto es asociado con el bautismo en el Espíritu Santo. Wesley creyó que es posible vivir sin pecado. Cuatro, el bautismo en el Espíritu santo. Los pentecostales y la asamblea de Dios creen esto, que la santificación es una obra instantánea, después de la regeneración lo que es otra obra instantánea, y el bautismo está acompañado normalmente por hablar en lenguas. Cinco, un acto de rendición. Hay 3 etapas de la santificación. Uno, posicional, la salvación nos hace santos. Dos, experimental, por medio de un acto de rendición. Tres, final. Ellos creen que uno es salvo por la fe, y por un acto similra de fe, uno es santificado. Seis, un proceso gradual. Es un proceso hecho por nosotros y el Espíritu Santo. Esto toma lugar cada momentoque reaccionamos al Espíritu Santo. Hay dos inclinaciones en cada creyente. El apóstol Pablo habla de esto, el espíritu y la carne. Hay nueva vida por la regeneración y un principio de pecado. Ambos principios son activos en nosotros. La santificación es un proceso que dura toda la vida en que el cristiano coopera con el Espíritu Santo.
Santidad es la palabra griega hagiosmos. La palabra santo proviene de esta palabra. Hagiazo es el verbo y tiene el significado de separación. Se usa para hablar acerca de cosas que pensamos en la mente son cosas santas. También habla acerca de separar una cosa para una ritual, cambia de un uso ordinario a un uso sagrado. Se usa para describir la operación de Diospor lo cual, El, por su Espíritu, obra en el hombre la santidad. Joh 17:17 Santifícalos en tu verdad: Tu palabra es verdad. Hechos 20:32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, la cual es poderosa para sobreedificaros, y daros herencia con todos los santificados. 1Tes 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique enteramente; y que todo vuestro espíritu y alma y cuerpo sean guardados irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Hagios es el adjetivo en que queremos enfocar además del verbo hagiazo. Muchas veces aparece en el Nuevo Testamento en un sentido ético para describir la calidad necesaria estar en una relación cercana con Dios y servirle en una manera que Dios acepta. Eph 1:4 según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor. Efe 5:25 Maridos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella; 26 para santificarla limpiándola en el lavamiento del agua por la palabra, 27 para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha. Col 1:21 Y también a vosotros, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente por las malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su cuerpo de carne, mediante la muerte; para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de Él;
Cuando somos salvos somos santos. El apóstol Pablo escribe a los santos en las iglesias. Todos los creyentes son santos según la biblia y no las personas que la iglesia católica ha hecho santos. Es un término posicional.Estamos en el cuerpo de Cristo, miembros de su iglesia, hemos movido de la muerte a la vida. Somos santos en nuestra posición. Éramos hijos del diablo, ahora somos hijos de Dios.
La justificación por fe nos pone en elcuepro de Cristo. Somos hijos adoptados de Dios. La justificación en seguida se sigue por la santificación, porque Dios envía su Espíritu a los corazones de sus hijos y ese Espíritu es el Espíritu de santificación. La gracia no es infusa por medio de los sacramentos sino es una obra supernatural del Espíritu Santo principalmente por la palabra, y secundariamente por los sacramentos, por lo cual Dios nos libra del poder del pecado y nos hace capaz de hacer buenas obras.
Esta es la definición de Louis Berkhof en su teología sistemática.La santificación es la operación graciosa y continua del Espíritu Santo, por la cual él libera el pecador justificado de la corrupción del pecado, renueva toda su naturaleza a la imagen de Dios, y le capacita hacer buenas obras.
