Leamos Romanos 13:1-7.
Pablo dice que hay 2 razones para obedecer al gobierno. Primero es por temor de castigo. Si hacemos mal, la ley está escrita para un castigo. Dios ordenó el gobierno por este propósito: para restringir la maldad del hombre. Pero también la obediencia es un asunto de conciencia. Versículo 5 dice ¨Por tanto, es necesario que os sujetéis, no sólo por la ira, sino también por causa de la conciencia.¨ Obedecemos la ley porque sabemos en nuestra conciencia que Dios ha ordenado el gobierno para el bien del hombre. ¿Pero qué pasa si el gobierno no está haciendo bien? Qué pasa si está en contra de la justicia ordenado de Dios. Necesitamos pensar y razonar si la ley de nuestro gobierno es justo y bueno. Si es, obedecemos, sabiendo en nuestra conciencia es bueno, y por temor de castigo. Esta es lo que significa por causa de conciencia. Si en nuestra conciencia no podemos obedecer una ley del estado porque es injusto, no estamos obligados obedecer a esa ley. No obedecemos simplemente porque el estado ha pasado una ley. En China es prohibido tener más que un niño. ¿Qué voy a hacer si mi esposa está embarazada una segunda vez? ¿Voy a hacer caso a esa ley? Por eso, hay tiempos cuando necesitamos resistir la autoridad civil, cuando hay un abuso de poder o una violación de conciencia.
Dios ordenó los gobiernos para atemorizar las malas obras. ¿Pero qué pasa cuando el magistrado atemoriza las buenas obras, y no a las malas? En este caso el gobierno actúa en una manera que Dios no ordenó, y hay que resistirlo. Por esta razón Dios levantó a Martín Lutero para rebelar contra las autoridades del Emperador y el papa. En la Dieta de Worms, Lutero resistía al papa y al Emperador Carlos V por sus prácticas injustas. El Emperador le condenó. El Papa le excomunicó. Lutero dijo en su defensa que era necesario desobedecer las autoridades porque eran en contra la palabra de Dios, lo que es el único guía para nuestra fe y práctica. Lutero resistía la tiranía de la autoridad. Su conciencia no le permitía obedecer a las autoridades establecidas. Y Dios le bendijo. Calvino también dijo que tiranías y ejercicio injusto de poder no es un gobierno ordenado. El derecho del gobierno está ordenado por el bien del hombre.
En Romanos Pablo no da excepciones a la obediencia. No está hablando sobre tiranía, sino de gobiernos justos. Por eso no limita la obediencia que es un requisito del cristiano. Pero vemos esto en su propia vida. Fue preso. Pedro también por seguir predicando cuando las autoridades lo prohibieron. Todos los apóstoles, menos Juan fueron matados por las autoridades civiles.
En capítulo 20 sección 2 la confesión de fe de Westminster dice: ¨Solo Dios es el Señor de la conciencia, y la ha dejado libre de los mandamientos y doctrinas de los hombres, las cuales son en alguna manera contrarias a su Palabra, o está al lado de ella en asuntos de fe o de adoración. Así que creer tales doctrinas u obedecer tales mandamientos con respecto a la conciencia, es traicionar la verdadera libertad de conciencia; y el requerir una fe implícita y una obediencia ciega y absoluta, es destruir la libertad de conciencia y también la razón.¨
Podemos hablar de algunos ejemplos específicos. En Canadá cuando el gobierno dice que es prohibido predicar contra homosexualidad, desobedecemos esa ley, y aceptamos las consecuencias. En países donde el gobierno dice que es obligatorio mandar los hijos a una escuela fiscal en que no enseñan la ley de Dios, desobedecemos esa ley. Nuestro gobierno es culpable de esta tiranía y abuso de control. El presidente quiere control de todo aspecto de nuestras vidas. Nosotros tuvimos una escuela particular evangélica. El gobierno aprobó la escuela y estábamos funcionando. Cuando solicitamos aumentar un año de educación básica, la dirección de educación rechazo nuestra petición. La razón era que era una escuela particular y el estado no estaba dando permiso a ningún escuela particular aumentar años. Nos dijeron que nuestros estudiantes tenían que cambiar de escuela. Pero no había ni una sola escuela en toda la parroquia que era particular, tampoco evangélica. Es obligatorio mandar los niños a la escuela, pero solo hay escuelas fiscales. Los padres ya no tienen libertad de educación para sus hijos. Ya no hay libertad de religión, porque estas escuelas no enseñan la palabra de Dios, más enseñan barbaridades. ¿Qué hace el cristiano quien en su conciencia, a causa de Deuteronomio 6 y la enseñanza general de toda la biblia, no puede mandar sus hijos a una escuela fiscal? Como hizo Pablo, como hizo Pedro, desobediencia civil es una opción. Si somos hijos de Dios, tenemos el Espíritu Santo en nosotros para guiarnos. Y si sabemos la ley de Dios, su palabra, nuestra conciencia es la voz de Dios hablando con nosotros. Para desobedecer la conciencia es peligroso.