Es una obra divina. Consiste en una operación divina en el alma en que la disposición santa está fortalecida. Cuando decimos que es una cooperación entre Dios y el hombre, se refiere a los medios que Dios ha dado. Si el hombre no pasa tiempo estudiando la palabra de Dios y meditando sobre ella, si evita la oración, Dios no va a obrar la santificación en el corazón. El Todopoderoso emplea medios por lo cual Él santifica a sus hijos. La cooperación es únicamente el uso de estos medios por el hombre. Heb 13:20 Y el Dios de paz que resucitó de entre los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21 os haga perfectos para toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo Él en vosotros lo que es agradable delante de Él por Jesucristo; al cual sea gloria para siempre jamás. Amén. Gal 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Eph 3:16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; Col 1:11 Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria Gal 5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Hay 2 partes de ola santificación, la mortificación y la vivficación. La primera es el término en que Dios quita la corrupción de la naturaleza humana que resulta del pecado. Esto también se llama crucificar el hombre viejo y por eso se conecta con la muerte en la cruz. Es tomar tu cruz. Gal 5:24 después de dar la lista del fruto del Espíritu dice, Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias. Rom 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él, para que el cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
La segunda parte de la santificación es la vivificación en que los ejercicios santos del alma aumentan y están fortalecidos y un nuevo estilo de vida toma lugar. Mortificación es el negativo y vivificación es el positivo, hacer morir y hacer vivir. Estas dos ocurren al mismo tiempo.
Esta obra de Dios no puede pasar sin los esfuerzos del hombre. El hombre es un ser racional. Tiene que evitar la tentación y buscar una vida santa. Me acuerdo cuando Dios me salvó. Tenía 27 años. En seguida Dios me dio victoria sobre pecados grandes. Yo era un borracho por 10 años, pero era como Dios prendió una luz y el pecado que antes no podía dejar aunque intenté varias veces, Dios paró de una. Pero yo seguía yendo a lugares los bares y los clubs, que un cristiano no debe ir. Pero cuando leía las escrituras y escuché la predicación me supe que esto y otras cosas estaban impidiendo la santidad en mi vida, y por eso las dejé. El hombre coopera en la santificación en la manera que reacciona a las advertencias en la palabra contra mal y tentación y de las exhortaciones a vivir santo. Rom 12:9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, apegaos a lo bueno.
La santificación termina en la muerte. Hay comienza la glorificación. Estas son las 3 partes de la salvación: justificación, el momento de la salvación o la regeneración que es un acto de Dios en que Él nos declara justo, la santificación, el proceso gradual en que estamos siendo hecho santo, y la glorificación, cuando entramos la presencia de Jesús y estamos sin pecado. Los santos en el cielo no son siendo santificados porque ya son perfectos, sin pecado. Heb 12:23 a la congregación general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en el cielo, y a Dios el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos perfectos.
Hay una idea hoy en día que deberíamos soltarnos y dejar a Dios obrar en nosotros. Esta idea es equivocada. Hay decenas y decenas de mandamientos en el Nuevo Testamento que se tratan de nuestra santificación. Es nuestra responsabilidad. Filip. 2:12 ocupaos en vuestra salvación, con temor y temblor. Salvación aquí se refiere a la santificación. Y mira alsiguiente versículo. 2:13 porque es Dios el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Nosotros necesitamos ocuparnos en la santidad, aunque es Dios quien es el Autor de la santidad, y el siguiente versículo 14 da más mandamientos sobre cómo ser santo: Haced todo sin murmuraciones ni contiendas. Dios dijo a Josué en capítulo 7 cuando estaba lamentando su derrota en batalla: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro? Vemos que aún los santos mas grandes cómo Josúe tienen problemas. La vida cristiana es así, es una lucha. Esta no es una sorpresa.Jim Elliot escribió, En estudiar español, he dejado leer la Biblia. Mi modelo de devociones no está restaurado. No me levanto de la cama en la mañana. Escribió esto 2 meses antes de morir. Ocupaos en vuestra salvación, ocupaos es un verbo en el presente imperativo con el significado de continuar. Edwards escribió, ir al cielo es una batalla cuesta arriba todo el camino. Necesitamos reconocer el poder del pecado que nunca desaparece. Pelearemos contra nuestra carne hasta que nos murimos. Necesitamos ser maestros en la verdad de la mortificación. No deberíamos ir a lugares de tentación, ver ciertas cosas, escuchar y leer a otras. Necesitamos matar el principio inherente del pecado. No lo podemos alimentar. El diablo será el tentador, no deberíamos ayudarle. Necesitamos cortar el pecado en su primer paso. El pecado aumenta poco a poco. Nos asalta y no podemos rendir a él o tendrá un pie adentro de la puerta que será más difícil de sacar que si nunca lo habíamos dejar entrar. John Owen dijo, pon un fin al pecado con violencia en su inicio. Haga todo en el primer intento. Muerete en vez de rendir un paso a él.
El orden de salvación
El hombre nace en pecado. El Rey David confirma esto en Salmo 51:5, He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre. Esto es un resultado del pecado de nuestros primeros padres en el huerto de Edén. Era allí que la serpiente antiguo, el gran enemigo de Cristo y su iglesia, el gran dragón, Satanás, engañó a Eva. El apóstol Pablo en el gran libro de doctrina, Romanos, en el quijnto capítulo, versículo 12, nos explica que todos pecaron. Rom 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Este primer pecado de Adán dejó a toda su descendencia en un estado miserable. El hombre ahora es incapaz de hacer el bien. Rom 3:10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno. 11 No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron del camino, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Esta es la razón que Dios destruyó la raza humana no mucho tiempo después de crear a Adán. Dios envió el diluvio que destruyó a todos lor moradores de la tierra menos 8 almas porque según Genesis 6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Dios creó a Adán ehizo un pacto con él, el pacto de obras. Aunque Dios escribió la ley en su corazón, habló un solo mandamiento en voz alta a la cabeza de la creación, no comerás del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que de el comieres, ciertamente morirás. Adán comió, y Adán murió, y todos los hombres con él. Por cuanto, todos pecaron en Adán. El era nuestra cabeza, nuestro representante en el pacto de obras. Y cuando Adán cayó, todo hombre cayó cayó con él, y pecó en él, en esta primera transgresión. Las consecuencias eran graves. Todo hombre quedó incapaz de entender la verdad espiritual de su propio poder. Cualquier libre albedrio que tal vez tenía en antes, estaba perdido. 1Co 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. Las Escrituras hacen claro el hecho que Dios es el autor de la salvación. Dios y solo Dios es responsable para salvar al hombre de su estado de muerte, miseria, y maldición. Leemos cómo Dios quita el corazón de piedra en el hombre y lo reemplaza con un corazón de carne, para que la biblia dice, el hombre pueda creer y guardar la ley. Jesús dijo, sin mí, nada podeís hacer.
En las semanas anteriores hemos estudiado todas las doctrinas que consisten bajo soteriología. Ahora queremos ver cómo y mas específicamente cuando Dios obra los diferentes asuntos de la salvación en el corazón del hombre. Cuál es el orden de la salvación. Los teólogos se refieren a esto como el ordo salutis, lo que es latin. El orden de salvación no aparece explícitamente en las escrituras. La cadena dorada de la salvación en Romanos 8:29-30 es lo más cerca. Este pasaje dice: Rom 8:29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. Rom 8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. El orden de saklvación quiere saber las obras del Espíritu Santo en el creyente y el proceso de mover ese hombre de un enemigo de Dios a un hijo adoptado. El proceso es casi instantáneo, pero hay un orden lógico a la forma en que Dios obra. Es importante enfatizar que no estamos analizando esto de la vista del hombre, sino de Dios. Dios es el autor de la salvación. Las obras del Espíritu Santo en la salvación son diversas. Queremos saber cómo uno se relaciona con el otro.
La obra del ordo salutis es el fruto de la Reforma. Los scolasticos no hablan casi nada acerca de este tema. Esto tiene sentido porque eran los reformadores que enfocaban en la verdad sobre la doctrina de la salvación lo que empezó con el nuevo entendimiento de Martin Lutero que los justos vivirán por la fe.
Acordémonos cómo cree el hombre. Es una obra supernatural en que Dios siembra una naturaleza nueva en el hombre. Leemos en Ezequiel Eze 11:19 Y les daré un solo corazón; y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos, y quitaré de su carne el corazón de piedra, y les daré un corazón de carne; 20 para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis juicios y los cumplan, y ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. Y en la profecía acerca de el Nuevo Pacto el profeta Jeremías habla las mismas palabras en capítulo 31. Esta obra del Espíritu en quitar el corazón de piedra y reemplazarlo con un corazón de carne, sembrando un espíritu nuevo en el hombre, para que el hombre puede creer, se llama la regeneración. La regeneración es el acto de Dios por lo cual Él planta el principio de nueva vida en el hombre. Sin ser regenerado, el hombre no puede creer. Y la regeneración no es el creer. En el ordo salutis, la regeneración es el primer paso y es necesario para que el hombre crea. En las obras antiguas de la reforma a veces se llama la conversión y también el llamamiento. Pero nosotros vamos a usar una sola palabra, la regeneración. Esto viene primero. Cuando un hombre es regenerado, ahora quiere creer. Tiene una nueva naturaleza, un principio de vida otorgado por el Espíritu Santo que antes no tenía. Esta obra toma lugar en el subconsciente.
El segundo paso en el ordo salutis es la justificación. Esto consiste en el arrepentimiento y la fe. La justificación viene únicamente por medio de la fe. Una de las 5 solas de la Reforma, sola fe. Esto es el creer. La palabra griega para fe y creer es la misma palabra. Fe es el sustantivo, pistis, y creer es el verbo, pisteuon. Y la fe verdadera incluye el arrepentimiento. Por lo que el hombre tiene el nuevo principio de vida recibido en la regeneración, el hombre quiere creer. No es algo que Dios oblige el hombre hacer contra su voluntad, sino, por lo que el hombre tiene esta nueva naturaleza, el hombre, de su propia voluntad, cree. Quiere creer. Tiene fe. Esto no es posible sin la regeneración. Y por eso es muy fácil ser un calvinista si creemos las escrituras porque la esencia del calvinismo es que Dios mueve primero, antes del hombre, y que el hombre no puede mover a menos que Dios mueve primero, por medio de la regeneración. El hombre no coopera con Dios en la salvación. La salvación es una obra soberana de Dios. Ahora que el hombre tiene fe, es justificado. Primero la regeneración, segundo la justificación. Esto dos pasos son instantáneos. El Espíritu de Dios regenera el hombre, y en seguida el hombre cree. El hombre hace una vuelta de sí mismo, el mundo, y Satanás, hacia Dios. Logicamente podemos decir que el arrepentimiento pasa antes de la fe. El arrepenitmiento y el conocimiento del pecado ocurre antes de confiar en Jesús por el perdón de pecado.
El siguiente paso en el orden de la salvación es la santificación. Esta es la continuación de la nueva vida en Cristo. Ocurre diario y dura toda la vida natural del hombre en que el hombre crece en la santidad. Finalmente, el ordo salutis termina con la perseverancia de los santos y glorificación final.
Además del orden de la salvación existe el orden de los decretos de la elección. Esta es otra perspectiva en que miramos desde la eternidad el orden en que Dios ordenó los eventos del mundo. Hay 2 perspectivas importantes: infralapsarianismo y supralapsarianismo.
Estas doctrinas subieron con el debate con arminiansimo en la Reforma. Y al inicio, la diferencia era solamente esto: la caída del hombre pasó por un decreto de Dios o solamente por su presciencia. Supralapsarianismo dice que la caída era un decreto de Dios, e infralapsarianismo que pasó por su presciencia y no era un decreto. Según estas definiciones, Calvino creyó en supralapsarianismo. Pero estas doctrinas se desarrollaron mucho y ahora incluyen otros aspectos. Beza erab el sucesor de Calvino en Ginebra y él comenzó a desarrollar la doctrina. Algunos que tenían la posición de infralapsarianismo durante el tiempo de Beza aun creían que la caída de Adán fue predestinado, que era un decreto de Dios.
Ambas posiciones dicen que los decretos de Dios sucedieron en un solo momento, y que no hay un orden temporal. Dios es fuera de tiempo y en la eternidad Él decretó todo. Ambas posiciones ahora creen que Dios decretó la caída. Sin creer esto sería seguir arminianismo. Ambas posiciones también creen que el entrar del pecado al mundo era un decreto de Dios. Ambas niegan que Dios es el Autor del pecado. Ambas creen que Dios toma en cuenta el pecado en el decreto de reprobación, y que Dios no creó hombres solamente para condenarlos.
Comencemos con supralapsarianismo. Esta doctrina cree que Dios decretó primero elegir algunos y reprobar todos los otros. Este decreto no piensa en quien son estas personas, las personas aun no existen en los decretos de Dios. Son posibilidades. Por esta razón este es un problema para los que tienen la posición de infralapsarianismo. Ellos dicen que Dios piensa en la persona específica cuando hace sus decretos. Esta posición comienza con el decreto de crear todos los hombres. Ellos que tienen esta posición temen que supralapsarianismo hace Dios el autor de pecado porque el decreto de reprobación precede el decreto de la caída. Es correcto decir que la posición de supralapsarianismo quiere magnificar la voluntad de Dios para mostrar todos los aspectos de su naturaleza, su gracia en elegir algunos, y su justicia en la perdición de otros quien todavía no existen sino son posibilidades. Esta posición enfatiza la soberanía de Dios, especialmente en relación al pecado. Pro 16:4 Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, y aun al impío para el día malo. Isa 10:15 ¿Se gloriará el hacha contra el que con ella corta? ¿Se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve? ¡Como si el bordón se levantase contra el que lo levanta! ¡Como si se levantase la vara como si no fuese leño! Mat 20:15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O es malo tu ojo porque yo soy bueno? Rom. 9:17-21 Pablo aquí habla de una vista antes de la creación. Habrá elegidos y reprobados antes de la creación. En la posición de infralapsarianismo, el primer decreto es la creación. Parece que Romanos 9 contradice infralapsarianismo en este punto.
En el orden de los decretos en supralapsarianismo, el segundo decreto, después de haber decretado elegir algunos y reprobar todos los otros, viene el decreto de crear hombres, ambos elegidos y no elegidos. Después, tercero, es el decreto permitir el pecado. Y al último, cuatro, es el decreto justificar a los elegidos y condenar a los no elegidos. Este orden es más razonable en relación al fin y los medios para alcanzar al fin. Otra vez el fin es el primer decreto de elegir algunos y reprobar todos los otros. Aquí podemos contestar la pregunta por qué Dios creó el mundo y permitió la caída. Enfatiza la soberanía de Dios y no necesita justificar a Dios delante de los hombres. Desde el principio el decreto era elegir algunos y reprobar otros. También la comparación de la predestinación de los ángeles apoya supralapsarianismo. Dios decretó dat algunos angeles la gracuia de perseverancia y no darla a otros. El decreto de la caída de los ángeles es una parte de su predestinación.
Otra objeción a supralapsarianismo, además de la primera que ya vimos, es que por lo cual Dios decretó la reporbación de hombres antes de decretar la caída, el medio para cumplir esta reprobación es el pecado, y por eso Dios es el autor de pecado. La posición de supralapsarianismo niega esto y habla acerca de una predestinación a la gracia de Dios pero no a una predestinación al pecado.
El orden de infralapsarianismo es 1.decreto para crear elhombre en santidad 2.decreto para permitir la caída por ellibre albedrío del hombre 3.decreto para salvar algunos hombres 4.decreto para dejar a otros en su culpabilidad y condenarlos en un juicio justo que su pecado merece. Esta posición dice que los elegidos están incluidos en toda la masa de la humanidad y Dios no los tiene en su mente como individuales hasta después de la caída en su decisión salvar algunos. En cambio, supralapsarianismo dice que Dios siempre tenía los elegidos en su mente como individuales y mantuvo una relación especial con ellos aun en el decreto de la caída. Siempre había un amor personal que no siempre existe en infralapsarianismo.
Infralapsarianismo ve los elegidos en un estado de pecado y escogido fuera de todos los seres humanos que están en la misma posición. Joh 15:19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Rom 8:28 Y sabemos que todas las cosas ayudan a bien, a los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son llamados. El argumento es que estos versos enseñan que la caída del hombre precede su decreto de salvar. Este orden también es en armonía a los eventos históricos. Primero Dios creó, después vino la caída, después la salvación. En los Canones de Dort y en La Confesión de Fe De Westminster, aparece la doctrina de infralapsarianismo. Aunque infrapsarianismo es mucho más común en las iglesias reformadas, supralapsariansimo no es inconsistente con la fe reformada. Un problema con la posición de infralapsarianismo es que ellos no quieren decir que era la voluntad de Dios que el pecado entra al mundo. El lenguaje es más suave, Dios permitió el pecado. Pero no es este igual a decir que Dios ordenó el pecado? Y cuando se empuja a ellos que tienen esta posición, ellos sí dicen que es por la soberana voluntad de Dios.
La Unión Mística
Una gran verdad acerca de la fe cristiana es la posición del creyente es algo supernatural. El Hijo de Dios, Jesucristo bajó del cielo y tomó un cuerpo verdadero. Dios se hizo humano. Jesús añadió a su deidad, la humanidad. E hizo esto con un propósito específico en su mente. Era un propósito eterno en el pacto hecho entre el Padre y el Hijo. Dios era Dios antes que el hombre existía. Entre la Trinidad, había amor perfecto antes que Adán caminaba en el huerto de Edén. No era necesario que Dios crea el hombre. Dios no necesita al hombre. Él sería perfecto si el hombre nunca existía. Pero según su propósito soberano, y voluntad más sabia, Dios ordenó la creación y la caída. Antes de la caída de Adán vemos une relación íntima entre Dios y su criatura. Dios creó a Adán y amó a Adán. Le hizo a Adán la cabeza de toda la creación. Dios trajo los animales a Adán para nombrarlos, mostrando el dominio del hombre sobre las criaturas más bajas. Todos los animales tenían parejas, varón y hembra, pero el hombre no. Dios vio que el hombre no era completo, y le dio una mujer. Adán conversaba con Dios, y el Padre amado le dio las bendiciones de una tierra perfecta, sin cardo ni espino, sin sudor o labor. Adán sembraba y recibió una cosecha gloriosa. Dios bendició al hombre y la unión entre el hombre y Dios era magnífico.
Todo esto terminó. Cuando Adán pecó él perdió muchas de las bendiciones que Dios le había otorgado en su estado de inocencia. Los animales ahora atacan. La tierra produce malas hierbas. El trabajo duro en el campo resulta en dolores y la cosecha es con sudor. Pero Dios en su misericordia busca reestablecer al hombre a su posición anterior de bendición. Dios es un Padre a sus hijos. Y tal como un padre terrenal no dará una piedra a su hijo cuando pide pan, Dios no dejará a sus hijos en un estado de malidición y miseria. Por eso Jesús vino. El Hijo vino para quitar lo que ha separado al hombre de su Creador, el pecado. En su muerte susticionario, Jesús llevó nuestro pecado y sufrió el castigo de transgresar la ley, la muerte. En hacer esto, Jesús, por el plan eterno del Padre, y la operación poderosa del Espíritu, ha recreado la unión que el pecado destruyó. Esta es una verdad gloriosa de la fe cristiana, la unión entre Dios y el hombre. La unión viene por medio del pacto. Es una gracia salvadora, en que la gracia común no extiende. Es la alteza de la salvación en este mundo. Vemos el Salvador orando por esto en su oración como sumo sacerdote justo antes de ir a la cruz.
Joh 17:9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son. 10 Y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y yo soy glorificado en ellos. 11 Y ya no estoy en el mundo; pero éstos están en el mundo, y yo a ti vengo. Padre Santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
Y después Jesús continúa en versículo
Juan 17:20 Y no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos. 21 Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 Y la gloria que me diste, yo les he dado; para que sean uno, como nosotros somos uno.
Compartimos en la gloria del Padre. Compartimos en la gloria del Hijo. Compartimos en la gloria divina. Louis Berkhof define la unión mística como esa unión intima, espiritual, entre Cristo y su gente, en virtud de cual Él es la fuente de su vida y fuerza, de su bendición y salvación. Hay varios ejemplos en la Escritura que representan esta unión.
Joh 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer. La vid provee toda la sustenance que necesita la planta paracrecer y llevar fruto. La vida extiende de la vid a las ramas. Esta es la gracia de Dios que obra en la vida del creyente para dar fruto. La gracia es lo que hace la unión abundar. La verdad es lo que Jesús dice aquí. Sin mi, nada podeís hacer. Y por eso cuando vemos alguna persona que antes estaba entre nosotros, y ahora anda en el mundo, decimos, si no por la gracia de Dios, allí voy yo. La vid y los pámpanos, la primera figura de la unión mística.
1Pe 2:4 al cual acercándoos, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas escogida y preciosa para Dios. 5 Vosotros también, como piedras vivas, sois edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesucristo.
5 – Nosotros estamos edificados sobre la fundación de Jesús. Somos piedras vivas, como Jesús. Somos herederos de la vida eterna en Jesús. Él es la piedra principal de la fundación. Él es la fundación de nuestra fe. Y estamos construidos sobre él, piedras vivas. Una parte de la casa espiritual. Los judíos tenían el templo. Tenían sus sacerdotes. Tenían sus sacrificios de animales. Como cristianos no tenemos estas cosas. Los judíos se burlaron. Tenemos un templo, y sacerdotes y sacrificios. Pero el templo de ellos es muerto, hechas con cosas muertas. Y ellos también, como las piedras de su templo, son muertos. Su templo era una sombra del templo espiritual, la casa espiritual, cual es la iglesia, que Cristo vino para edificar. Nosotros somos el templo del Espíritu, Dios mora en nosotros. La casa verdadera de Dios es espiritual y edificada por los creyentes, piedras vivas.
Mire a todos estos versículos que hablan sobre el templo y casa espiritual de Dios: 1 Cor. 3:9-17, 2 Cor. 6:16, Efe. 2:20-22, 1 Tim. 3:15, Heb. 3:2-6, 10:21. La iglesia del Nuevo Testamento ni se reunió en edificios. Se reunieron en casas de los creyentes. La iglesia del Nuevo Testamento es una casa espiritual y los creyentes son las piedras vivas. Y como cada piedra en una casa es sólido, o sino la casa tendrá debilidades, así somos nosotros en la casa espiritual de Dios, sólidos y fuertes, somos santos para que la iglesia de Cristo mantiene su fuerza en el mundo.
Ahora el Apóstol habla del sacerdocio en esta casa espiritual cual es la iglesia del Nuevo Testamento. Nosotros somos sacerdotes. Nuestro cuerpo es el templo. El sacerdote de los judíos del Antiguo Testamento era el único con acceso directo a Dios entrando el templo. Pero todo eso ha cambiado con Jesucristo. Todos los creyentes tienen acceso directo al trono de Dios y nuestro cuerpo es el templo de Dios donde vive el Espíritu Santo. Ya no necesitamos un sacerdote para acercar a Dios en nuestro lugar. Todos los creyentes son sacerdotes y acercamos a Dios por medio de Jesús, nuestro gran sumo sacerdote y el único mediador entre Dios y el hombre.
No ofrecemos sacrificios de animales. Jesús era el último sacrificio y él quita el pecado del mundo. Ofrecemos sacrificios espirituales. Como dijo el apóstol Pablo en Romanos 12 nuestro cuerpo es un sacrificio vivo que ofrecemos a Dios. Nuestros sacrificios son espirituales, matar el pecado, negar a sí mismo, orar a Dios, amar a los otros como a nosotros mismos, y todos los deberes de la religión son nuestros sacrificios espirituales. ¿Estás ofreciendo estos sacrificios a Dios? ¿Niegas a ti mismo? ¿Matas el pecado? ¿Prefieres a otros sobre ti mismo? Estos sacrificios espirituales, lo que son los deberes de la fe cristiana, son asuntos de la santidad. Ser santo no incluye solamente no hacer tales cosas que Dios prohíbe. También incluye vivificar el alma. Antes las cosas que hacíamos que pensábamos eran buenas, fueron rechazadas por Dios. Cuando el incrédulo sale a trabajar es pecado. Pero ahora que ofrecemos estos sacrificios por Cristo, Dios los acepta.
El fruto de que habla Jesús en Juan 15 del pámapano que queda en la vid, es el sacrificio espiritual que nosotros ofrecemos como sacerdotes en la casa de Dios. No deberíamos pensar en la iglesia como un edificio. Es un cuerpo de creyentes, todos unánimes en Criosto Jesús nuestra Cabeza. Y como una rama da fruto cuando recibe la sustenanxce de la vid, nosotros damos fruto en la forma de sacrificios espirituales como sacerdotes en el templo espiritual de Dios.
Efe. 5:23-32 Después de decir que el hombre y la mujer son una sola carne, y que Cristo y la iglesia es igual, uno, el apóstol Pablo dice que este es un misterio. En la Escritura, un misterio es algo que la razón del hombre no puede alcanzar sin revelación divina. Y tal es la relación entre Cristo y sus hijos. Por eso se llama la unión mística.
Efe. 4:15-16 La cuarta figura para describir la unión entre Cristo y los creyentes es la del cuerpo. Cristo es la cabeza, o el origen de la iglesia. La iglesia es dependente en y unido con Cristo. Su santidad, crecimiento, gozo, paz, perseverancia, es dependente en Cristo. Él es la cabeza. Y un cuerpo necesita todos sus miembros para funcionar bien. Los creyentes están unidos uno con el otro como los miembros de un cuerpo. Sin mano no puede trabajar. Sin ojo no ve.
Aquí vemos la primera característica de esta unión. Es orgánica. Cristo ministra a los creyentes, y los creyentes minsitran a Cristo. Toda parte del cuerpo sirve a las otras partes. Pablo escribe acerca de esta unión orgánica no solamente en Efesios sino también en 1 Corintios 6.
También la unión es vital. Cristo es el principio dominante de todo el grupo de creyentes. Esla vida de Cristo que les anima. Pablo dice en Gal. 4:19 que Cristo es formado en nosotros, y en otro lado que somos conformados a la imagen de Cristo.
Una tercera característica es que el Espíritu Santo es el Mediador de la unión. Por medio del Espíritu Cristo mora en el creyente, y se les une a si mismo. 1Co 6:17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es.
Cuarta, hay acción reciproca en la unión. La primera acción es la de Cristo cuando regenera al hombre produciendo la fe en él. El creyente acta en ejercitar la fe por medio de la gracia que recibimos, como el ejemplo de la vid y los pámpanos.
La quinta característica de la unión es que es personal. Hay un vínculo entre Cristo y cada creyente individual. Este vínculo no extiende de Cristo a la iglesia al creyente como la teología de Roma enseña en su sistema de salvación por sacramento, sino va de Cristo directo al creyente. Gal 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Y sexta y final, la unión es transformadora. Estamos conformados a la imagen de Cristo, Cristo es formado en nosotros. Y esto según su naturaleza humana. No nos hacemos dioses pequeños. Serefiere a su vida humana y todas sus experiencias. Creyentes toman la cruz, estamos crucificados con él, Pablo escribió como las marcas de Cristo estaban en su cuerpo, puede ser una referencia a los látigos que sufrió, como Jesús también sufrió la persecución y la muerte. También somos levantados en nueva vida.
Rom 6:5 Porque si fuimos plantados juntamente con Él en la semejanza de su muerte, también lo seremos en la semejanza de su resurrección;
Col 1:24 Que ahora me regocijo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia,
1Pe 4:13 antes bien regocijaos en que sois participantes de los padecimientos de Cristo; para que cuando su gloria sea revelada, os regocijéis con gran alegría.
Estas aflicciones son una parte de la comunión que tenemos con Cristo. Sus padecimientos están repetidos en nuestras vidas. Si nuestro Señor sufrió, y nosotros le siguemos, nosotros también vamos a sufrir. Somos crucificados con él, pero también resucitamos con él para la gloria, y su triunfo es nuestro triunfo. Y todas estas pruebas, aflicciones, persecuciones hacen aún más dulce la comunión que tenemos con Jesús, quien dio a si mismo por nosotros.
Esta unión también se une a los creyentes. Sufrimos juntos, estamos animados por el mismo Espíritu, estamos en la misma guerra, persiguiendo la misma meta. Buscamos el reino de Dios. Hablando acerca de los primeros creyentes en el Nuevo Pacto, Lucas escribió en Hechos 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones.